Sin daños a terceros

Capítulo 3

Pov Christian

Con tan sólo horas de conocerla, esa pequeña, hermosa y rebelde castaña ha puesto mi tranquilo mundo de cabeza. Con solo una mirada, despertó en mi ese lado protector y acosador que hace tiempo creí olvidado. No había disfrutado tanto de tener una mujer en mis brazos como cuando ella y su delicioso aroma invadieron mi espacio y lo ocuparon por completo.

Como es posible que un simple roce, pudiera despertar tantas cosas en mi, que una mirada pudiera transportarme a otra dimensión y que su hermosa y desafiante voz, fuera musica para mis oídos. ¿Donde estuvo ella todo este tiempo? ¿Donde estuve yo? Que no tenia el placer de conocer a esta enigmática mujer.

No pude resistirme y después fe que se negara a que yo la llevara a casa, le pedí a Welch un informe sobre ella. Es una mujer con muchos logros profesionales y aunque el idiota de su marido esta al frente del negocio familiar, el éxito se lo deben a ella. Solo que su vida marital empaña todo a su alrededor y por lo que dice este informe, si no fuera por su preciosa hija, ella sería una mujer libre y feliz.

Uno como padre no piensa en si mismo cuando de nuestros hijos se trata. Yo no planee ser padre, menos con Leyla. Pero paso y tuve que asumir mi responsabilidad y hacer cosas que nunca pensé haría, solo para proteger a mi hijo, mi familia y mi reputación. Leyla conocía esa lado oscuro que todos desconocían y la amenaza de un posible aborto, pusieron en Jaque mi mente. Al final acepte pero con condiciones. Por un año intentamos ser una familia feliz, como todas pero fracasamos de una manera monumental, ya que somos muy diferentes en carácter y pensamientos. Seis años después seguimos viviendo juntos en la misma casa, pero cada quien en su mundo. Lo único que nos une es nuestro hijo que a pesar de no recibir toda su atención, la adora.

De mi parte, Christopher es mi vida. Mi punto de partida y llegada. Al principio tenia miedo de no hacerlo bien, de fallarle como mis padres biológicos a mi, pero fue todo lo contrario, los papeles se invirtieron y quien acabo aprendiendo fui yo. Cada aventura es una nueva y divertida enseñanza. Nos parecemos tanto, no solo en el físico, también en los gusto y eso hace que compartamos casi todo.

La puerta de mi estudio se abre y como si fuera telepatía, mi campeón aparece.

-¿Puedo pasar? -pregunta a pesar de saber la respuesta. Pero su educación y respeto, lo sobrepasan. Asiento y cierro el correo mientras lo veo acercarse. Para mi sorpresa trae dos batidos en sus manos, me entraga uno y sonrió encantado.

-Gracias. -el sonríe y luego se lanza sobre mi, nos fundimos en una cálido abrazo, de esos que tienen la capacidad de reiniciarte. Se sienta frente a mi y empezamos a tomar nuestro batido. Extiende su mano y me pasa una galleta de avena. -¿Que planes tenemos para hoy? ¿Quieres ir a navegar? -me sorprendo cuando el niega. -¿A planear? -vuelve a negar y es aun mas extraño. -¿Nos vamos a quedar en casa, un sábado?

-No. -dice apenado. -Pa, es que... -esta nervioso. -Hoy se estrena una película y toda mi clase va a verla esta tarde. Hable con mi Ava y mi tía Kathe va llevarla, con la mama de Jhos. -veo cierto brillo en sus ojos al mencionar ese nombre. -Queria pedirte permiso para ir con ellas.

-Entiendo. -digo algo desanimado. Los fin de semanas son solo de nosotros, pero como dijo mi madre tengo que entender que ya él no es un bebé y necesita hacer su propio ambiente fuera de casa.

-Si quieres, mañana vamos a navegar. -emplaza y eso me hace sonreír.

-Esta bien, ve con ellas campeón. Le dijiste a tu madre.

-Si. Pero hoy tiene algo en la boutique y no puede ir con nosotros. -dice algo triste y aquí es donde Leyla pierde todos sus puntos conmigo ella prefiere su negocio que pasar tiempo de calidad con su hijo. Lo miro por unos segundos y no puedo resistirlo.