The Factory Behind The Forest © (La Fábrica Detrás Del Bosque)

Encuentro 3 "El Gusto Sin Ningún Disgusto"

"Recuerda que"

— ¡Sígueme, vamos! –Indicó Kyle acercándose a la ventana.

— Si está horrendo pues déjame disculparme anticipadamente porque yo...

— Cállate y ¡observa!

Dios mío, ¿pero qué rayos es esto?

— ¡Esto es fascinante Dave! Eres el mejor, mira todo lo que hay.

Era increíble ver todo aquello, una gran piscina, personas, niños corriendo y divirtiéndose, los grandes árboles a lo lejos y el resplandeciente sol que abrigaba mi mente haciéndole sentirse cómoda.

Realmente no sabía que tenía tan buen gusto de elección.

— Y... ¿en serio los traje aquí?

— ¡Por supuesto! Vamos... las chicas nos están esperando para almorzar.

Me coloqué una bermuda beige, mi franela blanca favorita y fui con Kyle hacia donde se encontraban las chicas. Me sentía tranquilo y satisfecho de que mis amigos comenzaran a disfrutar las vacaciones. Posteriormente, recorrimos el lugar para conocer las instalaciones puesto que éstas eran inmensas, no sabíamos por dónde empezar y por ende caminamos rápidamente por cada uno de los lugares con una sonrisa de oreja a oreja, era todo un paraíso.

Llegamos a la recepción para conocer a las personas encargadas de todo esto, teníamos que saber quién estaba a cargo de esta maravilla.

— Bienvenidos, soy Antonio Veranti, encantado de os conoceros, soy uno de los cinco encargados de El Jardín de los vientos, además soy a quien deben acudir cuando sus artículos se extravíen.

— ¿Y quién es la persona que lleva los equipajes? –Indicó Natalia con prepotencia.

— Por desgracia, no tenemos quien lleve vuestros equipajes, pero allí, cerca del estacionamiento de miembros –Señalando hacia mi izquierda— están nuestros "Timmys" que servirán como sus carritos portaequipajes.

— Eso espero Sr. Verati...

— Es Veranti, Srta.

— Lo que sea... —Expresó tomando su teléfono de su bolsa.

Yo tenía mucha curiosidad por conocer el lugar, así que le propuse al Sr. Veranti que nos diese un tour por la zona, así podría dedicar el día a aventurarme a más allá de los límites que este sitio tuviese. –Él tenía un aspecto refinado con su vestimenta casual de color azul, como un tanto italiano, de piel clara y cabello corto color blanco, de 1.60 metros de altura aproximadamente, y que por lo que nos dio como primera impresión, parece ser muy cordial—.Mientras recorríamos el lugar de cabo a rabo, volví a tener la extraña sensación de ser observado, era algo incómodo, pero no le tomé tanta importancia debido a que yo siempre he sido supersticioso con eso de las miradas o voces. De hecho, una vez en una excursión con mi grupo de niños exploradores, decidimos realizar una carrera hasta el campamento central a las afueras del bosque contra el equipo Roble, y mientras corría, escuche muy de cerca a mis espaldas, que un chico mencionaba mi nombre, lo cual me hizo mirar atrás y por consecuencia, tropezar con una roca que, por desgracia, me hizo caer al suelo y golpear mi barba a tal gravedad que me dejo una preciosa cicatriz en medio.

— ¿Y qué hay hacia aquella dirección, Sr. Veranti? Detrás de esos altos arboles –Indicó Michelle apuntando colina arriba.

— ¡Ah!... hacia allá está una vieja cabaña, pero queda algo lejos.

Al escuchar esas palabras, golpee el brazo de Kyle con mi codo insinuándole que llevaríamos a las chicas a explorar esa cabaña, quizá para pasar la noche con ellas allí o conocerla a fondo.

— ¿Y no podemos visitarla? –Comenté ansioso.

— Temo que no, por lo general no hacemos expediciones más allá de los pinos, el que quiera hacerlo tiene que estar consciente que queda bajo su propio riesgo cualquier situación que le ocurra en ese entorno –Engrosando su voz, añadió.

¿A qué se referirá? –Pensé.

En cierta forma, me pareció extraña la manera de decirnos que no nos acercáramos a la cabaña, pero es como decirle a un niño que no se suba al columpio porque se puede caer, obviamente lo va a hacer sin importar el riesgo.

En el recorrido, el Sr. Veranti nos mencionó los balnearios, los restaurantes y las diferentes instalaciones que poseía el lugar, y bueno, el spa –que para las chicas fue lo mismo que decirles "El Cielo"—. Y una vez terminado el recorrido, fuimos a uno de los cuatro restaurantes del lugar para darnos un buen banquete digno de reyes.

— ¿No te agrada el lugar, Natalia? –Indiqué al verle una expresión de desagrado.

— He visitado mejores... –Rezongó.

— Oh vamos Nat, ya hablamos de esto, no comencemos... –Añadió Kyle deteniéndose al comer.

— Lo sé, es solo que no viaje de tan lejos para quedarme en un lugar común –Expresó Natalia mirando a su alrededor.

— Pero común o no, es donde estamos, ¿de acuerdo? Así que adáptate muñeca –Comentó Michelle con ironía.

Mientras discutían, noté como una chica cerca de la barra del restaurante me observaba muy coqueta mientras probaba un sorbo de su bebida, como si esperase a que me acercara a ella.

— Dave... Dave... David –Escuché mientras miraba fijamente a la chica.

— ¿Qué sucede? –Indiqué a Kyle.

— Amigo, te desconectaste de nosotros...

— Lo siento, estaba viendo a aquella... –Mirando a la barra nuevamente buscando a la chica, pero ya no estaba.

— ¿A quién? –Preguntó Kyle mientras seguía mi mirada.

— A una chica, cabello corto de color negro y lindas pecas en el rostro...

— ¡Ja! Siempre enamorándote a primera vista ¿no?, allí no hay nadie...

Quizá voltee muy tarde, pero estoy seguro de queallí estaba la chica. De hecho, era la misma sensación que sentía antes dellegar aquí pero evidentemente es imposible seguirme desde el avión. Luego deun par de tragos y recorrer el lugar decidimos que era momento de desempacarpor completo e ir y pasar la noche jugando al póker en una sala de recreacióndentro de las instalaciones. Mientras que las chicas prefirieron tomar undescanso y pasar la noche durmiendo.

¿Que tal chicos y chicas? espero que les esté gustando esta historia que cada vez se pone mucho más interesante, ¿que pasará luego? ¿que misterio se esconde en ese lugar? *NO SE OLVIDEN DE RECOMENDAR Y VOTAR POR LA HISTORIA Y DEJAR SUS COMENTARIOS, SALUDOS*