Sálvame (Completa)

diecinueve "Mis Sentimientos"

Llegamos a casa en completo silencio, Juan se veía enojado, ¿conmigo? Si yo no había hecho nada, solo fui a buscar a Diego para que no haga una locura, me dolía el pecho era una puntada desgarradora y me hacía faltar el aire, me dolía la indiferencia de Juan, me molestaba no saber que pasaba por su cabeza, no me animaba a hablarle por miedo a que reaccionara mal, no sabía cómo explicarle todo lo que había sufrido Diego, como se sentía el con respecto al aborto de su futuro hijo.
- No sé si puedo con esto- me dijo sin siquiera mirarme a la cara.
- ¿A qué te réferis?- le pregunte colocándome justo detrás de él.
- Mi sobrino es lo único que me queda de mi hermana, él es su viva imagen, no voy a competir con él por tu amor.
- Esto no es una competencia Juan- le dije mientras lo agarraba del brazo obligándolo a que se girara y me mirara de frente- yo por Diego no siento amor, me encariñe con el pero como un amigo.
- Pero él te ama- me interrumpió- y no quiero que el sufra, prefiero hacerme a un lado y seguir con mi vida.
- ¿y lo que YO sienta no cuenta?- le reproche haciendo énfasis en el yo
- Tenés 21 años y estarías mejor con alguien como él de tu edad, no con un celoso obsesivo y paranoico como yo, sabes antes de conocerte vivía adormecido, no sentía nada, y cuando vos llegaste despertaste todos esos sentimientos que estaban dormidos y ahora duelen como mil infiernos- una lagrima callo por mi mejilla- te amo tanto que estoy dispuesto a dejarte ir, a olvidar esto que siento.
Y se dio vuelta para darme la espalda, no entendía porque me hacía esto, pero no estaba en mis planes separarme ni por un segundo de él. Lo amaba y con él había aprendido lo que es que alguien te demuestre con un beso cuanto le importas, que te haga el amor con tanta suavidad como si fueras a romperte, con él me sentía plena por mas peleas o desacuerdos que teníamos, amaba como me miraba, me hacía sentir la mujer más linda del mundo, adoraba sentir cuando me acariciaba como se erizaba mi piel al contacto con la suya, amo a Juan, amo todo de él, sus miedos e inseguridades, como me trata, como me cuida, su pasado, amo nuestro presente y sé que lo quiero a él y solo a él en mi futuro. Sin pensarlo dos veces lo agarre de la mano y lo volví a girar hacia mi dejándonos a escasos milímetros de distancia mis manos se colocaron en sus mejillas y lo bese, al principio se resistió pero después me correspondió el beso, el abrió su boca y mi legua reclamo la suya, el hizo lo mismo, mientras me agarraba de la cintura y me pegaba más a su pecho, separamos nuestras bocas por falta de aire, pegue mi frente con la de él, nuestra respiración era entrecortada y agitada.
- No pienso dejar que te alejes, que me olvides, te amo a vos y solo a vos- Le dije con la voz entrecortada, una sonrisa se formó en su rostro y volvió a besarme, me agarro por la cintura y mis pies ya no tocaban el piso, enrede mis piernas en su cadera, y sentí la pared en mi espalda mientras nos besábamos, estábamos concentrados uno en el otro en que nuestros latidos sincronizaban, nos volvimos a separar por la falta de aire, trate de mirarlo a los ojos pero me esquivo la mirada me volvió a dejar en el piso, se separó de mí.
- No puedo, perdón no puedo, necesito pensar.- me dijo me dio la espalda y salió de la casa dejándome ahí sin poder decirle nada. dejándome ahí sola.
Reaccione cuando escuche su moto alejarse, corrí hasta la entrada de la casa pero era tarde se había ido, juro que en ese momento me odie, odie mi pasado, odie ser como soy, odie cada parte de mi cuerpo y me odie más por haber dejado que más de un hombre me ponga las manos encima. Sentí las lágrimas caer incontenidamente, se suponía que Juan me amaba sin importar mi pasado, como yo lo amaba a él. En ese momento lo vi todo rojo, el dolor que sentía se fue convirtiendo en enojo, estaba enojada con Juan, no era mi culpa lo que Diego sentía por mi yo por él no sentía nada y no entendía como Juan podía dudar de mí, ¿acaso no le había demostrado que lo amaba y que solo lo quería a él?, sin pensarlo entre de nuevo a la casa y agarre mi bolso y mis llaves tenía que encontrar a Juan explicarle una vez más, que Diego no sentía nada por mí que él solo estaba dolido por toda la situación con Guadalupe. Subí al auto, seguía llorando y manejaba a gran velocidad, tenía la vista nublosa, hasta que lo vi todo negro.

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Fin...