The Factory Behind The Forest © (La Fábrica Detrás Del Bosque)

Encuentro 19 "No Deberían Estar Aquí" (Natalia)

"A todo esto, sin notar que ella"

Habían pasado horas desde que los chicos se fueron y no creo que hayan ido a esa cabaña, porque a esta hora podría ser peligroso. Pensé que al despertar les encontraría aquí en la habitación, pero no.

Posteriormente, y luego de recorrer distintos espacios, Michelle me envío un texto indicándome en donde estaba.

"Estoy en la sala de entretenimiento, ven conmigo" –Michelle.

Yo no quería ser pesimista en cuanto al trato con Michelle, pero si íbamos a pasar los días que quedaban, juntas, pues era momento de establecer —al menos— un vínculo de amistad.

Al llegar a la sala de entretenimiento, su reacción de alegría por verme, me sorprendió.

— ¡Llegaste! Estaba esperándote –Indicó Michelle.

— ¿Sí? Excelente... –Respondí algo incomoda, no me esperaba un recibimiento tan alegre de su parte.

— Pensé que los chicos estaban contigo, ¿no los has visto?

— ¡No!, ellos dijeron que irían al establo un rato para hablar con Harry, seguro están allí.

Encontraba a Michelle un tanto contenta, lo cual me pareció raro porque esta mujer era tímida, y ver un cambio tan repentino de actitud solo era típico de las personas calladas. Comenzaba a disfrutar del ambiente, la música estaba muy agradable y los chicos eran guapos. Por lo que noté, Michelle conoció a varios de ellos; Arturo, Fernando y Francisco. Trabajaban aquí, pero comentaron que los viernes, les permitían disfrutar de las instalaciones.

— ¡Michelle! –Tomándole por el brazo.

— ¿Qué ocurre?

— ¡Iré por los chicos!

— ¡Ya vendrán! No seas neurótica, ellos me dijeron que estaban en el establo, Natalia, no te preocupes –Bebiendo de su vaso de Ron.

Me molestaba bastante que se hayan ido sin mí, digo; no me gusta lo que hacen, me parece aburrido, pero, tampoco para que me dejen aquí, donde solo conozco al chico con quien me besé. Y al ver el desinterés de Michelle, me alejé de la fiesta para ir en busca de los chicos y no quería estar tanto tiempo con esa estúpida.

Caminé hacia el establo, y al llegar, Harry se encontraba postrado sobre un cúmulo de paja.

— ¿Qué tal?, Harry, ¿no?

— Eso es correcto, dígame –Respondió mientras se colocaba de pie.

— ¿Ha visto a mis amigos? Ya sabe, el moreno, la chica, y mi novio, el otro chico.

— No, ¿Por qué?, ¿se le perdieron? –Respondió acercándose a mí.

— No, no, es que dijeron que vendrían aquí, pero no he sabido de ellos.

— Seguramente andan por ahí, ¿los ha llamado, señorita?

Qué curioso, no lo pensé antes.

— No, pero eso haré, gracias.

— No se preocupe, tenga cuidado.

En repetidas ocasiones intenté llamarlos, pero no tenía cobertura, era extraño de cierta manera que mi novio me haya dejado aquí, como una tonta. Regresé a la sala de entretenimiento con Michelle y le comenté que no se encontraban allí para que me acompañase a buscarlos.

— Espera un par de horas, seguramente andan por allí.

— ¿Y si no regresan? –Comenté preocupada.

— Pues entonces los buscamos, no te preocupes, ya vendrán.

— No puedo esperar un par de horas Michelle, debo saber dónde están.

Me miró como si odiase cada palabra y accedió a ir conmigo a la cabaña en busca de ellos.

— No entiendo por qué tienes que volverte paranoica, Natalia.

— ¡Claro!, estamos tras algo lo cual no conocemos y quieres que no me ponga paranoica.

Odiaba cada vez más su manera de ser. Me aterraba el hecho de que comenzaran a hacer cosas a escondidas, o peor, que haciendo algo, se metieran en problemas.

— ¿Y crees que estén aquí? –Comenté de camino a la cabaña.

— Seguramente, no conozco otro lugar en el que estén, ¿conoces algún sitio, Nat?

— No, pero temo que hayan averiguado algo.

— ¿Algo como qué? –Indicó Michelle.

No le respondí, solo me quedé pensando en que quizá estuviesen averiguando sobre el ritual que David y yo vimos aquella noche, no lo sé, hay tantas cosas ocultas y descubiertas que realmente no tengo idea de que esté sucediendo.

En la cabaña, comenzamos a buscar entre las habitaciones intentando hallarles, pero solo encontramos huellas de bota y la chaqueta de David.

— ¿No hay rastro de ellos? –Comentó.

— No... y no hay cobertura, ¿Qué hacemos?

— Tengo una idea, pero debes esperar aquí por si vuelven.

— De acuerdo, ¿pero a dónde iras? –Señalé, estaba preocupada seriamente por los chicos.

— Solo espera aquí, vuelvo pronto.

No quería que me dejase sola, no me estaba gustandoesto para nada, quería largarme de este lugar, encontrar a los chicos e irnos,todo este misterio me angustia.