Sin daños a terceros

Capitulo 19

Pov Anastasia

Lo que empezó como un simple paseo, término siendo una noche muy especial. Me entregue a Christian por amor. Sus besos y caricias me hicieron sentir viva, plena. Lo mejor de todo es que no sentí culpa, mas bien, esto es una recompensa, la mejor que he recibido después de mí hija, a tantos años de infelicidad, desprecios y engaños.

—¿Lista? —pregunta Christian cuando sale del baño. Lo veo secar su pelo con una toalla de mano y recuerdo que tuve que salir huyendo de la ducha, porque sino, ni vestida estuviera.

Nuestra mirada se junta a través del espejo y le respondo con otra sonrisa. Acomodo mi blusa y asiento no muy convencida. Al parecer nota mi indecisión y se acerca sin apartar su mirada de mi. Sus manos se enrollan en mi cintura dándome esa seguridad y calidez que solo sus brazos suelen darme, besa mi cuello y me vuelvo a estremecer. —Te quiero. —susurra en mi oído y le ordeno a mi mente recordar y reproducir esas palabras, siempre. Recargo mi cuerpo en su pecho, cierro los ojos y suspiro al sentir otro beso.

—Yo mas, Christian. —susurro. Acaricio sus manos en mi cintura las entrelazó con las mías y me pego mas él.

—Es tiempo de irnos. —dice segundos después, me quejo ruidosamente y el estalla en una carcajada, lo miro y se pone serio. Me pone frente a él y toma mi cara en sus manos. —Esto no es un adiós Anastasia, mas bien, un hasta luego. Después de esta noche, me sera imposible estar sin ti por mucho tiempo. —Me besa castamente y me toma de las manos.

Salimos de la cabaña y como vinimos antes, me subo en el auto con él y Taylor nos sigue en el mio. Vamos sumergido cada uno en nuestros pensamientos, una musica instrumental nos acompaña. Me abstenga de mirarlo, mas ahora que tengo ganas decirle que de la vuelta y vuelva amarme.

El auto de Christian se detiene en un punto intermedio de la carretera. Aquí debemos despedirnos.

Suspira con fuerza y eso me obliga a mirarlo. No quería hacerlo, no quiero que note mi tristeza. Pero es algo que simplemente no puedo ocultar. Quita su cinturón y yo lo imito. Me atrae a él y me abraza con fuerza. Hago lo mismo y olfateo su cuello con desesperación, necesito guardar su aroma en mi memoria, en mis sentidos.

Me hace mirarlo y puedo notar el mismo sentimientos en él. No quiere dejarme. Acaricia mi rostro como lo hice horas atrás y luego me besa de manera desenfrenada, no tiene compasión de mis labios y realmente no quiero que la tenga. Entregarme a él, fue una de las mejores decisiones que he tomado, aunque tomo el riesgo de enfrentar duras consecuencias.

Su forma de amar fue única, mi cuerpo para él fue un templo, el cual beso, acaricio y amo. Nunca me había sentido así y no creo que pueda volver a sentirlo si no es con él.

Siento lágrimas rodar por mis mejilla y el separa nuestros labios, las limpia y me pide que lo mire.

—Hey. ¿Que pasa? —pregunta preocupado. Yo niego y ahora soy yo quien lo beso. Como le digo que ahora siento miedo, demasiado miedo. Me da pavor convertirme en una mas. —Anastasia... —susurra y me obliga abrir los ojos. Limpia mis lágrimas otra vez. —Te quiero, te quiero mucho nena. —besa mis ojos y trago en seco.

—Yo también te quiero... —sollozo. —Solo te pido no juegues conmigo Christian, estoy apostando todo por esto. Tengo miedo de perder . A ser una mas.

—No, eso nunca nena. Creeme. Necesito que confíes en mi como yo confió ti y veras que todo saldrá bien. ¿De acuerdo? —asiento y me vuelve a besar.

Bajo del auto y voy al mio de prisa, Taylor ya me espera con la puerta abierta.

—Gracias. —susurro con voz ronca.