"Y respuestas que estás buscando"
— ...S ... o ... l ... o ... u ... n... o...
— ¿Quién está moviendo esto? –Indicó Natalia.
— Ninguno de nosotros lo está haciendo, Nat –Respondimos rápidamente, muy asustados por lo que estaba pasando.
— Silencio, ¡Silencio!, continuemos preguntando –Dijo Sophie ansiosa—, ¿eres la persona que vimos encima de David?
— ...n ... o.
— ¡Oh mierda! ¿Qué estamos haciendo chicos? –Respondió Kyle.
Algo está mal, siento que estamos tocando terreno desconocido.
— ¿Quién eres? –Preguntó Sophie nerviosa—, ¿puedes decirnos tu nombre?
— A... m... e... l... i...
— ¡Chicos!, ¿oyen eso? –Expresó Michelle interrumpiendo la sesión.
— La jodimos, ¡alguien viene! –Mencionó Kyle.
Enseguida nos levantamos y apagamos todas las luces lo más rápido posible, escondiendo todo cerca del almacén de la cabaña. Sophie, Kele y Michelle se ocultaron en el almacén y Natalia se ocultó conmigo cerca de la sala, lo cual no era buena elección.
Tan pronto como apagamos todo, un sujeto entró a la cabaña, no podía verle el rostro porque estaba cubierto con una túnica negra, llevaba consigo un bastón de madera, y unos zapatos que hacían mucho ruido al pisar.
— ¿Qué ocurre?... –Una voz desde fuera, preguntó.
— Nada, pero otra vez los animales entraron
Ya había escuchado esa voz antes, ¿pero de dónde?
— Regresa entonces, debemos preparar todo.
— ¡No! Déjame averiguar, creo que alguien ha entrado aquí, hay una mochila.
— ¡Demonios! ¿Quién entró?, iré contigo Mauricio, aguarda.
¿Mauricio?, tiene que ser el sujeto que Harry mencionó.
— Deberías aguardar afuera, podrían escapar por detrás –Refutó Mauricio.
Una vez dentro, intentamos escondernos lo mejor posible Natalia y yo; por fortuna el lugar estaba oscuro, pero no contábamos con que ellos tuviesen una linterna.
Comenzaron a registrar por todo el lugar, en especial la mochila, donde afortunadamente solo había comida.
— Malditos guardabosques, ¿Qué no pueden dormir en sus estaciones? –Añadió Mauricio.
Mi corazón latía muy rápido, el otro sujeto se acercó a el almacén y pensé que iba a descubrir a los chicos.
— Si alguien estuvo aquí, pues ya se marchó, falta muy poco para comenzar el ritual, debemos irnos.
— Si... quizá ya se fue –Respondió Mauricio.
Al marcharse los sujetos, Natalia y yo fuimos al almacén para encontrar a los chicos, pero no estaban allí, así que Natalia buscó en el piso de arriba donde, por fortuna estaban.
— Apenas pudimos, cambiamos de escondite –Opinó Kele—, pero algo sucedió con Sophie, por un momento se quedó perpleja –Señalando a Sophie.
Me acerqué a Sophie intentando hacer que entrara en razón, lo cual logré, pero no dejaba de decir; era una belleza.
— ¿Quién? ¿De qué hablas Sophie? –Indiqué.
— Debe estar exagerando –Mencionó Natalia.
Su rostro se empalidecía, solo sostenía una ligera sonrisa y miraba hacia el frente, como si hubiese alguien allí, en medio de la oscuridad.
— Tenemos que sacarla de aquí, vamos hacia El Jardín –Exhortó Michelle.
— Vayan ustedes, Natalia y yo averiguaremos algo.
— ¿Qué tú y yo qué, David? No cuentes con ello.
— ¿No querías saber si lidiábamos con algo paranormal? Sé dónde podemos encontrar la respuesta –Refuté a Natalia.
— De acuerdo, chicos, nos vemos allá, cuida a mi novia –Comentó Kyle.
— Se cuidarme sola, Kyle.
Pobre de mi amigo, yo que él, la hubiese arrojado del avión, o hubiese metido la marihuana en sus bolsillos para que la dejasen en migración.
— Ya la oíste Kele, vayan y tengan cuidado.
— De acuerdo, los esperamos allá –Respondió Michelle.
Una vez que se fueron, me quedé con Natalia en la cabaña para explicarle lo que haríamos, tenía que averiguar lo que estaba sucediendo aquí.
— Bien, quise que te quedaras conmigo porque fuiste tú quien escucho lo mismo que yo.
— ¿A qué te refieres?
— Los sujetos mencionaron que un ritual, ya iba a comenzar, tenemos que averiguar de qué se trata, y por eso necesito que vengas conmigo.
— ¿Estás loco? Esos sujetos pueden tener armas, y podría sucedernos algo malo si los buscamos –Sostuvo Natalia.
— ¿Y a que le temes? –Respondí—, tú eres quien no cree absolutamente nada de esto, encontremos la quinta pata del gato.
Tomé dos linternas que se encontraban en una de las mochilas de Sophie, junto con una cámara fotográfica y salimos colina arriba en busca del ritual. Tengo mucha curiosidad de saber sobre esto, no me da muy buena espina el hecho de que mantengan bajo secreto ciertas cosas de este lugar, y a su vez, lo conviertan en un sitio perfecto, algo tramaban y lo iba a averiguar.
— ¿Dónde crees que puedan estar? –Señaló Natalia.
— No tengo idea, pero quizá están en la cima de la colina.
— ¿Pretendes que lleguemos hasta allá? Yo no lo voy a hacer, y menos con mis zapatos de marca.
No soportaba tanta estupidez de su parte, me irritaba el simple hecho de hacerse la niña presumida, nunca pude soportar esa parte de ella.
— ¿Quieres dejar de comportarte como niña majadera? Ambos sabemos que lo haces para presumir –Exclamé irritado y deteniendo mí paso.
— ¿Qué te sucede David? No me grites.
— ¿Es que no te das cuenta? Estas vacaciones eran para mi amigo y para mí, tu no estabas invitada, Natalia.
— Pero soy su novia, y voy adónde él vaya, te guste o no –Adelantando su caminar.
— ¿Por qué?, ¿Crees que no me he dado cuenta que lo engañas, y que solo lo utilizas? Por favor Natalia, no eres astuta, es solo que Kyle es estúpido.
Evidentemente se dio cuenta que la había descubierto, al mirar su cara abrió sus ojos sorprendida por mi reacción.
— No pudiste verme detrás de las duchas, yo me cubrí lo suficiente —Susurró.
— ¿Lo ves? No sabes hacer las cosas, ya lo engañaste en el viaje, y con alguien de aquí.
— ¡No es cierto!
Sabes bien que lo es, Natalia.
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The Factory Behind The Forest © (La Fábrica Detrás Del Bosque)
Mystery / ThrillerDavid Montero es un joven graduado en la universidad de Gleendale en las afueras de Arizona, quien decide realizar un viaje para disfrutar de unas vacaciones en su país natal (Venezuela) en compañía de su amigo Kyle Escobar y la novia de éste; Natal...