- CAPITULO 28 -

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William se sentó en el mueble que había en la biblioteca, no sin antes disculparse con los dueños de la propiedad por aquel bochornoso espectáculo; iría a ofrecer disculpas tan pronto limpiará la sangre seca de su rostro, pero ellos llegaron a la biblioteca antes de poder tan siquiera limpiarse y adecentarse un poco, los rumores de dicho espectáculo había llegado hasta sus anfitriones igual de rápido que una bala al corazón en un duelo a muerte, gracias a Dios la familia se conocía por su hospitalidad y calma, aseguraron que lastimosamente había sucedido en plena fiesta de compromiso de su hija y aún más que fuese Isabelle la protagonista, pero no queriendo llevar la familia a mayores extremos, acotaron este hecho algo normal diciendo "Quien no viene a una fiesta a ver algo interesante, que se quede en su casa".

Su labio estaba hinchado, y la nariz aunque no la golpearon, botaba chorros de sangre, el dolor que sentía en su mandíbula y boca no dejaban ver la mirada reprochadoras de Carlos, sabía que él no haría tal locura, pero quizás pudo dejarse llevar por un momento.

-¿Me puedes explicar? - pregunto Carlos, aunque las pruebas apuntaban a que estaba de amoríos con la jóven, había algo que no cuadraba del todo.

-La mujer... La mujer que gritaba, la casamentera, ella me la presento, baile una pieza y... No me acuerdo de más. - miró a Carlos y se apretó más el pañuelo a la herida. -Te juro que no estaba con esa chica, sabes que necesito casarme con Isabelle, no me arriesgaría de esa manera y menos ahora que...

¿Sentía algo por ella?

No eso ni pensarlo, cierto, estaba cambiando su manera de pensar hacia ella, pero hasta ese punto aún no había llegado, no, definitivamente imposible, si, le atraía su belleza, le gustaba cuando le contradecía y los gestos que hacía, sobretodo su sonrisa, pero había un trecho largo como para decir que sentía algo por ella.

Carlos lo miro entrecerrando los ojos pero él no continuó hablando, agradecía en su interior que no siguiera hablando, sentirla ahora más comprometida que antes le causaba cierto dolor.

- También pensé que no serías tan canalla como para hacer algo así y ya que lo dices, se me hace extraño que no recuerdes nada.

-A lo mejor la joven necesitaba pareja. -dijo más relajado. -¿Me dormiría o algo así?

-A lo mejor, pero, si hubiera sido de esa manera ¿Porque no desmintió? era la oportunidad perfecta para obtener un título y marido, el escándalo se hubiera calmado en algunas semanas.

-Si no me caso con Isabelle no tendré título, tan solo poseo un marquesado, uno sin dinero, sin nada.

-Ellos no lo saben, ante los ojos de la sociedad eres mejor partido que cualquiera, así que esa opción no es factible.

-Tienes razón, el objetivo no era buscar un marido, es algo diferente pero ¿Que?

-Hay que investigar bien, mañana enviaré a indagar a la casamentera.

-Te agradezco, iré a hablar con el marqués, con su condición no creo que aguante una noticia al estilo cotilla, además deseo aclarar las cosas con Isabelle.

-Vaya, pero sin querer lograste tú objetivo, que te importa lo que ella piense. — Tenía que saber que sentía realmente por ella, de eso dependía las acciones a tomar.

-No te diré que siento amor por ella, pero, he aprendido a conocerla y no me parece correcto casarme sabiendo que ella piensa cosas que no son y llegue a pensar que haré eso mismo después de casado, sabes bien que no soy ese tipo de hombre, ella sera mi esposa y tendrá todo el respeto que pueda darle.

Carlos esbozo media sonrisa, ante las palabras de William, sabía que lo que decía era cierto, él no era un hombre que usará a una mujer, claro había tenido varias aventuras, pero que hombre no lo hacía, pero algo bueno tenía William y eso era el respeto por el hogar.

Un Destino Prometido (Serie Nobles Desamores I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora