Veinticuatro "Hogar"

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Me desperté cuando sentí que Fabi se levantaba de la cama, sin que me viera la vi caminar hacia la puerta, así desnuda, su piel con algunos tatuajes, la vi desaparecer por la puerta y me estire en la cama. A su lado las sabanas están impregnadas en su olor, creo que podría acostúmbrame a esto. Después de unos minutos de fiaca en la cama, me levante me vestí y pase al baño donde ella se bañaba.

- Buen día, ¿preparo el desayuno?- pregunte mientras entraba al baño a lavarme.

- Buen día- me dijo asomando su cara a través de la cortina- Dale ya salgo y desayunamos.

Sus palabras me dibujaron una estúpida sonrisa, me sentía un maldito adolescente que había conseguido que la chica de sus sueños, me adentre en la cocina a preparar café y unas tostadas, me pare junto a la heladera y me maldije por ser tan estúpido desde hace mucho tiempo que no compraba nada para la casa, mañana mismo iba a comprar comida, cosas de limpieza, todo. A partir de ahora éramos dos, y la soledad que sentía se iba a ir finalmente.

La vi entrar a la cocina, vestía un pantalón hasta las rodillas de jeans suelto y una remera bien pegada al cuerpo, y andaba descalza, se veía hermosa. Le hice un gesto para que se sentara.

- Sentate

- Que rico olor a café…

- Recién preparado linda

- Gracias…

- Yo ahora me voy a trabajar, vuelvo tarde, como a las 20:00hs sos libre de hacer lo que quieras acá, sentite como en tu casa.

- Okey

Después de desayunar, me levante de la mesa agarrando mi taza y llevándola a lavar, la bese en los labios y salí de la casa, agarre la moto y tome mi camino hacia el  aserradero.

- Buenas días Juan- me recibió Rocio al llegar.-

- Buenos días Ro, ¿algo importante para hoy?

- Miguel dijo que una de las maquinas no funciona bien.

- Okey, dejo mis cosas y voy para allá.

- Te vez contento Juan

- Lo estoy- le digo con una sonrisa.

Déjeme mi campera en la oficina, y me adentre en el taller para ver que le pasaba a unas de mis maquinas.

- Miguel- lo llamo al entrar al galpón.

- Juan justo a tiempo- me dijo mientras me saludaba aprentando mi mano.

- Como siempre, ¿qué pasa ahora?- Miguel me dirige hacia una Sierra Banda Sin Fin que ya estaba un poco vieja.

- La cinta está estable en los volantes pero al momento de cortar la madera la corta irregular y la astilla por de mas- me explico

- Mierda- exclame- bueno voy por las herramientas y vemos que podemos hacer ¿te parece?

- Acá te espero.

Me fui al depósito por las herramientas, y volví al taller para trabajar con Miguel en la Sin Fin, estuvimos prácticamente toda la tarde acomodando la cinta las cuchillas acomodando y probando hasta que la pudimos hacer andar correctamente. Cuando realmente me fije la hora ya eran las 19:30 y tendría que acomodar todo en la oficina para ir a casa, había trabajado en esa máquina todo el día, solo habíamos parado para almorzar, estaba realmente cansado.

Acomode todo y me monte en la moto, llegando a casa había algo distinto, la casa tenia vida, las luces estaban prendidas, se escuchaba música y al entrar pude sentir un exquisito olor a comida. Mierda esta pendeja era única.

- Hola Bonita- le dije mientras le daba un dulce beso en los labios, labios que había extrañado durante todo el día.

- ¿Cómo estuvo tu día?- me pregunto con su hermosa sonrisa

- Cansador, me voy a dar una ducha.

- Dale la cena ya va a estar.

- Mmm huele rico bombón- le dije mientras me dirigía al baño.

Los siguientes dos meses fueron la gloria, de verdad fueron jodidamente perfectos, me sentía un hombre nuevo un hombre de familia, Fabi había despertado en mi sentimientos que nunca había tenido, ni siquiera con mi ex esposa, me había encariñado con ella, me gustaba desayunar juntos, y que me espere con la cena, dormir abrazados y hasta ver la tele juntos, todo con ella era perfecto.

Sálvame (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora