Seis "Nuevo Comienzo"

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Me encontraba lo suficientemente lejos como para comenzar de nuevo. Había conseguido una piecita para dormir no pretendía mucho, tampoco lo necesitaba, no estaba segura de cuánto tiempo me iba a quedar ahí, la doña que meque me alquilaba la pieza vivía sola y ya era grande asique por la tarde le ayudaba en la despensita que tenía y por la noche trabajaba en una cervecería artesanal, era algo tranquilo, el pueblito no era grande y nadie me conocía.

-doña Amalia me voy a trabajar, cierre bien la puerta.

-si Hija cuídate, que la noche es brava.

Cerré la puerta de la casa, y me fui caminando, tranquila, la noche estaba fresca, era una de esas noches de verano que te invitan a caminar con un pucho en la mano, pero eso invitaba a pensar y no era precisamente lo que quería.

-Fabi... Fabi hey! Hay gente en esa mesa- me dijo Claudio empujándome el brazo.

- perdón- respondí – ahí voy estaba distraída...

- Si me di cuenta- dijo revoleando los ojos- dale anda!

En realidad mi trabajo no era muy emocionante, solo tenía que atender las mesas, alguna que otra vez algún cliente se me hacia el lindo, me quería levantar, si estaba de buen humor lo dejaba que por lo menos lo intente y sino le cortaba el mambo desde el principio.

- La verdad que no te entiendo Fabi ¿Por qué me tratas así?, ¿no te he demostrado que te quiero bien?

- Claudio, ya hablamos de esto, no sirvo para una relación no se amar, sos un gran pibe pero no puedo darte lo que esperas, y al final de cuentas te voy a lastimar y eso no me lo permitiría.

- ¿por eso te acostas con cuanto cliente te hace ojitos?

- ¿Qué?

- Si Fabi no soy boludo, veo cómo te miran y como le seguís el juego a veces, y esas veces son las que no me dejas traerte a tu casa, que queres caminar... ¿Por qué le das calce a esos y a mi no?

- Porque con ellos es una noche y nada más, si tengo sexo con vos después no volvería a trabajar a la cervecería, y necesito el trabajo.

- Pero...

- Pero nada Claudio- Le interrumpí- dejémosla ahí... gracias por traerme a casa- Y me baje del auto, el como otras noches me había llevado hasta la puerta de mi casa, ya era tarde, asique entre sin hacer ruido no quería despertar a doña Amalia.

Sálvame (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora