24.

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Me doy la vuelta para empezar a caminar a la habitación por mi ropa pero entonces escucho la estufa apagarse y a Yoongi tomarme de los hombros.

- No, soy celoso y... lo siento por desconfiar, me hubieras dicho.

- No importa, tienes razón. Te lo pude decir. Ahora déjame.

- ¿Te irás? No, no, Jimin -escucho su voz necesitada y sus brazos cruzándose sobre mi pecho. Sonrío y acaricio su brazo.

- No, comer sin ropa es de mala educación. Tranquilo, te quiero demasiado como para irme por algo así.

- No me asustes, Park Jimin -dando una respiración fuerte se aleja y me nalguea-. Eso es por hacerme tener celos en vano.

Lo escucho decirme desde la cocina y ruedo los ojos. Me visto rápidamente y pido a todos los dioses del mundo muertos y vivos que Jungkook haya caído por Yugyeom. Salgo con una sonrisa y un olor hace que mi estómago ruga.

- ¿Qué tenemos aquí? -pregunto sentándome.

- Pastas a la boloñesa y algo de champán.

- Hum, me voy a engordar, Min.

- ¿Tú? ¿Gordo? Esos son mentiras, tú estás perfecto, amor.

- Cursi -arrugo la nariz negando y procedo a beber de mi copa mientras Yoongi finge estar dolido por lo que le dije-. Exagerado.

- Come.

Ordena y empiezo a devorar mi plato. Tan delicioso como siempre, gimo por el buen sabor y Yoongi me ve divertido. Me sonrojo y decido comer en silencio, él es un pervertido. Al terminar organizamos la cocina entre los dos y me estiro cuando terminamos. Camino con pereza hasta la cama y me tiro en ella, Yoongi llega, busca algo y entra al baño dejando la puerta abierta.

Tengo tanta flojera que ni le reclamo por eso. Minutos después sale y siento su aliento mentolado en mi mejilla.

- Sí no te levantas te vas a quedar dormido, Park.

- Tienes razón.

Camina al otro lado de la cama mientras yo voy al baño a lavarme los dientes y la cara. Vuelvo y las sábanas ya están a un lado, apago la luz y de nuevo la lámpara queda encendida. Busco a Yoongi y me acurruco a su lado buscando su calor, últimamente ha estando haciendo mucho frío por las noches.

- ¿Tienes frío?

- Mucho, dame calor.

- Como ordenes, bebé.

Antes de que lo note su mano está dentro de mi bóxer y me arranca un jadeo de golpe. Empieza a estimular de manera rápida y mis ojos se abren por la urgencia que tiene. Sujeto su mano con fuerza y trato de sacarla pero entonces él empieza a besar mi cuello y mi agarre ya no es tan fuerte.

Su mano sigue estimulando mi pene y muerdo mis labios para evitar un gemido alto. Mis caderas inconscientemente empiezan a moverse hacia su mano.

- ¿Aún tienes frío? -susurra en mi oído y muerde el lóbulo de mi oreja volviéndome loco.

Saca su mano y me da la vuelta en la cama para atacar mis labios, cosa que recibo gustoso porque con eso logra acallar todo ruido proveniente de mi boca. Muerdo sus labios y él los míos, sus manos viajan por todo mi cuerpo. Tocando, estimulando, jugando, dejando pellizcos que me hacen temblar y buscar más aire.

Sus manos llegan hasta mis botones y juega un poco con ellos. Luego se detiene levantándome con él y arrancando la camisa de mi cuerpo. Me quedo viéndolo y hoy se ve más rudo que las demás veces, creo que ya no puede aguantarlo más.

Nos miramos un momento apreciando cada rasgo del otro, cada marca, lunar, detallando nuestros rostros y de manera desesperada busco sus labios. Esos que amo tanto. Él gime en medio del beso y vuelve a meter su mano en mi bóxer tratando de quitarlo. Entonces me dejo caer en la cama y levanto las caderas como todas las otras veces.

Yoongi me ve y ladea la boca de manera traviesa. Pero entonces su mano es la que se dirige a mi entrepierna y su boca busca mis labios de nuevo. Pasa sus dedos delicadamente por la zona haciéndome estremecer ante cada toque. Busca que me concentre en sus labios pero es imposible cuando hace eso de esa manera.

Mis manos buscan desesperadamente el borde de su camisa para apartarla lejos y cuando logro mi cometido disfruto de tocar su piel con mis manos, de sentirlo tan cerca de mí. Desvío mi boca hacia su cuello, lamiendo y dejando mi rastro por toda la zona, muerdo su oreja levemente y luego sus clavículas. Yoongi se encoge y es ahí cuando aprovecho dejarle una marca tal y como él había hecho conmigo hace unos días atrás.

Cuando admiro mi obra de arte él me toma de la barbilla y conecta sus ojos con los míos.

- Qué pintoresco. Ahora, necesito que me quites esto de aquí abajo. En serio muero por estar dentro de ti, amor.

Me siento querido, amado y por fin completo. Le empujo hasta estar sobre él y con una mirada divertida busco la orilla de su bóxer pero esta vez no con mi mano. Esta vez uso mi boca y dientes, ante lo cual Yoongi jadea. Bajo un poco el elástico y dejo besos húmedos por toda la zona, lamo y con mis dientes halo el elástico ayudándome con mis manos. Cuando este está a mitad de camino lo jalo de un tirón y lo aparto por completo.

Vuelvo a subir y lleno de más besos húmedos la entrepierna del chico frente a mí. Con mi lengua recorro el lugar como sí fuera nuevo y muerdo levemente la zona cerca de sus muslos. Yoongi jadea de nuevo y yo sonrío. Entonces sin que se lo espere engullo su pene de una vez y eso lo hace gemir de manera muy ronca. Lo cual hace que mi pene se endurezca más.

Paso mi mano por el y pronto siento el líquido pre seminal mojar mis dedos al igual que lo siento en mi boca por la excitación de Yoongi. Esa acidez en mi boca ya la conozco como suya. Subo y bajo, engullo y entonces cuando siento que él ya se iba a venir y yo también me aleja respirando agitadamente y me besa unos segundos.

- De verdad quiero estar en ti.

¡Mírame, Min Yoon Gi!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora