-Señor Min. - oí mi nombre y levanté la cabeza, el asistente de papá me había llamado. - su padre quiere verlo.
Suspiré y me levante, odiaba verlo pero no tenía más opción. Sólo soy un chico de 19 años y lamentablemente debo obedecerle si no quiero terminar en la calle.
Salí del gran salón de mi casa y subí las escaleras alfombradas. Sí, la mansión era enorme.
Desde que nací, fui criado por mi nana SunHee. Una mujer de edad avanzada que trabajaba para ganarse la vida, no tenía hogar ni familia por lo que tomó la decisión de trabajar en mi crianza.
SunHee era una mujer que a pesar de su edad era muy hermosa, las canas y arrugas no opacan esa sonrisa llena de alegría.
Estuvo conmigo desde el primer momento. Mi madre se negaba a tenerme en brazos cuando nací porque estaba molesta, decía que por mi culpa ella se había tenido que casar. Así que la que me tomó en brazos fue SunHee.
Estuvo conmigo en mi primera comida, en mis primeras palabras, en mis primeros pasos, en mi primer día de escuela, en mi primer día de secundaria. Siempre estuvo allí, yo la adoraba con mi vida.
Llegué a la oficina de papá y golpee la puerta.
-entra. - fue todo lo que dijo y obedecí.-siéntate.
-dime como está nana. - respondí sin importarme su orden anterior.
-falleció, su corazón no aguantó. - respondió sin apartar la vista de sus papeles de negocios.
La noticia me dejó asombrado, ella tenía 87 años, lo entiendo, es normal. Pero simplemente no pude aceptar lo.
-e-ella...
-no te pongas sentimental. Era solo una empleada. Además, ya estas grande para tener una nana.
-ella era mi madre. - respondí enojado.
-que triste. Vete a tu habitación a llorar o algo.
No valía la pena hablar con él.
Me fui de su oficina, y esa misma noche me fui de su vida. Saliendo por el balcón de mi habitación.
Escapé de casa, y como pensé, nadie vino a buscarme.
Nadie excepto mi tío.
Acepté ir con él. Me dio la oportunidad de tener un trabajo y valerme por mi mismo, él es tan diferente a mi padre.
Él es la única familia biologíca que tuve. Mis padres no eran nada para mí.
-Yoongi.
Las últimas palabras de nana SunHee...
"-Encuentra a alguien..."
Apenas sí las recuerdo.
-Yoongi.
"-Que te haga tan feliz, que te ame. Tú sabes lo que es mejor para ti, sólo pido que tú mismo te ames como yo te amé. Mi hijo, mi único hijo..."
La extraño.
-Yoongi, escúchame.
"-Tú sabrás quién será la persona correcta. Tú lo sabes."
Yo lo sé.
La persona correcta, es Jimin.
Jimin es mi destino, él chico que tanto busqué y que al fin encontré. Él y nuestro hijo son mi todo ahora.
-¡Yoongi!
Levanté la cabeza. Me había perdido en mis pensamientos y la ajumma me hizo reaccionar.
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Papá, Yoongi y yo - YOONMIN -
FanficEl pequeño Jungkook se ha encariñado con el repartidor de pizza que va a su casa todos los viernes, para llevarles su orden. Así, es como kookie empieza a pensar 'papá está solo, y el repartidor también...' Veamos que causan las travesuras del peq...