Me levanto con mis , ya acostumbradas ojeras, pálida y con los ojos llorosos , sigo sin poder creerme que Jon me hiciese eso.
-¡Buenos dias princesa! -me sonríe mi padre.
-Buenos días Jess. -me da un abrazo Carla.
-Hola.-les contesto y me siento.
-Mira cariño, aquí tienes el desayuno, te he hecho tortitas. -me sonríe mi padre.
-No tengo...-pienso mejor lo que quiero decir. -Gracias papá. -el rebufa.
-De nada. ¿Te acerco al instituto luego?
-Estoy de vacaciones papá. -le digo.
-Es verdad.... -mira a Carla.
-¿Quieres venirte conmigo a la tienda?Yo estoy sola, porque no tengo vacaciones... Ayuda a despejarte, hablar con las clientas y todo eso. -me sonríe.
-Estaría bien.... ¿Me cambio?
-Preferiría que is, aunque en pijama estas muy guapa también. -me sonríe.
-Jon prefería a los palillos. -me levanto diciéndolo en tono cansado.
-Puede que sea cierto Jess, pero esa no es nada comparado contigo. -me dice mi padre. -Eres mi orgullo, mi espina dorsal, eres importante , y eres una chica centrada que ha hecho lo que su madre debería haber hecho. -mi padre no lo entiende.
-No lo entiendes papá... -le digo.
-Pero yo si, y tiene razón. Se como se siente alguien cuando le hacen daño. -me mira Carla.
-Pero ahora estáis juntos y yo.... -me corta.
-Jess, eres fuerte, puede que el chico ya esté mas que arrepentido, y confío en que sabrás que hacer, pero créeme, que todos hacemos tonterías. -mira a mi padre.
-Tiene razón. Vamos cariño. -me abraza mi padre. -Te quiero mucho.
-Y yo. -le sonrío.- Voy a cambiarme, no quiero que llegues tarde.
Me cambio y me marcho con Carla ¿quien hubiese creído que la chica que me atendió estaría viviendo en mi casa?
-¿Echas de menos a tus hijo? -le pregunto en el coche.
-Mucho. -me contesta seria. -Pero uno no sabe qué pasa. -me dice. -No he hecho una buena labor.
-¿Que edad tiene? -le pregunto.
-Tres meses, y ya tiene a sus padres divorciados. -me mira. -Jess, a veces crees que alguien es de una forma, y acaba siendo lo contrario.
-Jon me lo ha demostrado.... -le dejo caer.
-Te equivocas. Jon empezó siendo un capullo, y mira, se preocupaba, hacia cosas contigo, le daba igual todo, eras tu la que tenía miedo. Por ti fue a un baile con una fulana. -me dicta.
-¿Razón para que le perdone los cuernos? -le pregunto confundida.
-Ni pensarlo. -me contesta. -Pero reflexiona sobre cómo era Jon antes y después de estar contigo. Eres muy buena Jess, le has perdonado muchas cosas, y demuestras que mereces la pena. -aparca el coche.
-Gracias. -me quito el cinturón.
Bajamos las dos juntas, hablamos de todo un poco.
-¿Y que tengo que hacer? -le pregunto.
-Ordenar vestidos, mantenerlo todo bien, no quiero que pienses que me aprovecho de ti,pero es que tengo que hacer unas cuentas en el despacho, confío en ti lo suficiente como para dejarte al mando si viene alguien.
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La vida de Jess
RandomPodemos decir, en algún momento de nuestra vida, que el instituto ha sido muchas cosas para nosotros, donde estuvo nuestro primer amor, o quizás nuestro primer beso. Puede que nuestro primer desengaño amoroso o la primera vez que lo hiciste con algu...