Capítulo xxv. Estaremos bien

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ACTUALIDAD

Al escuchar el timbre Camila no puede evitar tensarse un poco. Su madre le sonríe para tranquilizarla y luego se acerca para dejar un beso en su cabeza.

― Al mal paso darle prisa, Mila ― le dice mientras camina hasta la pequeña Sofía para ayudarle a ponerse su chamarra.

La castaña asiente para después ir a abrir la puerta.

En cuanto abre, respira profundo al ver a Emily parada ahí, frente a ella. Después de dedicarse una delicada sonrisa, la ojiverde se adelanta un paso para abrazar a su novia. Camila la rodea con fuerza y aspira profundo su perfume.

― Hola, Emily ― saluda Sofi apareciendo detrás de Camila de un brinco.

― Hola, monita ― saluda la chica separándose de Camila para acariciar la cabeza de la niña ―. Hola, Sinu.

― Hola, mi niña ― la mujer se acerca a besar su mejilla para después tomar la manita de su hija menor ―. Y adiós, que nosotras ya vamos de salida.

Después de que Sinu se despide de Camila y le indica que hay comida para calentar por si les da hambre, Emily y la castaña se adentran en la casa para ir directo a su lugar en el sofá, aunque se abstienen de colocarse en la posición habitual.

― ¿Cómo te fue hoy? ― pregunta la castaña, dejándose hacer cuando Emily toma su mano para juguetear con sus dedos por costumbre.

La ojiverde suspira y hace un pequeño puchero involuntario.

― Bien ― encoge los hombros ―, tengo que ponerme al corriente de lo que me perdí la semana pasada, y hay un par de actividades en clase que ya no me contarán, pero nada que me afecte demasiado, afortunadamente.

Camila sonríe y suspira aliviada.

― Lamento no haberte llamado ― musita con la mirada baja. Pero Camila niega de inmediato.

― No te preocupes...

Emily siente un apretón en su mano. Al levantar la vista, se encuentra con un escenario completamente distinto al que podría haber imaginado.

La familiaridad de su compañía, de su toque, la sensación cálida de ser escuchada por Camila, todo eso se mantiene intacto. Se siente feliz de tener a la castaña, de saber que puede contar con ella. Y ahora, más que nunca, siente que la quiere mucho y bien.

Justo por eso respira profundo y se reacomoda para acercarse un poco más a su novia.

― Camila...

― Escúchame primero... ― pide apresuradamente. Emily la mira atónita. Para ella, el motivo de ir a ver a la castaña estaba muy claro, pero parece que no es la única que necesita esa plática.

― Vale ― acepta, curiosa.

La porrista traga saliva y toma entre sus manos las de Emiliy.

― Tú sabes lo importante que eres para mí, Em ― la ojiverde asiente despacio ―. Pero también sabes lo mal que lo he pasado los últimos meses.

La ojiverde tuerce la boca y baja la mirada con culpa después de volver a asentir.

― Lamento eso ― musita.

― También yo... ― suspira y vuelve a apretar sus manos para conseguir que levante la mirada ―. No fue sano el modo en que llevamos las cosas.

― Eso fue mi culpa ― interrumpe Emily molesta consigo misma. Pero Camila en seguida vuelve a negar.

― No se trata de culpas, cariño. Es verdad que no manejaste bien las cosas que ocurrían en tu casa, pero yo tampoco tomé las mejores decisiones, incluso si me escudaba diciendo que lo hacía por ti.

Adulterada [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora