Capítulo 1

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Pov Anastasia

Miro mi reflejo en el espejo y me sorprendo de mi propio cambio. Hacia tanto tiempo que no me vestía de esta manera, no recuerdo la ultima vez que una prenda tan fina y delicada estaba sobre mi cuerpo.

Desde que mi princesa Josephine nació, mi vida social paso a un segundo plano, ella se convirtió en mi mundo, mis fuerzas, mi motivación y aunque Nana siempre ha estado con nosotras, simplemente no tenía el corazón irme por ahí a disfrutar y dejarla a ella al cuidado de otra persona, siendo esa mi responsabilidad.

Kathe me convenció y aquí estoy frente al espejo. Mis manos se deslizan por el top de encajes plateados que llega hasta mi cintura y luego se une con un falda de seda azul royal, el mismo hace juego con mis ojos y cubre hasta mis zapatos de tacón, recogí mi pelo con horquillas de plata y elabore un moño que dejaba ver mi cuello y allí puse una cadena fina de oro blanco la misma hace juego con los aretes y el brazalete, mi maquillaje fue sencillo y en mis labios puse solo un poco de brillo, en mis labios, un poco de perfume, busco mi cartera de mano y listo.

La puerta se abre de golpe y mi mirada se topa con la de Clark en el espejo, me mira de arriba abajo y cuando vuelve a mis ojos la misma se endurece.

Todavía me pregunto ¿Como fue que todo cambio?¿Como fue, que nos convertimos en extraños dentro de nuestra propia casa?¿Cuando el amor se nos acabo y no nos dimos cuenta?

—¿Estas lista? —pregunta con voz dura sin dejar de mirarme.

—Si. —respondo de mala gana. —Le doy el beso de buenas noches a Josephine y bajo.

—No vayas a durar un siglo, no quiero llegar tarde. —dice, cierra la puerta de un portazo y a mi mente vuelve la misma pregunta que me he hecho millones de veces.

¿Por que me case con este hombre?, si ya sé, porque lo amaba y crei que el hacia lo mismo conmigo, pero cuando nació mi hija descubrí, que solo era una transacción comercial para él, su necesidad de dinero lo hizo enamorarme y convencerme de casarnos siendo aun muy jóvenes. El necesitaba tener poder y el control de la editorial de mi familia y asi saciaria la sed de dinero que tenia desde muy joven.

Sus malos tratos, la indiferencia hacia su hija y para mi, sus múltiples traiciones me lo confirmaron, de  aquello hermoso que alguna vez sentí, solo me queda Josephine, mi hija a la que amo mas que a mi  vida y por la que he decidido soportar todo esto, solo espero que el se canse primero y nos deje, para poder vivir en paz.

Camino hacia la habitación de mi pequeña y la encuentro jugando en su tablet. La contempló unos segundos y me infló de orgullo, mi hija es una niña muy inteligente, amorosa, aplicada y sobre todo hermosa, es mi vivo retrato solo que tiene el color miel de los ojos de Clark.

—Mami. —exclama sorprendida. —¡Waooo, Estas hermosa!

—Gracias corazón. —entro a la habitación me acerco a ella y la beso en la frente. —Ya nos vamos, no te duermas tarde.

—Claro que no mami. —esa es la afirmación de que hará todo lo contrario, pero cuando besa mi mejilla, me olvido de todo. —Te quiero, princesa.

—Yo mas mami.

****

Una hora después, llegamos a la casa de una de las familias mas prestigiosas y adineradas de Seattlet. Los Grey, todo esta muy lindo hay muchas personas con elegantes vestido y trajes caros. A través del cristal, mi vista se pierde observando todo y a todos a mi paso, mis ojos se topan con un hombre que esta perfectamente vestido con un traje negro, camisa blanca y pajarita negra, su rostro parece inexpresivo pero muy elegante, no aparta su mirada de mi y veo como ladea la cabeza con sutileza, sin dejar de mirarme. Al final pierdo el duelo de miradas y la desvío hacia mi acompañante, cuando siento su mano apretar la mia.

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