_____ la alcanzó justo cuando llegó corriendo una madre sonriendo con gesto de disculpa. Era la típica madre californiana de anuncio. Pelo corto rubio, un bronceado saludable y un cuerpo bien formado con pantalones cortos blancos y una camiseta ajustada de color amarillo claro.
-Perdonad –dijo recogiendo la pelota que le pasó _____-. Mi hijo de cinco años es incansable. Su padre ya está pensando meterlo a futbolista -inspiró con intensidad, y miró a Estrella con atención. Estiró una mano y suspiró al acariciar la mejilla de la niña-. ¡Qué niña tan preciosa!
-Sí, lo es –admitió Justin sin saber cómo reaccionar.
Le dirigió una rápida mirada a _____ y notó su sonrisa de orgullo.
-Tiene tus ojos -comentó la mujer mirando a Justin.
El frunció levemente el ceño con una mezcla de emociones.
–No es mía.-La mujer parpadeó.
–Perdona mi error. Pero es preciosa de todas formas –continuó hablando la mujer para aliviar la tensión-. Yo siempre he querido tener una niña y en vez de eso, tengo cuatro chicos. Si alguien me garantizara que tendría una como ésta, iría a por ella.
–¡Eh, mamá!
-Ya voy. Perdonad de nuevo.
Justin la observó alejarse con placer. Si no hubiera interrumpido una tarde perfecta, él no se sentiría tan... ¿tan qué? ¿Culpable?
-¿Por qué le has dicho que Estrella no era tuya? –preguntó _____ en cuanto estuvieron solos de nuevo.
–Porque no lo es.
–Puede que no lo sea biológicamente, pero legalmente...
Las facciones de Justin se contrajeron y _____ se preguntó en qué estaría pensando. ¿Cómo podría abrazar a aquella pequeña, enorgullecerse de sus avances y todavía no querer conservarla?
–¿Sabes? –dijo _____ apretando los dientes–. Para ti es muy fácil decir: es tuya, cuídala. Pero no veo yo que tú tengas ningún niño. ¿Y por qué si te gustan tanto?
_____ palideció.
–No estoy casada.
-Ni yo tampoco, por si no lo habías notado.
–Esto no se trata de mí –se defendió _____ sabiendo que era un argumento muy débil.
–¿Por qué no? No pareces tener mucho problema en decirme a mí lo que debo hacer con mi vida.
-Justin...
Horrorizada, _____ sintió que se le empañaban los ojos de lágrimas y sacudió la cabeza.
–Vamos, _____. Cuéntamelo. ¿Cómo es que alguien a quien le vuelven loca los niños sigue soltera?
Cuando _____ pensó que podía alzar la cabeza sin ponerse a llorar, lo miró.
-Estuve prometida una vez. Se murió.
-¡Oh, Dios! -Justin suspiró, alargó una mano y le tomó la suya para apretarla con suavidad–. Lo siento. No debería haber dicho nada.
-No. Tenías razón. Es fácil para mí decirle a alguien que críe a un niño que no contaba tener -deslizó la mirada hacia la niña que estaba jugando feliz con el dedo de Justin–. Pero es que no entiendo cómo no puedes quererla.
-Querer algo o a alguien es una cosa... Decidir que es mejor para cada uno es otra.
El silencio entre ellos pareció hacerse eterno. Por fin Justin preguntó en voz muy baja:
–¿Le sigues amando?
_____ inspiró con intensidad. Unas semanas atrás su respuesta hubiera sido una rápida afirmación. Ahora, si tenía que ser sincera consigo misma, era otra historia. Dios, ¿qué le estaba pasando?
-Siempre tendrá un sitio en mi corazón.
Justin asintió despacio.
-Eso no responde a la pregunta.
_____ lo miró a los ojos.
–Es la única respuesta que tengo.
Justin la miró con intensidad.
-¡Eh! -dijo de forma abrupta-. Sujétala tú mientras me voy a cargar el coche.
-¿Nos vamos ya?
–Sí –asintió recogiendo la cesta y un par de servilletas-. Tengo que hacer algunas cosas en la base.
-¿Qué cosas? Pensé que tenías el día libre.
-Sólo unas cosas, ¿de acuerdo? Prepara a la niña. Ahora vuelvo.
Justin se alejó por el camino como un soldado, sin mirar a derecha ni izquierda sólo al frente. ¿Qué acababa de pasar allí? ¿Es que le molestaba tanto que ella siempre se acordara de Zac?
-¿Y por qué se resiste tanto a ti? -preguntó _____ al bebé-. ¿Por qué no puede admitir que te quiere? ¿Le cuesta de verdad tanto?
La niña escupió una burbuja de mora.
_____ enarcó una ceja.
–Eso mismo pienso yo.
ESTÁS LEYENDO
Un regalo inesperado
FanficEl capitán Justin Bieber había luchado en muchas batallas como oficial de la marina. Pero hacer de padre fue la misión más dura de todas. Cuando dejaron a un bebé en la puerta de su casa, Justin pidió refuerzos y la niñera _____, _____ apareció en s...