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Cubrí mis oídos y me arrojé al suelo, mientras esos estruendosos sonidos continuaban, me arrastré hasta detrás del taburete. Tal y como Nash dijo, las personas gritaban, podía escuchar como todas ellas corrían por todo el salón. Esto tenía que ser parte de una pesadilla, esto simplemente no podía ser real. Deseé que se detuviera, que las personas pararan de gritar y que las balas dejaran de escucharse, lo deseé con tanta fuerza que realmente se detuvo. De pronto todo estaba sumido en un profundo silencio, era aterrador. Salí de detrás del taburete para poder ver a la puerta, cuando lo hice esta se abrió de golpe y John, el chico que me había golpeado, entró con Nash detrás de él.

-A ella.-Le dijo Nash.-El chico me miró con recelo y permaneció en silencio.-Jack se divertirá mucho contigo.-Continuó.

-...

-¡Hazlo!-Le dijo apuntándole a la cabeza con un arma.

-...

-¿Me pregunto cuanto podrá entrar a tu boca?-Dijo burlándose.

-No me hagas cumplir mi promesa.

Nash empujo al chico hacia mí y este se arrodillo.-Lo siento.- Pronunció como si las palabras salieran de su boca con filo.

-...-No dije nada.

-Puedes hacerlo mejor.

-Siento haberte golpeado.

¿Qué es esto? -Pregunté.

-¿Y?-Continuó Nashville.

-Y siento haberte hablado de esa manera.

-....No, la señorita no parece convencida.

-Señorita.-Se burló él.-Hace un momento mojó sus bragas cuando la tocaba.

No entiendo lo que eso significa pero había hecho enojar a Nash, el me miró con su característica tranquilidad y se dirigió a mí.-¿Podrías salir de aquí un minuto?

-¿Vas a golpearlo?

-...Seguro.

-¿Vas a...?-Matarlo. Ni siquiera podía terminar la oración.

-Sal.

-No. No, no puedes hacerlo.

-La chica quiere más de mí .-El chico volvió a intervenir y esta vez Nash no dudó en golpearlo en el rostro. La sangre no demoró en salir de su boca.

-¡No!

-Sal de la habitación.

-Déjala, quiero que lo último que vea sean sus lindas piernas.

La rabia dentro de los ojos de Nash daba miedo, formó un puño con su mano derecha y de nuevo golpeo su rostro, con una de sus piernas lo empujó al suelo y se lanzó contra él.

-¡Détente! ¡Détente!

Se detuvo pero solo para acercarse a mí con la misma rabia de antes.- Este imbécil es la misma persona que te golpeó, es la misma persona que iba a hacer que tú...No lo entiendes, ¿cierto?

-...

En algún momento el chico había logrado ponerse de pie, intentó abalanzarse sobre Nash pero supongo que cuando mis ojos lo vieron venir, Nash entendió lo que sucedía. En un segundo le apuntó al chico y este se detuvo al instante, estaba desarmado. Y yo debo ser la persona más estúpida de todo el mundo porque ni siquiera yo entendía por qué había hecho lo que hice...de nuevo. De inmediato caminé frente a Nash y me convertí en su blanco. Él me miró fríamente con una expresión de sorpresa y enojo a la vez.

-Muévete.

-Sabes que puedes detenerte.

-Haste a un lado.

Contrario a eso, me acerqué al filo del arma de Nash hasta que el frio metal estaba tan cerca de mi frente que si levantaba un poco mi cabeza seguramente podría ver la bala dentro.- Puedes parar esto para ti.

-Muévete.-Repitió con más fuerza.

-Entonces tendrás que usar dos de esas balas.

-Tú chica te convirtió en un marica.

-Olvídalo, Nash. Solo olvídalo.

Tal ves hablar con Nash como si fuera un viejo conocido sería un problema para mí pero no suelo pensar mucho antes de actuar.

-Tienes que hacerte a un lado.

-No me moveré de aquí.

-Él no se habría detenido, te habría asesinado sin reparo.

-Tú no eres él.

-Ustedes dos me dan asco.

Estaba apunto de poner mis manos sobre el arma, quería que esto se detuviera. Tal vez si Nash había comenzado todo este alboroto, él podría terminarlo. Pero algo era más importante que mi inútil intento por reformar la situación. El tiempo que había pasado cerca de Shawn no era demasiado pero reconocería su odiosa voz en cualquier parte, como no reconocer la voz de mis infortunios.

-¡Abuela!-Gritó con desesperación.

Y como si la voz de Shawn se hubiera integrado dentro de mis instintos, miré hacia la puerta e ignorando lo que trataba de detener hace un momento, dejé se ser el blanco de Nash y pasé del chico. Esto ya era una basura, lo que sea que sucediera después, sucedería luego de cualquier forma. Corrí afuera, justo a donde habían estado disparando hace unos minutos.

-¡______!-Fue lo único que escuché a Nash decir.

Demonios. Afuera todo mundo se apuntaba entre sí, solo podía distinguir a los invitados de la fiesta por sus ostentosos atuendos pero de quienes sostenían armas en sus manos, no podía distinguir entre quienes venían con Nash y quienes no. Miré rápidamente a mi alrededor y vi como un hombre le apuntaba en la cabeza a la señora Rayment.

-¿Cuál es su maldito problema?-Dije en voz baja.

-...

-¡¿Cuál es su maldito problema?!-Después grité al aire .

Cual era mi maldito problema era la pregunta correcta.

-El problema, linda es...-Alguien intentó tomarme por el hombro pero mis sentidos estaban demasiado alterados y mi reacción fue simplemente girar y darle un gran puñetazo en la mandíbula a la chica que me hablaba. Sin duda ese golpe me había provocado más daño a mí que a ella. La chica respondió a mi golpe y justo en el centro del infierno, habíamos comenzado una pelea. No soy buena con las peleas, detesto las peleas pero no podía pensar en moralidad en ese momento. Si la chica no hubiese tropezado con la horrorosa alfombra de la señora Rayment, yo jamás habría tenido ninguna clase ventaja sobre ella. Golpee su rostro dos veces antes de que alguien me sujetara por el brazo y me obligara hacerme a un lado.

-Señores y Señoras, chicos y chicas, me temo que está fiesta se ha terminado.-Creí que era Nash pero un nuevo personaje había aparecido. Era un hombre de cabello negro, vestía como el padre de cualquier chico y parecía tranquilo ante la tan extraña situación en la que de pronto nos encontrábamos.- Todo aquel que venga con John, quiero que salga en este momento y me busque más tarde. Los invitados a esta fiesta, permanezcan donde se encuentran. El resto, a la cocina.

Esto tiene que ser una broma, no puede ser más que una jodida broma. No, no es real. Es imposible que algo como esto realmente este pasando. Es una locura. ¿No es así?

Do You Understand?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora