Sálvame (Completa)

Diecisiete "Aniversario"

Hacia un mes que trabajaba en la fotocopiadora y kiosco de una escuela privada a unos 20 minutos de casa, era divertido Daniel mi compañero y jefe era un hombre serio pero a veces te hacia chistes que te dejaban dudando de su estado mental… como era previsto en los recreos se llenaba algunas de las chicas eran simpáticas otras no, ¿la razón? Los chicos, muchos de los jóvenes que ahí estudiaban sobre todo los más grandes ya me habían invitado a salir más de una vez a los que siempre respondía que no podía pero gracias, era divertido ver como se esmeraban y como apostaban a ver a quien le daba bola primero. Faltaban 10 minutos para el segundo recreo y vi que por la puerta del colegio entraba Diego, vestido de jeans negros y un pulóver color mostaza horrible, se lo veía agitado o preocupado, cuando me vio literalmente corrió hacia mí.
- Tía necesito que vengas conmigo…
- Hola Diego… estoy trabajando ¿Qué te pasa?, ¿te sentís bien?
- Tía escúchame, si estoy bien, necesito que vengas, mi tío no está bien…
Mi cara de desesperación debe haber sido monumental, porque con solo mirar a Daniel, el me hizo seña como que me vaya y sin pensarlo salí de ahí caminando a paso acelerado junto a Diego que me llevaba del brazo, casi corrimos hasta el auto, me subí y enseguida me coloque el cinturón de seguridad.
- ¿Qué mierda está pasando Diego?
- ¿No sabes qué fecha es hoy?
- ¿29 de Agosto?
- Si hoy sería el cumpleaños nº 15 de Emma y hoy hacen exactamente 5 que ella murió
- ¿Quién mierda es Emma… oh Emma es la hija de Juan no?
- Si mi primita, todos los 29 Agosto son difíciles para él, pensamos que este año no sería así porque estas vos, y vos a él lo haces feliz, pero papá igual paso a verlo por las dudas y lo encontró en la casa tomando y está encerrado rompiendo todo.
- Pero, si hoy cuando me fui parecía estar bien, va estaba durmiendo… hay pero que tonta que soy, el siempre sale conmigo de la casa y hoy se quedó durmiendo, como mierda no me di cuenta que estaba mal que idiota que soy- gritaba mientras pegaba en la puerta del auto.
- Para tía, vos no sabías nada, ahora cálmate que yo creo que la única que en este momento le puede hacer bien y que no haga locuras sos vos, tenés q ser fuerte….
- ¿locuras?- lo interrumpí
- Si, pasa que- divagaba Diego- en estos 5 años se quiso matar en tres ocasiones pero siempre desistía porque papá y yo estábamos ahí. Tía tenés que ser fuerte ¿sí?
No tenía palabras pero asentí con la cabeza, mientras diego estacionaba justo afuera de casa, no espere a que terminara de estacionar el auto que me baje y salí corriendo hacia la casa, Pablo me agarro en el camino pero me zafe de él y subí los tres escalones que daban a la entrada principal que estaba entreabierta, la abrí con mucho cuidado, había olor a whisky y vidrios rotos por todos lados, no veía ninguna ventana rota supuse que era de botellas o vasos aquellos vidrios. Camine con cuidado lo escuchaba llorando en la habitación asique hace ahí me dirigí pero la puerta estaba cerrada.
- ¿Amor me podes abrir?-Le hable apoyando la frente en la puerta.
- Ándate Fabi, no quiero que me veas así.
- No me voy a ir, quiero verte, déjame pasar, sé que ahora necesitas estar solo, pero yo solo quiero abrazarte, quiero estar a tu lado.
- Ándate
- No juan no me voy a ir, no te voy a dejar solo, abrí la puerta…
Después de unos minutos en silencio que me parecieron años, la puerta se abrió pero nadie salió. Asique entre despacio y con cautela, me pare en seco cuando lo vi llevándome la mano a la boca, sentí los ojos húmedos pero pestañe varias veces para no llorar, tenía que ser fuerte. Ahí estaba el borracho, llorando con una fotografía en una mano y una botella de whisky y mierda eso era sangre, estaba sentado a la orilla de la cama, asique camine y lo abrase por la espalda…
- Tranquilo amor, acá estoy con vos, y si tengo que ser fuerte por los dos lo voy a hacer.
- La extraño, la extraño cada maldito día.
- Lo se amor, lo sé.
- Cada día me la imagino, ¿sabes? Me imagino como estaría de grande, si tendría que haber lidiado con algún noviecito, con la escuela, con que quisiera salir a bailar. La veo en vos- me dijo acariciando mi cara y mirándome a los ojos- quiero abrazarla una vez más decirle que la amo y que me perdone por no salvarla.
- Háblale amor, estoy segura de que ella te escucha, porque Emma esta acá- le dije colocando mi mano en su corazón- la vida te dio otra oportunidad y no creo que a ella le guste verte así destruyéndote culpándote por algo q no fue tu culpa.
- Sentía morir cada día desde el accidente hasta el día que te saque de tu auto.
- Ese día salvaste a una desconocida.
- Y después me enamore de ella- me interrumpió- a veces siento que ella te puso en mi camino para reivindicarme.
- Vos no tenías que reivindicarte ni demostrarle a nadie que no sos culpable, fue un accidente donde vos perdiste a la luz de tus ojos. No te martirices más, creo que es mejor que los recuerdes con una sonrisa que recuerdes los buenos momentos no los malos. Yo hago eso con el recuerdo de Bruno y así duele cada día menos.
Sus lágrimas fueron cesando, le revise la mano no era nada solo un pequeño corte, asique le hice recostarse acomodo su cabeza sobre mi vientre y me abrazo con fuerza, yo le acariciaba el pelo comencé a cantarle suavemente…
- Y si te cuento los motivos, que tengo hoy para vivir, cómo te explico lo esencial, de tu existencia para mí. Llevas la luz de mi bandera y el don de la sinceridad, confío más es vos, que en todo lo que pueda imaginar. No me importa para dónde vas, yo voy sin mirar atrás, si te tengo por delante. Cuando quieras caminar, no me importa dónde vas, quiero ser tu acompañante.
Cuando Juan se durmió salí de la habitación donde se encontraba Pablo barriendo los vidrios.
- No hace falta que hagas eso Pablo yo ahora limpio todo.
- Perdón, te juzgue mal todo este tiempo.
- No hace falta que digas nada, está todo bien.
- Solo voy a decir gracias, porque antes de que vos llegaras te juro que pensé que perdía a mi amigo.
- No voy a dejar que eso pase.

Después de estar un rato sola, sentada en la mesa de la cocina con un vaso de whisky en frente y la foto de Bruno entre mis dedos ya había llorado, yo también necesitaba dejar ir al recuerdo de Bruno así sería más fácil ser fuerte para Juan.
- ¿Estás bien?- Me pregunto Juan sacándome de mis pensamientos.
- Si amor, ¿vos como estas?- le pregunte tratando de ser cuidadosa.
- Mejor y es gracias a vos.
- no pienso dejarte solo, ¿sabes?
- Llegaste justo a tiempo y no solo a mi vida, sino también hoy- mientras me daba un paquete medicamentos antidepresivos…
- ¿me estas jodiendo?- reproche enojada.
- Perdón bebe, solo…
- Perdón nada Juan sos grande, no podes hacer estas pelotudeces, no sos un pendejo….
- Lo sé, lo sé, solo quería verla
- Pero no es así la cosa, ¿y yo que? Si te ibas ¿qué pasaría conmigo?
- No lo pensé así, perdón, bebe te amo, pero el dolor que siento no se va con nada.
- Aja y ¿vos te pensas que a mí no me duele la muerte de mi hermano? Pero yo lo busco en mis sueños cuando lo necesito, y lo recuerdo con una sonrisa en la cara como era él, y no con un tiro en la cabeza- Dije ya gritando mientras me paraba de la silla y caminaba de un lado para el otro, me costaba respirar estaba enojada, Juan solo me miraba, en sus ojos estaban cabizbajos y tristes.
- Perdón bebe te juro q no va a volver a pasar, tu voz mientras me cantabas me hizo traerla a la mente y soñé con ella. Le pedí perdón, le conté de vos la abrace y la disfrute ahora sé que la tengo que dejar ir, para que descanse en paz.
No pude evitar sonreír, mi voz lo había calmado, lo había ayudado a pensar en ella de otra manera que no sea en el accidente. Me había quedado embobada mirándolo, mientras Juan se levantaba y me agarraba por la cintura, me beso suavemente y después me susurro en el oído…
- Gracias por llegar justo a tiempo, GRACIAS POR SALVARME.

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Nueva actualización les dejo el link de la nueva historia que estoy escribiendo

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