Al comienzo de mi vida como recién convertido, parecía que yo podía seguir haciendo cualquier cosa. Dios concedía toda libertad, pero entonces sigue un proceso de angostamiento del sendero y las cosas del mundo se hicieron menos y menos deseables para mí. Yo no propuse dejarlas, ellas me dejaron a medida que avanzaba el tiempo. Desde que tengo memoria, yo había sido un fanático del póker. Por mucho que tratara, no podía deshacerme del hábito. Finalmente deje de luchar contra él, y sencillamente dije: "Señor, si verdaderamente te pertenezco completamente, este hábito es tuyo, no mío."
Una o dos semanas más tarde me fui a pescar con varios otros hombres y jugamos varias partidas de póker, gané todas de ellas, no perdí a ninguna partida. No importada que hiciera los bati en cada vuelta. Normalmente me hubiera sentido tremendamente halagador, pero a medida que el montón de apuesta se hacía más grande frente a mí, yo me sentía más y más miserable. Yo sabia qué los hombres que estaban jugando conmigo no podían darse el lujo de perder; yo me estaba adueñando del dinero de sus rentas, el dinero de sus verduras, el dinero que sus hijos necesitaban para ir al dentista. Pero cuando uno está jugando póker, uno no puede desistir, por tales razones tiene que persistir en ello, esa es la regla del juego. Cuando ese fin de semana había llegado a su fin, me sentía tan enfermo por lo que había hecho que dije: "Señor, por favor Señor, no quiero jugar póker nunca más."
El deseo de jugar me abandonó, yo no lo tuve que dejar, yo no tuve que luchar, se fue sólo para siempre. Dios siempre sabe lo que está haciendo y Él hace todo para bien cuando confiamos en Él.
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Como vivir como un hijo del Rey
SpiritualLos hijos del Rey viven en el mundo natural pero disfrutan del gobierno celestial. Es mas divertido de esta manera. El autor de best-sellers, Harold Hill dice que su vida fue miserable hasta que aprendió: - Como ser exitoso en todas las áreas - Como...