Llevábamos un buen rato charlando en el hall de mi casa, para ser una niña era muy interesante hablar con ella, era muy madura, parecía mayor al escucharla hablar. No podía apartar mis ojos de ella, la forma de moverse al hablar de reír, y hasta de llevarse la botella de cerveza a la boca. Es realmente hermosa, pero cualquier pensamiento obsceno que pudiera tener hacia ella quedaba rezagado ante su juvenil apariencia.
- ¿Por qué tenés un bolso con ropa en el auto? ¿te vas a alguna parte? – le pregunte mientras me llevaba la cerveza a la boca.
- Si, a alguna parte, estoy buscando mi lugar en el mundo.- me respondió poniendo los ojos en blanco.
- ¿de qué huis?- indague
- De nada
- No me parece, ¿tenés cuantos diecisiete o dieciséis años?
- De hecho tengo veinte, yo solo quiero estar tranquila, conseguir un trabajo, hacer mi vida.
- ¿te peleaste con tu novio que estas huyendo? A tu edad, todo parece el fin del mundo, pero te aseguro que no lo es, ya vas a conseguir otro- me sentía que le estaba dando un sermón e Emma- sos muy bonita.
- No me pelee con ningún novio, nunca los tuve, y tampoco lo busco, no creo en el amor, eso es pura mierda.
- ¿Cómo una chica hermosa de veinte años y que nunca tuvo novio no cree en el amor?
- Porque el amor destruye y mucho.
- ¿con que fundamentos?
- ¿Tenés tiempo te cuento?- ironizo
- De sobra- ironice yo
- Mi mamá tuvo a mi hermano Bruno de muy joven, y el tipo ese, padre de mi hermano la golpeaba, hasta que un día ella dijo basta, agarro a su hijo y se fue, nunca más lo volvió a ver. Cuando Bruno tenía dos años mi Mamá conoció a Andrés, mi padre, el la ayudo mucho, crio a Bruno como su propio hijo, ocho años después nací yo. Cuando tenía como nueve años mi hermano comenzó a salir con una chica llamada Magali, se amaban, por lo menos soy consciente de que él lo hacía, cuando tenía como doce años mi mamá murió y Bruno y yo nos hicimos más unidos, hacíamos todo en casa, Andrés trabajaba, y teníamos mucha ayuda de Magali.
- ¿Y Cuando descubriste que el amor es una mierda?
- Cuando tenía como dieciséis años
- ¿Cómo? – todo esto ya me había dado intriga. Rara vez charlaba con alguien que no se Pablo, mi sobrino o los trabajadores del aserradero.
- Llegue antes de entrenar, me sentía descompuesta, llegue a casa y escuche ruidos en la habitación de mis viejos, escuche a alguien teniendo sexo… y aclaro Andrés tenía derecho a hacer su vida y salir con todas las mujeres que quiera, pero no en la cama de mi madre… como escuche ruidos entre en la habitación, y si efectivamente él estaba teniendo sexo… con la novia de mi hermano, te juro q me dio asco, y odio, los insulte, les grite y antes de irme les dije TIENEN UN DIA PARA CONTARLE A Bruno O LE CUENTO YO.
- Guau que intenso.
- Esa tarde salí corriendo, no volví a casa por tres días, en esos días fume, tome y hasta aspire continuamente. Cuando volví a casa, los vi, estaban cenando los tres juntos como si no hubiese pasado nada. Me dio bronca e impotencia ver que se burlaban de él… y en un ataque le conté todo o que había visto, ella rompió en llanto, hipócrita, le pedía perdón… Andrés se enojó y salió de la casa golpeando la puerta, mi hermano se quedó en shock, no reaccionaba, después me agarro la mano, y subimos a la habitación, le pedí perdón, me dio un beso me hiso dormir, y me dijo que no tenía nada que perdonar… al otro día Bruno dormía baje a prepararle el desayuno iba a llevárselo a la cama, y vi que entraba Andrés, trate de apurarme y escuche a Bruno que me decía – Toma guarda esto – y me dio un sobre de papel, me abrazo y me pidió perdón por ser tan cobarde, me dijo que me amaba. Camino hacia Andrés y lo único que le dijo fue – Espero que puedas dormir tranquilo de ahora en más papá- y saco el arma de Andrés y se dio un tiro, literalmente se voló los sesos…
- No Fabi, es horrible, pero tu hermano lo decidió así, no es tu culpa- dije mientras la abrazaba aunque admito que no sabía ni cómo hacerlo- no vas a llorar ¿no?, no soy muy bueno consolando- le pregunte.
- No te preocupes, ya paso hace mucho, sé que Bruno no le hubiera gustado que yo sea así, pero es más fácil, si no queres a nadie, nadie puede lastimarte.
- Eso lo puedo entender- le dije mirándola a los ojos.
De un momento a otro la sentí sobre mis labios y mi boca le respondió el beso, era tan cálido y dulce una sensación que hace mucho que no sentía, hace mucho estaba dormida, sin dejar de besarnos entramos casa me sentó en el sillón, y se me sentó encima, mientras nos besábamos acaricie sus muslos, los apreté, me saco la remera y acaricio mi torso desnudo, así como estábamos, me levante y la sostenía con mis brazos, la obligue cruzar sus piernas alrededor de mis caderas, y me la lleve directo a la cama, la recosté ahí suavemente, le saque el pantalón, y luego la remera, le mire fijo y me desvestí, me acerque a ella, la bese, mis manos recorrieron su cuerpo con desesperación, hasta alojarse entre sus piernas, acaricie suavemente su interior, estire mi mano y del cajón de la mesita de luz saque un paquetito cuadrado después de colocarlo con suavidad abrí sus piernas, y la penetre con cuidado tratando de controlar las ganas que me provocaba su cuerpo, comencé a incrementar mi fuerza y velocidad, hasta que de su boca salió un gemido, que me hizo esbozar una sonrisa.
- Oh me gusta- le susurre al oído
- ¿Qué te gusta?
- Tu gemido, me calienta aún más.
Volví a besarla, mis manos jugaban con sus pechos, sus manos recorrían mi cuerpo con suaves caricias, agregando un par de rasguños a mi espalda, sus manos llegaron al punto donde nuestro cuerpos se unían, y la sentí acariciarme, me estremecí y solté un gemido involuntario, me tumbo de espaldas y se me subió sobre mí, se movía de tal manera que me encantaba, con mis manos agarraba sus pechos, sus caderas, y la ayudaba a hacerlo con más fuerza, sentí que quería quitarse yo también estaba llegando al clímax, pero aun así le dije
- Todavía no- y clave mis manos en su cintura para retenerla- hay tiempo, quiero escucharte gemir otra vez, que no puedas evitarlo, que llegues a suspirar de placer- sabiendo que era yo el que más estaba disfrutando, hace tanto tiempo que no me sentía tan pleno.
Me beso, mi lengua jugo con la suya, la abrace y la tumbe en la cama boca abajo, la levante suavemente de la cintura y nuevamente la penetre. Mierda como me excitaba que me deje hacerle lo que me gustaba, y como se desenvolvía en la cama no tenía vergüenza pero si mucha experiencia para ser una pendeja de 20 años, pero como me calentaba esta pendeja. La tome por el vientre y la acomode, junte su espalda con mi pecho y sus brazos acariciaron mi cabello y giro su cabeza buscando mis oídos, largo un gemido que nos hizo acabar juntos, la abrace por atrás, la recosté me desplome a su lado mientras la abrazaba
- ¿Te molesta su fumo bonita?
- No, es tu casa.
- Podes quedarte el tiempo que quieras, digo si no tenés donde ir.
- Gracias.
Mientras fumaba sobre la ventana de la habitación no pude dejar de mirarla al dormir, hacía años que nadie dormía en mi cama. Una sonrisa se dibujó en mi cara, tire lo que quedaba de cigarrillo y me recosté junto a ella, me sentía pleno, un hombre de nuevo.
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Sálvame (Completa)
Romance"La vida es ilógica a veces no hay que Buscarle la vuelta... solo avanzar" El verdadero amor no se mide en el tiempo, sino en la intensidad con la que lo vivís. Podes estar con una persona por años y jamás llegar a amarla. O podes en solo un instan...