Al igual que el capitulo anterior dejo estas aclaraciones:
■ Es momento de modificar esta aclaración, debido al nuevo capítulo de la serie de Miraculous Ladybug específicamente el capítulo 11 de la segunda temporada, se nos mostró que el nombre de la Señora Agreste es Emilie, pero por motivos de que hay lectores que aún no han visto o no ven la serie, dejaré el nombre y el apellido que he estado utilizando, haciendo la salvedad que agregaré el nombre de Emilie como primer nombre, el nombre de nuestra protagonista será Emilie Cathalina Foissar, para darles un pequeño adelanto, utilizaré no nombre de Emilie para cuando Cathalina deba fingir ser otra persona.
■ Este fic es totalmente de mi imaginación, es decir que los escenarios, vestimentas y sucesos son inventados, tal vez algunas cosas que pueda investigar bien y plasmarlas, claro aferrandome a la investigación realizada.
■ Desclaimer: Miraculous Ladybug no es de mi propiedad es de Thomas Astruc yo solo tomo sus personajes prestados para el entretenimiento de mis lectores.
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Desde ese día los meses no se detuvieron a esperar, unos tres meses pasaron desde la huida de Cathalina en el castillo. La joven madre se encontraba tejiendo las pequeñas prendas de su hijo y velando el sueño de su sobrina, que hoy la acompañaba en su nueva casa. Cathalina aún recuerda como había escapado del palacio a esas horas de la noche, temía por su seguridad y por la Señora Ana que le había mentido a su hijo con tal de ayudarla, el Doctor Kubdel la espero a la afueras del palacio donde la antigua reina la acompañaba junto a unas sutiles maletas. El Doctor, la antigua reina y Cathalina pasaron la noche en la casa de la Familia Dupain-Cheng, hasta el día siguiente donde el Doctor Kubdel regresó con su familia, la madre del rey se fue en compañía de una escolta real y sus siervos de confianza a una cabaña a las afueras de París. A pesar de los ruegos de Sabine por detener a su mejor amiga y hermana, la rubia ya tenia todo empacado para irse, fue una decisión muy fuerte para ella, desde el fondo de su corazón odiaba tener que alejarse, ese mismo día en la tarde acompañada con Tom se dirigieron al pueblo vecino a casa de su medio hermano de parte paterna, Nicolas era el único de sus hermanos que no la miraba con asco y odio por ser una bastarda.
La chica recordaba aún el rostro de su hermano con alegría, sus alegres ojos verdes, su suave cabello negro y su piel pálida, pero lo que más aún enmarcaba su memoria era su música, las cálidas melodías que sus manos hacían salir del instrumento que tocará.
La rubia y él panadero llegaron a la casa, pero Nicolas no estaba, así que Cathalina utilizo la llave que su hermano le había dado en su última visita hace unos dos años, ambas personas se adentraron a la casa la cual estaba algo polvorienta debido a que no había nadie en la casa, Cathalina sabía de antemano que su padre era muy exigente, durante su niñez vivió dos años con ellos, para luego ser abandonada en la calle de los rechazados por su madre. Pero sabía que la ausencia de su hermano se debe a la profesión que su padre le obligó a realizar. A duras penas logró despedir a Tom para que la dejará sola y regresará a la capital antes de que oscureciera,el debía estar con su familia, con un gran abrazo ambos se despidieron.
La rubia aprovecho para limpiar un poco y acomodarse, sabiendo que esto podría pasar trajo consigo pan, queso, mermelada, leche y bastante agua para consumir aunque sea en la cena y el desayuno. Eran las doce de la noche cuando su cabeza encontró la almohada, al día siguiente despertó con la cara de su hermano frente a la suya dormido, Cathalina se sentó y lo miró, estaba todo vendado y con unas ojeras muy marcadas y con las botas sucia arriba de su cama.
-Nicolas- susurró Cathalina a su bastante dormido hermano.
-¿Dime Cathana?- preguntó el pelinegro con los ojos cerrados, desde años le gustaba llamar a su hermana así.
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La Amante Del Rey
RandomGabriel Agreste sabía que desde el momento en que sus miradas se encontraron en la calidez de la panadería más conocida de su reino, sabía que esa mujer era el amor de su vida. Pero las cosas no podían pasar en su curso normal, más siendo el r...