Encuentro 1 "Que Comience la travesía"

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"No hay por qué temer... después de todo, la curiosidad te obsequió una placentera membresía a nuestro paraíso."




"Cada vez que camines, no los mires"


— ¿Paso por ti a las once? –Le pregunté a Kyle al teléfono.

— Olvídalo Dave, es muy temprano y sabes muy bien que odio ese jodido sonido de tu claxon.

— ¿Y a qué hora le busco, señorita? –Comenté divertido.

— Obviamente tiene que ser antes del vuelo.

— De acuerdo, pasaré por ti a las diez, por favor no tardes como siempre...

Más de una vez Kyle me ha hecho esperar antes de salir, aunque luego valga la pena dado que juntos somos una bomba de diversión. Es mi mejor amigo desde hace muchos años y siempre que podemos inventamos cualquier locura que se nos ocurra para pasarla en grande. Aunque por su aspecto de adolescente simplón y nerd parezca lo contrario.

Nos habíamos graduado de la universidad y por celebración se me ocurrió la idea de invitarle a conocer Venezuela, nací y crecí allí, por ello tengo buenos recuerdos de mi país. Además, él entiende muy bien el español y que mejor lugar para ponerle a prueba con el idioma que en donde nací. Así que le dije que tomase sus cosas para ir al aeropuerto por la mañana e irnos a Venezuela. Me sentía tan feliz de regresar, luego de tanto tiempo mi necesidad por ver a mis amigos, los lugares y mi familia era completamente indescriptible son de esas cosas que quieres que sucedan, pero tardan demasiado tiempo.

Mientras terminaba de empacar y dejar todo en mi habitación de la mejor manera, mi padre entró, para tener una breve charla conmigo, y ya sabía lo que iba a decirme.

— ¡Hey! Hijo, ¿empacando? —Indicó mi padre posado en la puerta de mi habitación.

— ¡Así es!, estaba hablando con Kyle, porque debo pasar por él a las diez, pero ya sabes cómo es él...

— No te quejes, que tú eres igual, además, no olvides que antes de irte debes podar el césped y limpiar tu habitación –Indicó con el típico sermón de padre minucioso, era muy aburrido escuchar a mi padre cada vez que me iba de viaje, comenzaba con su discurso de "que hacer antes de irte" solo para que yo no perciba su intolerancia a tenerme lejos.

Luego de unos minutos indicándome deberes se marchó, y comencé a buscar en internet sobre algunos lugares turísticos de allá —Yo conocía de varios, pero para ser honesto, llevar tanto tiempo en Arizona me hizo olvidarlo, viví en la hermosa ciudad de Caracas, pero recuerdo muy poco de ella—, y encontré que las playas más cotizadas en el país se encontraban en Falcón y Sucre —Estados—. Entonces, copié un mapa los lugares y lo guardé a un costado de mi mochila junto con un pequeño libro donde describiría la experiencia. —En lo personal siempre me gusta escribir mis anécdotas cada vez que emprendo un viaje, es una bella manera de plasmar el recuerdo mucho más allá de la mente—.

La mañana siguiente me levanté, corrí las cuatro cuadras de mi rutina de ejercicios como siempre y luego me dispuse a buscar a mi mejor amigo. Aun no le decía a dónde iríamos, pero estaba muy seguro de que le gustaría el lugar.

Al llegar a su casa, Ashley comentó mientras enviaba textos por su teléfono que Kyle continuaba dormido.

Ashley era la hermana de Kyle, la cual era todo un bombón, pero por desgracia el fijarme en ella quebrantaría el código de amigos. Así que, subí a la habitación de mi amigo, entré cuidadosamente para sorprenderle, y como lo había predicho, Kyle no había hecho las maletas como le planteé.

The Factory Behind The Forest © (La Fábrica Detrás Del Bosque)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora