14.

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Me siento en mi cama y él también. Miro a Yoongi y no entiendo nada de la situación, no entiendo realmente qué está pasando aquí.

— Yo... terminé a Yon.

— ¿Estás loco? —niega.

— No se puede vivir en medio de mentiras. Ella y yo, ya no funcionaba. Hace mucho que es así.

— Mientes, siempre los veía bien y se mantenían en contacto. Tus ojos se iluminaban y tu sonrisa aparecía cuando ella te llamaba o la veías.

— Eso fue al inicio. Hace unos meses he empezado a sentirme raro y no sé qué es, hablé con Namjoon y solo se burló de mí. Con Seokjin no puedo hablar.

— No entiendo nada de lo que me estás diciendo, Yoongi.

— Ni yo lo hago, todo es un lío. Mi cabeza duele porque no entiendo, mi razonamiento se fue a la mierda y no quiere volver —se queda callado viéndome y luego humedece sus labios—. Yo... n-no sé qué es Jimin, pero realmente me duele cuando eres frío conmigo o como ahora que te estás alejando de mí.

— ¿Y eso qué tiene ver?

— Que esa es la razón de lo que me está pasando. Organicé esa maldita cita de cuatro para tratar de entender algo y entonces fue como si un nuevo mundo se hubiera abierto para mí —frunzo el ceño—. De verdad creí que te habías acostado con Rachel.

— ¿Me vas a reclamar de nuevo por eso? Apuesto a que tú hiciste eso con Yon esa noche.

— Te equivocas, solo la llevé a su apartamento y nada más pasó. Ella quería pero no funcioné, no podía sacarte de mi cabeza —junté mis manos notando que están frías y no es porque afuera este lloviendo. Estoy demasiado nervioso y asustado.

— ¿Por qué me dices esto?

— Porque desde hace unos meses para acá solo eres tú. Sí, al inicio eras solo mi mejor amigo y así estábamos bien, salíamos los dos y hablábamos solo de chicas, luego tú empezaste a cambiar. Te fuiste alejando poco a poco, ya no nos veíamos seguido y lo noté, siempre noté cómo nos veías, cómo veías a Yon cuando estaba encima de mí... —mis ojos se tornan llorosos.

— No, yo nos los veía así, Yoongi. Ella no me agrada es solo eso —él niega y toma mi mano.

— ¿Por qué no me dijiste que eres gay? —muerdo mi labio—. ¿Alguna vez repudié ese tema? Namjoon y Seokjin lo son, esas cosas no me importan, Jimin.

— Tenía miedo de que las cosas cambiaran, de que no fueras igual conmigo.

— Pero aún sin saberlo todo se estaba yendo a la basura. Se está yendo y tú te encargas de ello, alejándome. Por eso terminé con Yon, porque yo también estaba confundido.

— ¿De tu relación con ella o de apoyar a tu mejor amigo gay?

— De las dos cosas. Hace dos días ella llegó a mi apartamento y dijo que quería tener un buen rato —aprieto mis ojos, las lágrimas caen pero entonces él afianza el agarre de su mano sobre la mía—. Y yo accedí, demonios también quería. Pero entonces ella se subió sobre mí y no puedo creerlo, dije tu nombre —lo miré sorprendido—. De esa manera me vio ella también. Me abofeteó y dijo que sabía que siempre había sido gay y que tenía algo contigo.

— Pero es mentira, tú no lo eres, quizá no te gusta ella. Debes buscar a alguien más, debe haber alguien más por ahí para ti.

— No. Entendí que ella tenía razón, me sentí como un estúpido. Claro, esos eran mis celos cuando te veía sonriente con alguien más, cuando un supervisor te regaña, mi obsesión de embriagarme a propósito para obtener tus cuidados y luego buscarte de noche. Siempre ha estado ahí y siempre lo ignoré. Dime, ¿tú lo sabías?

— ¿El qué? No puede ser, me estás mintiendo.

— ¿Cómo se te ocurre creer que te voy a lastimar así? Me gustas, Jimin. Sí, eres mi mejor amigo y he estado con mujeres pero ahora me gustas tú.

Aparto mi mano de él y dejo la cama para ponerme de pie.

— Eso no puede ser. No puedes jugar conmigo, no puedes venir aquí ebrio y decirme que quieres experimentar conmigo, Yoongi. No soy una rata de laboratorio.

— ¿Cuándo he dicho eso? Te estoy diciendo que me gustas como para tener algo de verdad contigo —una risa falsa escapa de mis labios y más lágrimas.

— He estado para ti dos años, Yoongi  y no sé cuándo me enamoré de ti —él deja la cama y se pasa las manos por el cabello—. Estoy malditamente y estúpidamente enamorado de ti pero no por eso te vas a aprovechar de mí. ¡No soy un juguete!

— ¿Me estás diciendo que todo este tiempo has sentido algo por mí?

— ¡Sí! ¿Ahora te da asco?

— ¡No, idiota! ¿Cómo pudiste aguantar tanto? ¿Cómo pudiste verme con Yon tantas veces y...? Jimin, perdóname.

— Ni siquiera lo sabías, Yoongi. No sabes cuántas veces quise decírtelo pero entonces temía que te diera asco y me insultaras. Jin me lo dijo, nada se pierde con intentar pero soy muy miedoso.

— Lo hubieras escuchado y así nos hubiéramos evitado todo esto.

— Claro, para ti esto es fácil. Estoy confundido, hace unos minutos éramos mejores amigos y ahora se supone que tú eres gay igual que yo. Esto es estúpido.

— ¿Entonces te estoy dando la oportunidad de que tengas algo conmigo y tú dices que estúpido?

— ¡Esto no! ¡Nosotros somos los estúpidos! ¿No te da miedo que tu reputación caiga porque te vean conmigo o que empiecen a llamarte marica?

— Ya estamos bien grandes, Jimin. Y sabes lo que pienso acerca de la opinión de las personas, se pueden ir al carajo. Te quiero conmigo y ya lo decidí. Ya me hice a la idea —murmura buscando mi mirada en medio de la nula luz de la habitación. Cuando lo hace pone sus manos en mis hombros—. No puedo decirte que te amo. Pero realmente quiero intentar algo contigo, sé que tú también lo quieres.

— ¿Y sí después de un tiempo te das cuenta que estás confundido y solo querías probar? ¿Y sí solo... me usas? No estaría listo para eso jamás.

— ¿Crees que sí esa fuera mi intención no te habría drogado ya y me hubiera aprovechado de ti? —esboza una sonrisa después y limpia las lágrimas de mis mejillas—. Estoy bromeando, pero sí no estuviera seguro no habría venido aquí y te hubiera contado todo.

— ¿Entonces qué quieres, Yoongi? ¿Qué quieres de mí?

— ¿Puedo...? No...

Le miro confundido pero entonces después siento sus labios sobre los míos. Un beso casto, delicado, apenas un roce que me hace cerrar los ojos. Sus manos pasan detrás de mi cabeza y se cuelan entre mi cabello. Deposita otro beso y yo abro mis labios, tomo su labio inferior y él mi superior. El beso se profundiza y me aventuro a morder su labio. Entonces se detiene y abre los ojos.

— Quiero más de esto.

— Yo también.

¡Mírame, Min Yoon Gi!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora