Sin daños a terceros

Capitulo 23

Pov Christian

Un toque en la puerta interrumpe el cuento que mi madre le esta contando a Chris, acostada en la cama junto a él. Por suerte ya esta mucho mejor, después de despertar, comió algo ligero, vio televisión, uso su tablet y termino cansándose de hacer lo mismo.

Si no es por mis padres que llegan no sé que seria de mi en estos momentos. Leyla esta con nosotros, pero es como si no lo estuviera, esta metida en su teléfono "trabajando".

—Pase. —digo y mi padre deja el periódico sobre el sofá. La puerta se abre solo un poco y una cabellera castaña se asoma.

—Hola... —susurra Josh temerosa pero con una gran sonrisa.

—Josh. —grita mi hijo emocionado y se incorpora en la cama. —Entra, ven... —la llama con sus manitas.

—¿Puedo pasar? —pregunta mirándome.

—Por supuesto. —me pongo de pie y puedo ver el gesto de fastidio en la cara de Leyla. Le hago una mirada de advertencia y ella solo suspira, intercambia miradas con mi madre y a esta ultima también la miro, se pone de pie y cierra el libro, para luego ir junto a mi padre.

La puerta se abre y la veo pasar seguido de su abuela. Le sonríe ampliamente a mi hijo y bo me pasa desapercibido que trae una bolsa en la mano, con un lazo azul y con el nombre de mi hijo. La señora Steele pasa y se queda observando como todos la mágica interacción entre ellos. Me mira y esta vez me pide permiso para acercarse. Ladeó la cabeza y ella encantada acorta la distancia entre ellos.

—¿Como estas? —inquiere preocupada. —Ava me dijo que estabas enfermito y me preocupe mucho.

—Estoy bien. —mi hijo sonríe ampliamente y se pierde en los ojos  miel de su visita, ella le sonríe de vuelta.

—Mi abu me ayudo a prepararte unos cup cakes de caramelo, sé que ayudaran a que te sientas mejor. —Esto ultimo lo susurra pero todos lo escuchamos.

—No creo que sea conveniente que coma eso. —acota Leyla con voz dura y veo a Josh tragar en seco.

—Si puede. —agrega mi madre, quien no deja de mirarlos y sonreir. —Creo que un poco de dulce puede animar a mi niño. —Josh sonríe, pero no como lo hizo antes. —¿Solo trajiste para Chris?¿No hay algo para mi? —Creo que esta princesa ya se robo otro corazón.

—Si hay. —responde emocionada. Ayuda a Chris abrir la bolsa, saca un recipiente y le da uno. Luego recorre la habitación y nos ofrece uno a cada uno. Como siempre, Leyla le hace el desplante.

—¿Tu no vas a comer? —pregunta Chris. —Estan deliciosos. —Esto ultimo lo dice con la boca llena y me hace sonreir, pero también le doy la razón, estan muy buenos.

—No, en la casa hay para mi y para Ava. —mi hijo asiente y toma otro de la bandeja, lo como encantado y suspira ante cada mordida.

—¿Tu mami se fue?

—Si, —suspira triste. —Despues de dejarme en el colé.

—No estes triste, esos días van a pasar rápido. —pone su manito sobre la de ella que descansa en el colchón, se miran y trago en seco al ver la muestra de amor mas pura que he visto en mi vida.

—Gracias. —susurra avergonzada y retira su manito. —Espero te mejores pronto y puedas volver al colé.

—Yo igual. —ella se inclina y deposita un fugaz beso en su mejilla, seguido de un tierno abrazo que hasta a mi me roba el aliento.

Josh se despide y me sorprende ver que mi madre le pide un abrazo, que ella encantada le da, lo mismo con mi padre y luego conmigo. Las acompaño hasta el pasillo y me pongo a la orden de la señora Steele.