Adulterada [Camren]

Capítulo vii. La Pantera

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― ¡Oye! ¿¡Pero qué mierda!? ― exclama Taylor mientras es empujada por todo el pasillo hasta que, sea quien sea que está a su espalda, la mete al primer salón vacío ―. ¿¡Se puede saber qué...!?

La menor se corta en cuanto voltea y se topa con una Camila agitada.

― ¿Cabello?

Pregunta incrédula, como si fuera posible que no la hubiera reconocido. Se acomoda la ropa sin suavizar el gesto.

― ¿Qué haces aquí?

Camila se asegura de cerrar la puerta con seguro, pero no encuentra el botón o palanca.

― Aquí no hay seguros ― avisa Taylor con una nota de diversión. La porrista bufa y, en su lugar, se queda recargada contra la puerta.

― ¿Cómo iba a saberlo? Nunca había venido a tu escuela.

― Eso no importa, ¿qué haces aquí? ― pregunta nuevamente.

De pronto es como si la castaña lo recordara y se acerca a la menor con cautela y prisa.

― Necesito hablar contigo ― la toma de la mano y la lleva a un par de bancas que coloca una frente a la otra.

― Uy, qué seriedad ― confiesa Taylor con una risita nerviosa ―. Estás asustándome

Sin embargo, Camila parece aún más nerviosa. Está un poco despeinada y ligeramente sudorosa. Niega con la cabeza y se acerca a Taylor para susurrar, a pesar de que están en un salón vacío.

― Es sobre Lauren...

― No ― la interrumpe de inmediato poniéndose de pie. Camila, anticipando su reacción, la jala del brazo con fuerza y la hace caer nuevamente en la silla ―. ¡Oye! ― se queja.

― No estoy jugando, Taylor.

― Tampoco yo. No puedo hablar sobre eso.

― Sí que puedes. Prometo no decirle a nadie...

― No es tan sencillo, Cabello ― Taylor cruza los brazos y frunce el ceño, un gesto muy raro en ella.

― Nunca dije que lo fuera.

― ¿Por qué te interesa, siquiera? ― pregunta entrecerrando los ojos.

Camila abre la boca como si fuera a responder inmediatamente, pero sólo sale aire de su boca. Se traba al intentar explicar, porque es difícil aclararse en este momento.

― Camila ― la llama suavemente y se inclina en su dirección ―. ¿Por qué te interesa?

Camila se siente pequeña ante la intensa mirada de Taylor. Se pregunta a sí misma por qué no responde a su pregunta. ¿Es porque no sabe por qué le interesa? ¿O es porque sabe el motivo, pero no siente correcto decirlo en voz alta?

― ¿Es por Lauren? ― pregunta su cuñada en voz baja, como si hablaran de algo prohibido.

Camila la mira y se apresura a negar con la cabeza.

― Es por Emily ― asegura ―. Sólo intento entender su actitud.

― Es posible que ni aun sabiéndolo logres entenderla ― dice Taylor entre dientes ―, ¿habías pensado en eso?

La castaña traga con dificultad.

― No. Pero no lo sabré si no me cuentas. Escucha, Tay... ― Camila respira profundo y toma el brazo de la menor ―. Hay muchas cosas sobre Emily que puedo no saber y aun así respetar. Pero... últimamente... ― muerde su labio y Taylor distingue preocupación en sus ojos ―, no lo sé, ha hecho cosas que no entiendo y no estoy segura de poder simplemente pasar de ellas.