Capítulo 13

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Pov Christian

Es momento de regresar y por absurdo que parezca, sino fuera por Christopher no me alejaría de ella. Son contadas las veces que la pase tan bien con una persona que no fuera mi hijo. Valió la pena cada segundo en el volante y la angustiosa espera. Porque tenerla en mis brazos es una sensación única, disfrutar de sus besos, mejor aún, ser correspondido de esa arrebatadora manera no tiene comparación.

Su matrimonio es algo difícil, pero la mantiene atada a ese hombre y me siento tan identificado con ella. Yo también me siento atado a alguien que no amo, que no deseo y solo es bienestar de mi hijo lo que me obliga a permanecer a su lado.

Es increíble como de un día para otro pueden cambiar las cosas, como la llegada de una pequeña castaña puede despertar sentimientos dormidos desde hace mucho tiempo y te obliga hacer cosas que nunca imaginaste solo por estar con ella, disfrutar de sus besos y embriagarte de su aroma. Como lo hago ahora, mi cuerpo permanece hundido en su cuello y me declaro adicto a su olor, a la calidez de su toque, a la sinceridad de su sonrisa.

Me declaró adicto a Anastasia Collins.

—¿Hey que haces? —pregunta con diversión cuando mi barba roza su cuello, siento como se estremece y levanto la cabeza para confirmar lo que su cuerpo ya me demostró. Ella siente lo mismo por mi. Solo que ahora siento un miedo enorme a que esto no se repita, a que estando en casa se arrepienta y ponga una distancia entre nosotros, cosa que no permitiré. Mi mirada se torna seria y pego mi rostro solo a centímetros del suyo, grabando cada parte de ella en mi mente, sólo así creo que soportare hasta que podamos volver a vernos.

—Prometeme que lo vamos a repetir. —susurro pegado a sus labios con ansiedad. —Y que vas a llamar si me necesitas y aunque no lo hagas llamaras.

—Lo prometo, Christian. —Su convicción me hace sonreír y sin mas la beso,

*****

—No es necesario que hagas eso, de verdad puedo tomar un bus. —La miro de soslayo y niego. Es la tercera vez que se niega y esto es algo en lo que jo voy a ceder, ya mucho tengo con tener que dejarla en medio de la carretera para que regrese a casa sin que nos vean. —Por favor Christian.

—No. —sentencio, veo como deja caer todo su peso sobre el asiento, resopla y el flequillo de su frente se agita. Sonrie y es inevitable no estallar en una carcajada.

—¿Te estas burlando de mi? —pregunta con diversión y su sonrisa se ensancha. —Eso es de mala educación Señor Grey.

¡Esta mujer es demasiado hermosa!

—Nunca lo haría. —digo con diversión y ella me guiña un ojo. —Ven aquí. —Le pido y reduzco la velocidad, ya llegamos a nuestro lugar de despedida. —Acercate mas, mas, sólo un poco mas. —digo siguiendo su juego. Esta a solo centímetro de mi y de un sólo movimiento mis labios rozan los suyos. —Desde que llegues a casa me escribes o me llamas.

—Si Señor. —Bromea

—No dejes de hacerlo. —sentencio serio. —Sino, iré en persona a comprobarlo.

—Lo haré. —dice poniéndose sería y su mano acaricia mi mejilla. —Tú, ten cuidado al conducir.

—Lo haré. —susurro y me da un beso de esos que te roban el aliento. La veo bajar del auto y mi pecho se oprime de una manera descomunal. Le hace señas a un taxi y cuando la veo alejarse me doy la vuelta y regreso a lo que alguna vez fue mí casa.

******

—¡Papi! —grita Christopher cuando me ve entrar a la sala, se pone de pie y corre hacia mi, lo abrazo fuerte. Lo suelto y veo a Leyla incorporarse en la alfombra donde jugaban monopolios, me sonrie y le correspondo con un gesto. —¿Nos acompañas a jugar?

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