Sin daños a terceros

Capítulo 6

Pov Christian

Sabia que algo malo estaba pasando cuando la escuche llorar a través de la linea telefónica, pero ver su hermoso rostro marcado y mal disimulado con maquillaje es horrible. Quiero ir donde Clark Collins y partirle la cara. ¿Como se atreve hacerle esto? ¿Que le da derecho hacerlo? Y lo mas contradictorio ¿Por que ella lo permite?.

Anastasia esta renuente hablar del tema y si intento descubrir lo que esta pasando a la fuerza, sólo terminaría alejándola. Escucharla decir que soy un completo extraño para ella fue duro, llevamos poco conociéndonos pero me encantaría pasar lo que me resta de vida conociéndola.

Me pide que baje del auto y aunque quiero quedarme para borrar esa tristeza que se refleja en su mirada decido complacerla, no sin antes hacerle saber que estoy por y para ella.
Me acerco a ella quedando solo a centímetro de su cuerpo, absorbo su delicioso aroma mientras mi mano acaricia su mejilla, hacer contacto con su piel hace que olvide todo y me llena de calma, la misma que perdí al verla lastimada y vulnerable. Pero no solo ella tiene ese efecto sobre mi, yo también lo ejerzo sobre ella, la veo cerrar los ojos, se duerme ante mi caricia y disfruto verla en paz aunque sea unos segundos.

—Estoy aquí para lo que necesites, no dudes en llamarme. No importa la hora, yo vendré por ti. —abre los ojos sorprendida y antes que diga algo mas, salgo del auto. No creo que pueda estar un segundo mas con ella y no besarla, aunque es lo que mas deseo, no podría hacerlo realmente, ella esta pasando por una situación difícil y hacerlo sería aprovecharme cobardemente de la situación.

Subo a mi auto y cierro la puerta de un portazo. Me encuentro con la mirada acusadora de Taylor, niega y pone el auto en marcha. Suspiro profundo y volvemos a mirarnos por el retrovisor.

—Di, lo que tengas que decir Taylor. —bramo enojado.

—No estuvo bien que actuarás asi, no frente al colegio de los niños y con la madre de la compañera de tu hijo. —Me reprocha y eso me enoja mas, si tan solo supiera el porque de mi actuar, no estaríamos camino a GHE sino a SIP y entre los dos lo estuviéramos reventando a golpes.

—El la golpeo. —siseo entre dientes y el lo maldice sorprendiéndome, pero tiene toda la razón, Clark Collins es un mal nacido, hijo de su madre. —Se niega hablarlo, según ella soy un completo desconocido. —esto ultimo lo digo con dolor.

—¿Que vas hacer al respecto? —Todoa estos años siendo mi sombra, lo han hecho conocerme demasiado.

—Voy a cuidarla desde dentro. —Me mira con curiosidad. —Voy a invertir en la editorial, seré su socio y buscare ganarme su confianza.

—¿Ella sabe que vas invertir en la editorial? —niego. —Si quiere ganarte su confianza, deberias contarle de tus planes. No llegar como rey y señor a dar ordenes en su negocio.

—Eso pensé, buscare la forma de contarle antes de. No me gustaría que piense que la acercamiento fue solo por hacer negocios con ellos...

******

Después de un largo día trabajo voy llegando a casa, mi refugio donde me espera lo único real que tengo en esta vida mi hijo. Me adentro al vestíbulo y como siempre las notas del piano me reciben, solo que esta vez un voz fuerte y enojada las hace detener.

—Puedes dejar de hacer eso. —grita Leyla. —Se me esta partiendo la cabeza y ese maldito piano no me deja mejorar.

—Pero mami. —Se defiende mi hijo.

—Mami nada Christopher. —vuelve a gritar, veo como lo levanta de la banqueta del piano con fuerza y lo zarandea.

—Suelta a mi hijo, Leyla. —demando con voz fuerte, lo suelta con rapidez y es como si quemara, me mira horrorizada mientras mi hijo luce asustado. Ladeo la cabeza y el corre hacia mi. —Que sea la ultima vez que le pones la mano a mi hijo de esa forma. Si no te gusta que toque el piano, ponte unos tapones, encierrate en tu habitación y si ninguna de las anteriores te agrada las puertas están abiertas.