Capítulo Final

300 24 41
                                    

Jonny pov.

Ha pasado dos años desde ese terrible fin de semana donde Diego, sus amigos y Alejandra nos secuestraron a mí y a Albert, pero la vida siguió su curso ahora estoy terminando el tercer año de mi carrera, al igual que todos mis amigos, excepto Javier que sigue trabajando en el bar y Andrés que también trabaja como doctor.

-Todo está bien ahora porque el primer año fue muy duro para mí, aun así es difícil venir y visitarte en este lugar. –menciono mientras dejo un ramo de rosas al lado de esa lapida a nombre de Albert y lágrimas se deslizan sobre mi mejilla.

Esa noche pensé que todo está bien y que seguiría así, pero el destino tenía algo más planeado.

Hace dos años...

Albert y yo estábamos siendo examinados por los médicos, mientras tanto los policías tomaban nuestra declaración.

-y eso es todo lo que paso. –les dije para terminar.

-muy buen gracias, con esto ellos estarán mucho tiempo en la cárcel. –menciona el oficial mientras dirige la mirada a ellos. Están esperando que los suban a la patrulla de la policía especial para llevarlos a prisión y se notaba gran ira en la mirada de Diego y la de Alejandra. Los otros dos parecen estar arrepentidos de todo, pero ya es tarde deben pagar por sus acciones.

-vamos no les prestes atención. –menciona Albert mientras me abraza y me da un pequeño beso en la mejilla.

-sí, no tenemos nada más por qué preocuparnos... excepto por los estudios, no? –le pregunto y Albert con una sonrisa asiente con la cabeza y besa mis labios.

-por suerte nos quitamos ese dolor de cabeza. –expresa Bea acompañada de William.

-sí, pero es una pena que Isabel muriera. –menciona Sol mientras se seca una lagrima de su mejilla y Richard la abraza para confortarla. –si no fuera por ella no los hubiéramos encontrado.

-sí, al final hiso lo correcto y está ahora en un mejor lugar. –dice Jhon sujetando la mano de Javier.

-bueno dejemos esa cara larga... mejor vamos al bar les preparare algo delicioso para comer, Albert, Jonny. – dice Javier para levantarnos el ánimo.

-está bien porque muero de hambre. –le respondo.

-yo también quiero ración doble de lo que cocines. –dice Albert y todos gritamos sí.

En ese momento los oficiales de la policía especial escoltaban a los presos a los autos.

-celebra todo lo que quieras enano cuatro ojos, pero al final seré el que ría al último. –grita Diego mientras es empujado por un oficial, entonces Diego se enoja y empieza a forcejear y toma la escopeta que el policía llevaba.

Antes que nos diéramos cuenta estaba apuntando hacia mí y logro hacer que disparara, se escucharon gritos en medio de un gran estruendo, luego Diego es inmovilizado en el suelo.

Todos estaban protegiendo a alguien, Richard a Sol, Oscar a Claudia, Javier a Jhon, William a Bea y Albert a mí, pero la diferencia es que al ver a Albert este me sonríe y sangre empieza a gotear por la comisura de sus labios y se desvanece en mis brazos, siento húmeda su espalda con mis manos y al verlas están llenas de sangre.

-Albert, Albert háblame. –le digo desesperado mientras lo recuesto en mi regazo.

-Jonny... -menciona tosiendo. –qué bueno... que estas... bien. –y me acaricia la mejilla con su mano y la sostengo fuerte.

-ayuda, por favor un médico. –grito desesperado, los paramédicos que venían con los policías corren y me separan de él.

-su pulso está bajando muy rápido. –Menciona uno de ellos y ponen una extraña bolsa en su cara para darle respiración y otros traen ese aparato que utilizan para reanimar con electricidad (Desfibrilador) –uno, dos, listo... uno, dos, listo. –lo hicieron un par de veces, pero al final se miraron entre ellos y dijeron que no con la cabeza.

El HILO ROJO DEL DESTINO. (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora