El HILO ROJO DEL DESTINO. (En Edición)

Capítulo 23.

"las verdades no duelen, lo que duele es que te las oculten" (minglano)

Albert pov.

Mi celular no ha dejado de sonar desde anoche, Alejandra está muy enojada por dejarla abandonada con su amiga en la universidad, pero no quiero que me vea en esta situación. Y otra vez estoy mirando el techo de mi habitación, recordando todas las cosas que viví con Jonny.

-Si tan solo...- me digo a mi mismo mientras mi celular vuelve a sonar. Alejandra en serio está molesta, siempre llama intensamente cuando se enfada, pero no quiero hablar con nadie y finalmente apago el celular y sigo pensando en todo lo que paso.

Jonny pov.

Anoche después de que se supiera toda la verdad me quede en casa de mis padres, bueno nos quedamos con los muchachos... como en los viejos tiempo, Bea y Sol están durmiendo en la cama y con Oscar, Cristian, Javier y Jhon estamos en un colchón en el suelo.

Pero no eh podido pegar un ojo, "porque es tan fácil enamorarse y tan difícil cuando se tiene que decir adiós".

-¿Por qué cuando dormimos juntos es un problema dormir? –me replica Jhon, creo que la semana pasada paso lo mismo en mi departamento.

-mejor no molestes, tú al menos tienes alguien que te quiere. – y le señale a Javier que lo abrazaba de la cintura mientras dormían. Jhon solo me muestra el dedo medio de su mano y se voltea para abrazar a su novio y seguir durmiendo mientras sigo mirando el techo pensativo.

Son las 6 de la mañana y apenas pude dormir, así que me levanto y voy a la cocina ya que mi estómago me pide algo para comer. En la cocina preparo algo de café y mientras espero reviso mi celular, solo tengo llamadas perdidas de Isabel... tendré que hablar con ella y decirle que no me interesa de esa forma.

-que bien café, lo necesito. –me dice Javier mientras pasa su brazo por mi hombro y descansa su cabeza en mi otro hombro.

-ja, si te ve Jhon haciendo eso creo que te golpearía.

-él sabe que lo quiero, y que tú eres mi amigo y creo que necesitas esto también. –me dice mientras me gira y me abraza. Lo que hace que me reconforte, solo siento que mis lágrimas empiezan a rodar por mis mejillas y me aferro con un abrazo a Javier, mientras saco todas las lágrimas que están acumuladas en mí.

-¿ya estas mejor? –me pregunta cuando logro calmarme después de un rato.

-sí, pero era mejor que no lo hubieras hecho... me desarmaste. –le digo mientras limpio mi rostro.

-Creo que necesitabas un hombro donde llorar.

Le doy una sonrisa mientras asiento con la cabeza, aunque anoche también llore creo que ahora estoy mejor listo para afrontar lo que viene respecto a mi amistad con Albert. Seguro no quiere volver a verme pero tengo que hablar con él una vez más.

Ya es medio día y regrese a mi departamento después que los demás pudieron descansar en la casa de mis padres. Aún me duele el rostro por los golpes de anoche, pero por suerte no me dejaron moretones y también me pregunto espero que tampoco lo haya lastimado mucho.

-¡Estas muy pensativo! –me dice alguien, sacándome de mis pensamientos. Últimamente me la paso pensando demasiado.

-ahh Gabriel, ¿pero qué haces aquí? –le pregunto sorprendido al verlo parado frente a la puerta de mi departamento. -¿Cómo sabes que vivo aquí?

-ya te había visto salir de aquí cuando iba a la universidad en el Bus y estoy aquí porque quiero hablar contigo... "Jay". –cuando me dice eso, me sorprendo como se dio cuenta... aunque la verdad no me interesa, ya que la única persona que no quería que se enterara ya lo sabe.