- CAPITULO 4 -

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Hola chicos!!!!, aquí estoy nuevamente, espero y les este gustando esta historia, la verdad no había podido volver a escribir porque mi niña estaba enferma y no me dio chance escribir mas capítulos, pero ya esta mejor y ahora si escribiré con mas frecuencia.

por favor quiero saber que les parece la historia!!!, aclaro esto es un borrador aun no esta editada, pero quisiera saber que les parece.

gracias a todos y aquí les dejo.




Isabelle salió deprisa del salón quedándose parada por un momento para tomar aire, cuando se dio cuenta que su padre estaba concentrado mirándola al rostro tratando de descifrar que le ocurría, aparentemente no se le veía ningún signo de expresión, al menos podía disimular ante su padre y así ocultaría "algunos detalles" para que no hubiese algún problema, conocía a su padre y sabía que este desplante era para que lo retara a duelo y ya que se quedaría sin marido, lo ideal era que no se quedara sin padre también.

— ¿Qué ha pasado adentro Isabelle?, escuche gritos y luego el conde salió con lady Emma echa un manojo de nervios. — pregunto con cierta molestia, lo cual hizo que isabelle bajara la mirada.

—Se canceló el matrimonio, ni Neville, ni yo quisimos esta boda, así que la anulamos. — hablo tratando de sonar convencida. — vámonos, no hay nada que hacer acá.

— ¡y los dices así de fácil! Tenía un acuerdo con el duque, sabes lo que costara la anulación. — evidentemente enojado y preocupado. —y no se diga de lo que empezara a murmurar la gente.

—El abogado dijo que no había ningún problema, solo tengo que esperar un año para comprometerme nuevamente. —dijo con seriedad tratando de ocultar su tristeza. —y no es nada nuevo que Londres hable tan mal de mí.

—Espero no acarree consecuencias Isabelle. —le dio una mirada fulminante y dio marcha hacia el carruaje sin brindarle el brazo como apoyo.

Isabelle se subió en el carruaje dejando atrás aquel bochornoso espectáculo, tenía tantas ganas de llorar y gritar pero no podía expresarse de esa manera delante de su padre, rogo al cielo que Alexandro, bueno "William" no se volviera a aparecer más en su vida, pero por ahora solo le quedaba desahogarse.

— ¿Me dejarías en la casa de Christine, padre?, quisiera hablar con ella.

—De acuerdo, pero tan pronto llegue a la casa enviare a tu doncella, sabes que no es bueno que una mujer este sola y menos en tu actual condición. —dijo con autoridad

— ¿de qué condición hablas? — pregunto torciendo los ojos hacia otro lado.

—Isabelle, no sé qué paso entre el joven William y tú, pero que hayan anulado su matrimonio será un escándalo mañana y no quiero que estés nuevamente sola, eso sería para mal entendidos.

—Si padre, haré lo que digas. — lo miro y le dio una falsa sonrisa.

No volvieron a hablar más hasta que llegaron a la casa de Christine y solo fue para despedirse. En seguida se dirigió a la puerta de la mansión mientras su padre observaba hasta que le abrieron y entro, él era un hombre muy riguroso en cuanto a temas de escándalo y lo último que quería era que su hija aparte de ser la burla de Londres por su aspecto, lo fuera también por indecente y menos sabiendo que mañana iba a salir en los principales magazines la cancelación del matrimonio con el joven Neville.

*****

Una joven de cabello rojizo y ojos azules se encontraba leyendo una de sus novelas favoritas en su pequeña sala de té, estaba sentada en uno de los sillones del juego de sala blanco con tapizado azul oscuro.

Un Destino Prometido (Serie Nobles Desamores I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora