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-¡Hyen! ¡Sólo tienes que poner la mano debajo de la bandeja! ¡si no se caerá! .- Decía Hobi mientras se reía como nunca de mi fracaso al querer llevar una bandeja-.

-¡¡Hoseok!! ¡¡AYÚDAME!! ¡¡AGARRALOO!! ¡¡AGARRALO QUE SE ME CAE!! ¡¡QUE SE ME CAEEE!!.-Hoseok no daba más de la risa, en vez de ayudarme se dispone a reírse en mi cara.- ¡SI FUERA POR VOS YA SE HUBIERA ROTO TODO!.-Seguía riéndose-.

-Ay Hyen... Se hace así, mirá-.

Mi primer día de trabajo y ni siquiera logró llevar una maldita bandeja, no entiendo el por qué no me sale, si se ve fácil. Después de laaaarrgaas prácticas logré, repito, logré poder caminar con una bandeja en mis manos, sin que se me cayeran, deje la bandeja en el mostrador y empecé a saltar como canguro por ese gran logro para mí; poder llevar una bandeja sin que se me caiga.

-Ya estas lista para poder llevar los pedidos a los clientes, ahora si, lleva este café a la mesa 23, ¡confío en vos Hyen!.-Agarro los dos cafés, y las pequeñas medialunas, los puso en la bandeja, tome susodicha cosa, lo mire, me miró, di media vuelta, y camine hacia aquella mesa la cual esperaban su pedido, en cuanto llegue a la mesa, salude muy amablemente, deje su comida, y me retire, de mi sólo salió un baile de victoria, eso sí apenas vi que se acercaba Hoseok paré, pude sentir el calor en mis mejillas.

-Ay por favor Hyen, no me tengas vergüenza, ¡somos amigos!.-Dijo con un gesto de gentileza-.

El día avanzó, sin mucho, solo tomar pedidos, llevar lo que me pidieron, cobrar, dar cambio, y así todo el día, era un lugar donde se vendía muy bien todo, pensé que era todo lo contraria; ya que esta bastante vacío, pero aquello es por el servicio rápido, ya había terminado de atender a una pareja por lo cual estaban todos atendidos, me senté detrás de la barra, y tome mi teléfono, aquellos videos de mis hermosos oppas figuraban por todas mis redes sociales, y espere allí hasta que entrará alguien mas, pero no entro nadie más.

-Hoseok, ¿necesitas ayuda con esa mesa?-.

-No me digas Hoseok, suena muy serio para mi.-Dijo este con disgusto-.

-Está bien... ¡Pero no me respondiste!-.

-No, ya termino tu turno. Ya puedes irte, a mi sólo me quedan aquellas tres mesas y lavar los platos.

-Yo te ayudo, voy empezando el lavado.

-Pero Hyen, ese no es tu trabajo.

-Es mucho para una sola persona, termina con ellos.

Y si, ahí estaba yo, por entrar a lavar los platos para hacerle más fácil el trabajo a mi compañero, entré y no tuve reacción alguna; eran pilas y pilas de platos, vasos, tazas, cubiertos, y todo, para mis brazos, voy a terminar sacando músculo acá.
Empecé, leve, despacio, por que sabía que si lo hacía rápido mis brazos iban a doler, pero a medida que iba lavando estos empezaron a doler de todas formas, y no había limpiado ni la mitad de estos, pero sin embargo seguí. Mis brazos ya dolían fuerte, y sentía que en cualquier momento iba a caer rendida ante el sueño, pero seguí lavando los odiosos platos y vajilla.

-Ya termine Hyen, ven te ayudo-.

-Por favor-.Dije con una forzada sonrisa-.

Pasaron dos horas y ya habíamos limpiado todo el lugar, los dos sin ayuda de nadie más.

-¡Terminamos!.- exclamé.

-¡terminamos! Gracias Hyen, si no estuvieras todavía me quedarían horas limpiando, ya que el lugar es muy grande, de nuevo, gracias.

-De nada, ahora ve a por tu mochila, es hora de ir a casa, que tengo que estudiar, ¡Nos vemos el jueves! O... ¡Nos vemos mañana!.-Agite mi mano y me fui a mi casa, eso sí, no podía faltar mi salida al centro de Seúl para ver las tiendas. Tuve que agarrarme de una reja debido a que me agarro un fuerte mareo, sentía que el mundo se me venía ensima.

-Señorita, ¿esta usted bien?.-Una mujer, no sé cuantos años tendría, pero era joven, se veía preocupada por mi estado.

-Si, si, estoy bien, descuide, gracias.- Afirme mi salida pero de todas formas sentía que iba a desmoronarme ahí mismo. Llegué, por fin llegué a mi casa, deje los zapatos a un lado, y me adentré más, seguía con aquel extraño mareo que me atormento durante todo el camino, pensé que podía ser que no comi casi nada, así que fui a la cocina y agarre unos cereales, tome un recipiente y los lleve directo a mi habitación, allí agarre mi mochila y empecé a repasar todo lo de física y matemática para los exámenes que se aproximaban cada vez más , esto mientras comía los cereales, miro la hora, "2:30 am" y yo seguía sin sueño, me levanté de mi cama y guarde todo en su lugar, prepare los cuadernos según las materias que iba a tener, al igual que los libros, guarde mi computadora en su estuche, agarre el recipiente vacío donde anteriormente estaban los riquísimos cereales, lo lleve a la cocina y lo lave, lo sequé y guarde en su lugar, fui a mi cama, me saque todo, aritos, pulseras e anillos, deje todo en la pequeña mesa de luz, ensima de mi computadora, destendí la cama para tenderla mejor, me acosté y arrope yo sola, me acurruque dentro de estas cobijas, y quise dormir, y digo quise por que no pude, por lo cual me puse a contar ovejas, los dibujos animados decían que funcionaban, y a decir verdad, tampoco es que se equivocaran.
Me di vuelta, cerré mis ojos, y caí en los brazos del sueño, rendida como cobarde en guerra.

Un capítulo muy corto, pero bueno, intento actualizar seguido por que el 12 empiezo las clases y no voy a poder estar activa, tristemente.
Nos leemos♡
안녕 진구 ~♡

SAVE ME || Park JiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora