Albert pov.
Estoy en mi casa, recostado en la cama de mi habitación mirando hacia el techo mientras escucho algo de música y aún no puedo creer lo que acabe de ver. A Jonny cantando... este chico es... es... es....perfecto. La vida le dio un montón de dones a una persona, es buen futbolista, recuerdo cuando el solo subió con el balón hasta la portería y sobrepaso a varios jugadores del otro equipo, es buen estudiante, juega muy bien a los video juegos y además es un buen cantante, no recuerdo haber oído cantar a alguien así y que de verdad me gustara lo que canta, también es guapo, carismático, tierno... para, ¿en qué estás pensando Albert?
-¿por qué me pasa esto con él? –digo mientras me siento en el borde de la cama y pongo mis manos en la cabeza preocupado por todo esto que creo sentir.
Jonny pov.
Hoy estuvimos todo el día ensayando la presentación que haremos la próxima semana ya son las 6 de la tarde según mi reloj y estoy cansado y hambriento. Por suerte tengo un buen lugar a donde ir a comer y gratis, si al "café-bar" y es donde me dirijo con Bea.
-estoy cansada y pensar que cuando llegue a mi casa debo seguir con el trabajo de la ingeniera Estefany. –se queja Bea mientras caminamos.
-bueno es tu culpa por no terminarlo a tiempo.
-sí, pero no todos somos tan hábiles para los estudios, los deportes, la música, en fin nadie es tan bueno para todo como tú.
-que te puedo decir... así soy yo. –le digo mientras acomodo mis lentes para molestarla.
-no hagas eso don perfecto, si no quieres morir. –me amenaza levantando un puño y mirándome muy enojada.
-ok, mira en el café te ayudo con tu trabajo para que termines rápido.
-¿en serio? Por eso te amo y no voy a dejar que nadie te aparte de mí.
-si sé que me amas, pero... -me detengo a pensar al ver su rostro en mi recuerdo y sonrío porque es alguien que me hace feliz al tener su compañía.
-pero... amas a otro y ese otro es Albert.
-¡no empieces! –le digo alzando un poco la voz para que no me moleste.
-pero es verdad, te acordaste de él y te sonrojaste un poco. Además siempre sonríes si alguien lo menciona, incluso antes que lo conocieras... cuando decíamos el chico del ascensor siempre sonreías de esa manera, aunque te hicieras el ofendido te hace feliz pensar en él.
-es imposible discutir contigo... eres una de las pocas personas que en verdad me conoce. –le digo mientras paso mi brazo derecho por sus hombros para abrazarla como un buen amigo y ella hace lo mismo con su brazo izquierdo, somos los mejores amigos hermanos que pudieran haber en el mundo.
Después de caminar unos minutos llegamos al café y nos sentamos en la barra del local para pedir algo de comer, pero lo que no me imagine al llegar es que debajo de la mesa saliera Jhon con un uniforme de mesero, bueno el chaleco de color rojo que te identifica como trabajador del lugar.
-hola muchachos, ¿qué les puedo servir? –nos pregunta Jhon con una libreta de anotaciones y un lapicero en sus manos para anotar el pedido.
-¿pero qué haces ahí? –le pregunto sorprendido.
-¿no ves? Está trabajando. –responde Javier quien sale de la cocina con una bandeja de comida en sus manos, la pone en la barra y llama a un mesero diciendo que la orden de una mesa esta lista.
-¿trabajando? –pregunto aún confundido.
-¡Si, Trabajando! –replica Javier y pasa su brazo izquierdo por encima de los hombros de Jhon para abrazarlo. –es mi nuevo socio. –dice mientras con su mano izquierda le da unas palmaditas en el pecho a Jhon.
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El HILO ROJO DEL DESTINO. (En Edición)
Fanfiction¿Has tenido alguna vez la sensación de que hay algo inexplicable que te une a otra persona? ¿Has sentido un magnetismo hacia alguien que te ha llegado a desconcertar? ¿O es simplemente tu imaginación? ¿Estamos unidos a las personas que conoceremos...