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¿Qué es peor que un lunes a la mañana?

Un lunes a la mañana rodeado de políticos.

¿Hay algo peor que eso?

Estar tan ocupado que ni siquiera tenés tiempo para ver si tu hermoso rival político vino al trabajo después de seis días desaparecido.

Aaron Burr tuvo a Jefferson de un lado para otro, con papeleo, asuntos donde intervenir, más papeleo, malas miradas y más asuntos donde intervenir.

Ah, y más papeleo.

Puede que ambos sean del mismo partido político, pero a Thomas le desagrada de igual manera.

Porque claro, pertenecer a un mismo partido político no significa que sean amigos ni nada. John Adams y Alexander Hamilton forman parte del partido Federalista y no se soportan.

Oh, Alexander.

¿Habrá venido?

Thomas alberga esa pequeña esperanza, aunque algo en su interior le dice que hoy tampoco vino.

Un grupo de Federalistas pasa al lado de Thomas y Aaron y estos les dirigen unas miradas casi tan horribles cómo las que Burr le proporciona a Jefferson constántemente.

Y en eso, Thomas se pregunta por qué los Federalistas son tan bajitos. ¿Será algún requisito para formar parte de aquel partido?

"¡Ven a ser parte de los Federalistas! Sólo necesitas tener un pésimo pensamiento y ser un enano. ¡Será divertido!"

Jefferson suelta una risita ante la ridiculez que acaba de pensar.

Burr lo mira mal.-Bueno, supongo que ya no queda ningún otro asunto pendiente.-Casi parece triste al decir eso, cómo si el hecho de dejar de molestar y estresar al mayor fuera un acontencimiento trágico.

-Perfecto.

-No te pongas muy feliz sobre ello. Todavía queda una larga jornada laboral y más trabajo por hacer, al igual que mañana. Y pasado. Y toda la semana, y cada semana de este año, y cada año de tu vida.

Burr es odioso.

Thomas rodó los ojos y se dió vuelta, dirigíendose para su oficina para volver a encerrarse en su lucha por concentrarse.

En el camino, se cruzó con muy poquita gente, ya que la mayoría se encuentra encerrada en sus oficinas.

Entre los que se encontró se encuentran el presidente hablando con Alexander.

Espera.

-¡Hamilton!-Thomas no puede contener su grito al verlo junto a Washington. Ambos hombres se voltean para ver a Jefferson que corre hacia ellos.

-Es de mala educación interrumpir una conversación...-Comenzó a decir vagamente el menor.

Jefferson llevó sus manos a sus hombros.-¿Donde estuviste? Faltaste seis días, seis. Seis días.-Alexander murmuró algo sobre que ya había entendido a la primera.-¿Estás bien? ¿Qué te pasó? ¿Que era tan importante cómo para mantenerlo secreto?

Alexander le lanzó una mirada interrogativa a Washington, que simplemente se encogió de hombros.

-Estuvo preguntando que te había pasado. Mulligan me dijo que también le preguntó a él y que había ido personalmente a tu casa.

Hamilton entorna los ojos y Jefferson se sonroja, avergonzado.

¿Desde cuándo el insufrible sastre y Washington tienen relación?

-Bueno, los dejo. Les recomendaría que llevaran sus asuntos a alguna oficina. Por favor, no a la mía, ya que voy a estar ahí trabajando.

Ambos hombres se sonrojaron.

Dependencia ||  Jamilton.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora