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-Por fin despiertas.

-¿Huh?

-Habría sido mejor si no lo hubieras hecho.

-...

-Debiste ver las clase de cosas que pusieron en tu cuerpo. No me sorprendería si aún te encontraras en un viaje astral por las drogas.

-¿Quién eres?

-Mitchell.

-...

-Iron Mitchel.

Finalmente pude distinguir a la chica frente a mí, continuaba sonriendo a pesar de que la mitad de su cara estaba cubierta en un hematoma.

-¿Iron Mitchell?

-Todo mundo asume que mi arma esta hecha de metal pero es hierro, como mi nombre. ¿Cuál es tu arma?

-...No soy quien sostiene el arma, soy quien recibe la bala, así que...Sin arma.

-A mí me parece que tu arma podría hacer pedazos cualquier otra.

-Dije que no tengo un arma.

-Te escuché.

-...

-Te dieron una golpiza, ¿la merecías?

-...¿Qué fue lo que te hicieron a ti?

Ella señalo su rostro y luego sonrió para sí misma.

-¿Lo merecías?-Pregunté de la misma manera que ella lo hizo.

-Por supuesto, te ayudé.

-No Mitchell. No es así. Lo que hiciste por mí...estoy segura de que nadie más lo habría hecho.

-¿Por qué no intentaste pelear cuando te capturamos?

-Quería escapar de ese auto y tú...tú me ayudaste a hacerlo.

-...

-Estoy en deuda contigo, Mitchell.

-Yo te trajé aquí, debería disculparme.

-Solo hacías tu trabajo.

-No se supone que deberías de agradarme pero...

-También me agradas, me asustas un poco pero...pareces mejor que el resto.

-...Creo que tu juego es mucho mejor que el mío.-Su voz dejó de ser cálida y su expresión se volvió más seria.-Todos aquí creen que yo estoy loca pero tú...haces creer a todos que no eres un peligro cuando sabes a la perfección quien eres.

-...

Y ahora solo parecía una persona diferente.

-Es claro que no aprovechas lo linda que eres.

-¿De qué hablas?

-Soy algo más que una psicópata lesbiana cargando un trozo de hierro en sus manos a todas partes.

-...

-Y tú eres algo más que una confundida chica de la calle.

-¿Mitchell?

-Tendrás una oportunidad más para levantarte con nosotros...hazlo o cada maldito estado del país tendrá un pequeño trozo de ti.

-¿Levantarme con quién?

-Vendrán por ti en cualquier momento, te ofrecerán y esta noche saldrás de aquí con el mejor postor.

-¿De qué hablas?

-Escucha linda, será mejor que comiences a utilizar la palabra ''Gracias'' porque después de esta noche querrás arrodillarte frente a él.

-¿Él?

Un par de hombres entraron al lugar donde Mitchell y yo hablábamos, ella fingió estar asustada y retrocedió de inmediato, los hombres me hicieron levantar de la cama en la que me encontraba y me arrastraron a través de un largo pasillo repleto de luz, abrieron una puerta y me empujaron dentro. Miré a mí alrededor y había decenas hombres y mujeres sentados, mirándome sorprendidos. ''______, la chica que hizo que todo el imperio de la costa este callera, frente todos ustedes esta noche.'' Una voz saliendo de un micrófono me presentó.

-No soy ella...No soy ella...¡No soy ella!-Grité con fuerza.

-Cierra la boca.-Me dijo el chico que había intentado dispararme antes.

-Todos ustedes tendrán tres minutos con ella como un regalo que solo nosotros les ofrecemos.-Continuó un hombre calvo quien parecía divertirse con todo esto.-Por supuesto que no pueden asesinarla, no antes de que me ofrezcan su mejor oferta. El tiempo será para confirmar que en efecto, ella es la misma chica que de una manera misteriosa hizo caer lo indestructible.

-¡Todos se equivocan! ¡Yo no hice nada de eso!

Los mismos hombres que me arrastraron a ese lugar volvieron, esta vez me llevaron a una pequeña habitación con apenas un poco de luz. Escuché pasos acercándose y corrí hasta una de las paredes de la habitación vacía, una mujer entró me observó durante unos minutos y luego desapareció. Le siguieron un grupo de hombres y mujeres, uno a uno entraba y amenazaba con asesinarme si no les decía como había hecho lo que ellos creían que había hecho, hacían una pregunta tras otra pero ninguna de ellas podía ser respondida por mí. Un hombre intentó tocarme pero alguien detrás de la puerta le dijo que no estaba permitido hacerlo. Comenzaba asustarme, no sabía lo que sucedería, no sabía si las amenazas de alguno de ellos se haría realidad, no sabía que harían conmigo. Y luego entró él, tan furioso que por un momento estaba más asustada de él que de lo que podrían hacerme.

-Escúchame bien.-Dijo acercándose a mí sin detenerse.-No hay una sola persona en este lugar con deseos de mantenerte con vida.

-Nash...

-Dejaría que te quemaran viva si no creyera que eres ella.

-No lo soy.

-Entonces más vale que comiences a serlo.

-No podrás obtener nada de mí. Soy la persona equivocada.

-Eso es justo lo que necesito.

-...

-Esta será la última oportunidad que te daré.-Hizo que mi espalada golpeara con la pared.

Uno de los hombres abrió la puerta y Nash se giró para salir de la habitación sin decir una palabra más. Permanecí en ese lugar durante un largo rato. Estaba asustada pero también estaba cansada de intentar entender que demonios sucedía. Tal vez no tenía que hacerlo, tal vez solo debía esperar a que algo más sucediera. No tenía nada, jamás tuve algo, tendré que arreglármelas para vivir sin nada a mi favor. Mientras estuve en esa habitación, tuve el tiempo suficiente para recordar la golpiza que Mary me había dado, mi cuerpo dolía pero no parecía como si hubiera recibido una golpiza la noche anterior, y probablemente no lo había hecho; tenía sobre mí ropa diferente a la llevaba cuando llegué a este lugar. Probablemente había estado ahí durante más tiempo del que recordaba. También tuve tiempo para pensar en lo que Mitchell me había dicho una horas antes pero tampoco tenía sentido para mí. Tampoco tenía sentido que la única persona en la que confiaba intentara encerrarme en un jodido refugio. Así que sin más que nada en mis manos, me dispuse a esperar.

Do You Understand?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora