Yoongi abre la boca por completo y siento cómo mi pene es engullido por su garganta. Hago mis manos puños sobre las sábanas de su cama y me arqueo un poco cuando lo saca de su boca y solo hace un vaivén demasiado delirante. Luego sus manos se hacen presentes y empieza a acariciar también mis testículos con mi líquido pre seminal.
A partir de ahí ya estoy perdido. Busca mis labios mientras su mano hace el trabajo abajo y me apego lo más que puedo a él, a su aroma, a lo que él es y hace conmigo. Su pecho desnudo contra el mío se siente realmente bien. Con su lengua delinea mis labios y eso me hace contraer me más. Yoongi es un dios del sexo y hasta hora me entero.
Con una sonrisa traviesa me deja y vuelve a engullir mi pene en su boca. Mis manos van hacia su cabello empujándolo a marcar un ritmo porque ya estoy a punto de venirme. Y justo minutos después es lo que sucede, me vengo tan fuerte que por un momento creí que era un sueño. Yoongi traga todo y sube a besar mi frente mientras yo estoy sudoroso y jadeante.
— Me encanta verte de esta manera, lo digo en serio.
— Espera... —murmuro respirando erráticamente. Yoongi lleva mi cabello hacia atrás y me ve confundido.
— ¿Que espere? —asiento mientras paso la lengua por mis labios.
Entonces me siento con control sobre mí de nuevo y lo empujo quedando yo arriba de nuevo. Vuelvo a besarlo mientras me muevo sobre su erección, ah, así se siente mucho mejor. Yoongi gime cuando muerdo su labio y entonces mi mano busca el elástico de su bóxer.
— Quítatelos —susurro sobre sus labios y entonces me siento subir un poco.
Yoongi ha subido las caderas, le sonrío mientras mis manos sacan el molesto bóxer. Tengo que aferrarme a sus hombros cuando siento el roce de nuestros miembros al desnudo.
— Oh Jimin... demonios...
Jadea por lo bajo y yo vuelvo a mover mis caderas mordiendo mi labio y con los ojos cerrados concentrándome solo en el roce. Yoongi me toma de las caderas y una vez más incrementa el ritmo. Yo soy un mar de jadeos y gemidos mientras solo escucho la respiración fuerte de Yoongi debajo de mí.
— Abre los ojos, Jimin. Vamos, bebé.
Obedezco y veo la imagen más erótica y perfecta frente a mí. Yoongi mordiéndose el labio, sudor en su frente y su cabello sin orden alguno. Sin pensarlo dos veces me lanzo a su labios en un beso desesperado. Cuando me retiro sus labios están rojos y húmedos por los bordes, supongo que yo estoy peor.
Detengo todos los movimientos y él me ve confundido. Le sonrío y dejo un casto beso en sus labios. Atento a su mirada bajo a gatas hacia atrás para encontrarme con su gran erección.
— Disfruta —le digo viéndolo a los ojos y él pasa saliva.
Lamo la base sintiendo las venas alrededor de este, miro a Yoongi un momento mientras me ve fijamente. Más confiado y seguro chupo su glande, Yoongi gime. Me preparo y engullo todo su pene en mi garganta, no soy un profesional pero no me dan arcadas. Repito la acción tres veces más y Yoongi me ve con una sonrisa cuando busco sus ojos de nuevo.
Me acomodo mejor y con mis manos estimulo sus testículos mientras que con mi boca hago un vaivén con un ritmo rápido, arriba, abajo. Mi lengua trabaja en marcar todo, en hacer que él sienta que está más apretado para que lo sienta mejor. Doy paso a mis manos en toda su base y entonces Yoongi tiene la cabeza hacia atrás y la boca abierta.
Toco mi pene y este despierta al instante. Yoongi es una obra de arte erótica perfecta por donde lo vea. Vuelvo con mi boca a hacer el trabajo y engullo todo de nuevo. Sigo así hasta que él se sienta y me toma del cabello haciéndome ir más profundo y marcando un ritmo. Jadea y yo me toco también, mi lengua hace presión en su glande y en un momento siento la esencia de Yoongi en mi boca.
Lo escucho respirar profundo mientras yo trago todo y me encargo de dejarlo limpio. Cuando termino me siento apoyando mi trasero en mis pies y Yoongi me sonríe.
— Eres un dios en esto, Jimin. Ven aquí.
Estira su mano y yo lo busco, mis labios de nuevo junto con los suyos. Esta vez en un beso más romántico. Su mano sobre mi mejilla y la mía en su oreja y cabello.
— Ya ves porqué no puedes tocarme de esa manera, Min —le acuso una vez que nos separamos y empiezo a buscar mi pijama sobre la cama.
— Nada de eso. Me encanta tocarte y verte gemir, a la próxima voy a tomar fotos. Es algo preciado, Park.
— No dejaré que me hagas fotos, Yoongi. Que se queden en tu memoria, al menos ahí estoy seguro que nadie más las verá —sonrío cuando encuentro el bóxer y me lo pongo. La camisa la paso en un simple movimiento y miro expectante a Yoongi—. ¿No te vas a vestir?
— No intentaré nada más, me has dejado sin energías, ven —me sonrojo pero gateo hasta él—. Te ves tan malditamente sexy cuando haces eso.
— Lo sé —bromeo y me acuesto a su lado en cucharita. Él apaga la luz y pronto quedamos a oscuras.
— Pero en serio, Jimin. Lo haces de maravilla.
— ¡Yoongi! —me remuevo bajo su toque y él me muerde el hombro—. ¡Hey!
— No hagas eso, aún estoy sensible —me quedo estático y obedezco, su ligera risa suena y besa mi cabello—. Descansa, bebé.
— Te quiero, Min.
— También yo, mucho.
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¡Mírame, Min Yoon Gi!
FanfictionA veces creemos que las cosas no pueden ser, que nunca serán. Pero Park Jimin se dará cuenta que todo tiene su día, su momento perfecto y que su mejor amigo no está tan lejos como creyó.