Esta vez soy yo quien despierto sobre Yoongi mientras él duerme plácidamente. Estiro mi mano y miro mi celular para revisar la hora, siete de la mañana en punto. Mi reloj interno nunca me deja dormir hasta tarde, me rasco la cabeza y los ojos están a punto de cerrarse de nuevo cuando mi celular empieza a sonar y se me resbala de las manos cayendo a la cama y empezando a vibrar.
— Hum... Jiminnie, ven a dormir —estira su brazo y me toma de la camisa, caigo sobre la cama de nuevo y entonces él pasa sus brazos sobre mí y yo quedo con la cara en su cuello. Él suspira y se queda dormido de nuevo.
Pero el bendito celular no deja de sonar y vibrar bajo mi pierna y ya me está fastidiando. Entonces como puedo me salgo un poco de Yoongi y tomo el celular contestando de una vez.
— ¡Es la tercera que te marco y no estás en tu apartamento, Jimin! ¡¿Dónde estás?!
— No puedo hablar, Jin —susurro con cuidado de no despertar a Yoongi.
— ¿Cómo que no? Dime de una vez dónde estás Park Jimin.
— Estoy donde menos te lo imaginas.
— ¡Lo sabía! Nam me dijo que habías ido por ese idiota y aún debe seguir bebiendo, ¿no? Jimin, no pierdas tu tiempo ahí. Ven a casa.
— No... no me estás entendiendo.
— ¡Argh, Jimin! ¡Ven a dormir! Hablas mucho y no me dejas dormir, quiero sentirte —Yoongi se sienta en la cama y yo me quedo viéndolo, él abre los ojos luego de hacer puchero y mira el celular en mi oreja—. ¿Con quién hablas?
— Debo colgar.
— ¡¿Escuché bien, Jimin?! ¡No me cuelgues, tú y yo debemos hablar!
— Después, adiós.
He firmado mi sentencia de muerte pero Yoongi está tan serio que por las dos partes creo que estoy muerto. Él levanta la ceja y se cruza de brazos.
— ¿Por qué colgaste con tanta urgencia? ¿Quién era?
— Yo... na-nadie.
— Jimin, ¿qué quieres ocultar? —miro a otro lado y me tiro en la cama cubriendo la cara con una almohada, Yoongi la retira después—. ¿Y bien?
— Era Jin, se puso como loco cuando le dije que estaba contigo. Tú no le agradas mucho.
— No es como sí no lo supiera. Creo que eso tiene que ver contigo, ¿no?
— ¿Por qué me culpas?
— Con alguien debías desahogarte y oí algo de tu conversación con él en la cocina el otro día.
— ¡Yoongi! —busco la almohada de nuevo pero él niega y se sube sobre mí.
— No te cubras.
Me quedo quieto y me doy cuenta lo lindo que se ve por las mañanas. Su cabello sin orden alguno y aún con cara de adormilado. Su mirada va hacia mis labios y me levanto un poco para pasar mis manos por su cabello y atraerlo hacia mí mientras busco sus labios. Los cuales al conectarse causan muchas emociones en mí.
Aunque al inicio es un beso de esos suaves luego se torna más íntimo y necesitado. Mis manos viajan dentro de la camisa de Yoongi y la mano de este pronto está acariciando mi pierna llegando al borde de mi bóxer. La sensación me hace temblar levemente y suspiro cuando él lleva su mano hasta mi pecho y sube y baja.
Vuelvo a tomar su cabello y jalonearlo ligeramente, él gruñe y vuelve a poner su mano en mi muslo. Nuestras lenguas se encuentran y entonces hago algo que nunca había hecho. Yoongi saca su lengua mientras yo la chupo como sí fuera su pene y eso me pone mucho. Mientras yo sigo haciendo eso él pasa su mano sobre mi pene y uno mis cejas jadeando por el toque.
Él ríe levemente aún con el beso unido y toca el elástico de mi bóxer bajándolo. Yo levanto un poco mis caderas para facilitarle el trabajo. Cuando ya no lo tengo la mano de Yoongi vuelve a situarse en ese lugar y dejo de chupar su lengua para volver a besarlo como antes. Él suspira y me pierdo cuando sus dedos hacen presión en mi glande haciéndome unir de nuevo mis cejas y gemir.
Sigue haciendo lo mismo un tiempo más hasta que no puedo mantener mis pies quietos. Luego lo toma entre su mano y empieza a subir y a bajar, para este punto mi pene ya está muy erecto y duro. Sigue haciendo el mismo proceso mientras el beso continúa y yo me encuentro excitado a más no poder. Gimo sin poder controlarlo y mis caderas se mueven hacia su toque.
Deja mis labios para verme a los ojos. En los suyos veo un ligero brillo de pasión, yo me lamo el labio inferior mientras él me sigue masturbando. Me sonríe y besa mi frente.
— Quiero intentar algo para ti.
— ¿Qué...? —paso saliva y respiro profundo cuando vuelve a pasar sus dedos por mi glande lleno de líquido pre semeninal.
— Solo déjame.
Entonces su mirada se desconecta de la mía y baja para arrodillarse frente a mí y llevar su lengua a mi glande.
— ¡Yoongi! —aprieto mis ojos y mis manos se vuelven un puño.
Lame toda mi extensión y luego lo introduce a su boca. Yo abro mi boca para jadear, pero en cuanto siento el subir y bajar de su boca en mi pene me muerdo los labios para evitar gemir de manera fuerte. Mi respiración se vuelve más difícil de controlar cuando siento su mano subir debajo de mi camisa y acariciar toda la zona. Él sigue en lo suyo mientras que yo encorvo mi espalda.
— No te preocupes, me gusta mucho esto, Jiminnie.
Me dice pero no puedo abrir los ojos, soy un manojo de sensaciones y siento que estoy a punto de venirme. Su mano recorre mi extensión de nuevo antes de que vuelva a introducirlo de nuevo en su boca. Su lengua gira alrededor y mi vientre empieza a sentirse diferente es entonces con un gemido bastante agudo dejo mi esencia en la boca de Yoongi.
A diferencia de lo que creí él la traga y lame mi pene unos segundos más. Luego sube hasta mí y acaricia mis mejillas. Yo estoy sudado y con la respiración agitada.
— Abre los ojos, mírame —obedezco y él me mira como sí fuera un objeto valioso—. Eres realmente precioso cuando estás excitado, Park Jimin.
No digo nada solo busco sus labios sintiendo mi sabor en los suyos. Respiro profundo cuando él finaliza el beso y me mira con una sonrisa.
— ¿Ya lo habías hecho antes? —pregunto estúpidamente.
— Con chicas, pero esta vez me gustó más. Tu piel es tan suave y eres tan receptivo, Jimin. Me gustó mucho.
Cubro mi cara sonrojado y escucho su risa en la habitación. Besa mis dedos y siento que de verdad lo amo.
ESTÁS LEYENDO
¡Mírame, Min Yoon Gi!
FanfictionA veces creemos que las cosas no pueden ser, que nunca serán. Pero Park Jimin se dará cuenta que todo tiene su día, su momento perfecto y que su mejor amigo no está tan lejos como creyó.