semana 15.

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–¡Tu Puedes mi amor!–gritaba una voz lejana.–Empuja empuja cariño.

me veía, veia una yo tumbada en un camilla.Alguien la agarraba de los brazos.
yo estaba ahi al lado pero no me veian.
Era yo.

–¡Tu puedes mami!–Dijeron dos voces a la vez.

me gire repentinamente, atravesé la puerta de partos y vi a mi madre arrugada, mayor. Dos niños, gemelos acompañaban a mi madre.

–¿la hermanita estara bien abuela?–les preguntaba uno de los pequeños.
mi madre asentia con las lagrimas saltadas.

eran mis hijos. Son niños. Niños gemelos.
Eran mis hijos esperando a su hermana, ¿me quedare embarazada otra vez? ¿otro bebe?
Era Manuel, era el quien me agarraba.

–Tienes que salir de esta.–Me gire asustada. era el hablandome.
–¿me ves?–le dije.
–Si, y debes despertar. llevas 1 semana inconsciente , debes despertarte ya tienes que aguantar por nuestros niños.

las lagrimas caian y me dolia el cuerpo.

–estoy muy cansada para despertarme–le solte notando como me caia.

–Tienes que hacerlo ya, si no lo haces moriras Camila.–Me zarandeó fuerte.
**

abrí los ojos lentamente. Principalmente una luz cegadora, segundo senti unas manos familiares encima. tercero tenia el rostro de mi madre delante.
no podia moverle, tenia como un collarin que me ocupaba toda la cara de color azul.
No podia hablar, no me salia la voz.
ni moverme.

 –¡oh, cariño–Dijo mi madre al ver como abrí los ojos. 

Estaba nerviosa, temía seriamente sobre si Manuel estaba aquí, no queria verlo. 

Mi corazón latia con fuerza y la máquina extraña de al lado empezaba a pitar rápido. Mi madre me tocó la frente acariciandome. 

–No está aquí, tranquila. Respira, papá tampoco. Solo vine yo, en el informe medico de aqui solo estaba mi numero.–Con eso supe que estaba en la ciudad. 

Intenté asentir como pude ya que el collarín no me dejaba. Estaba dolorida.
Me miraba la barriga para que mi madre me viera y me dijera algo.
Pero en ese momento llegó la doctora.

–Bueno Camila, ya tenemos los resultados.–temblaba por dentro al ver como entraba rapido y mi madre me daba la mano.–una pierna rota, y algunos moratones en las costillas. El collarin es por el dolor ya que te doblaste el cuello al chocar.

Le hice señales con los ojos a la barriga.

–Tranquila, mira.–Me da una ecografia.

Dos lagrimones recorren mis mejillas lentamente, mi madre me las limpia y me sonrie suspirando

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Dos lagrimones recorren mis mejillas lentamente, mi madre me las limpia y me sonrie suspirando.
Estaban bien....

–tu instinto maternal al ver el coche hizo que te giraras y el coche chocara contra tu lado izquierdo mayor parte de la espalda, por eso el collarin.–Soltó una risita–Pronto sabrás su sexo, les queda poco ya.

Sonreía en mi interior porque yo ya sabía que eran. Mis dos niños pequeños.
Mis hijos.


3 días después.




–¿Que excusa le estas poniendo a papá para venir a verme tanto? –dije riendome y pinchando en la ensalada de la bandeja, aunque le falte sal estaba buena.

La vida en el hospital era un asco.

–Mucho trabajo en las oficinas, ya que me contrataron pues.–reiamos a la vez, y me acarició la cara.–Hablé con Manuel, sabe que estas aqui.

El cuerpo se me puso rígido, me cabree por dos segundos pero no queria pelearme.

–¿Porque?
–Porque es el padre de tus hijos, has tenido un accidente Camila.
¿Llegas a imaginar como se hubiera sentido si hubiera pasado algo peor?–Dijo seria.

Bufé, asenti y deje la bandeja vacia en la mesilla. Mire mi recien iphone 6 adquirido de mis ahorros,las 18:32.
De repente tocan a la puerta, y mi pulso ya estaba en las nubes.

–¡adelante!

La cara de Manuel atravesó la puerta, me vio me sonrió cerrando la puerta.
Tenerlo cerca no era sano.

–estaba muy preocupado, como estas Camila.–Dijo mirandome y agarrandome una mano. Mire a mi madre seria.

–Creo que voy a bajar a por un café mientras os ponéis al dia.–Dijo levantandose y dejandonos solos.

Yo mantenia la mirada al frente.

–Yo... No se que decir.–dijo nervioso.

–Pues vete.

–¿Porque sigues asi? Porque no te das cuenta de que me amas como yo a ti. Mirame Camila–me cogio de la barbilla–Mirame a los ojos y dime que no me quieres.

Las lágrimas no tardaron en salir, no podia negar lo evidente. El también empezó a llorar.

–Dime, dimelo.–Me suplicaba.

Abrí la boca, para articular palabra pero no pude.
Alguien inesperadamente abrio la puerta entrando y hablando.

–Venga, diselo Camilla. –dijo zayn desde la puerta apretando los puños.

Todo fue muy impactante.







Corto, pero llegan los examenes del segundo trimestre y estoy como LOCA. Os quiero❤️

Tonto,Mi tonto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora