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Ya cuando tenía 13 años las cosas se complicaron muchísimo más, yo todavía no entendía bien lo que sucedía conmigo, aunque tenía claro que me gustaban las chicas y hasta el momento, me consideraba una chica lesbiana.

Mi padre se enteró antes de que yo cumpliera los 13 y bueno, fue todo un caos. El caso es que... Bueno, no siempre las cosas eran color de rosa en mi vida (la verdad siempre han sido como grises) y cuando recién iban a cumplir los 12, comencé a autolesionarme, fue todo un lío y todo comenzó por papá.

Bueno, como ya he dicho antes, le tenía miedo y teníamos una pésima relación. Él siempre ha sido de esos padres que jamás está porque siempre tiene mucho trabajo que hacer, viajaba constantemente y dejaba de ir a casa varios meses y cuando no estaba de viaje, llegaba a casa a altas horas de la noche y así, pasaban semanas incluso sin yo ver a mi padre aunque él viviera en la misma casa que yo.

Sin dejar el tema de lado, el 27 de junio del 2013 más o menos, conocí a una chica, tenía yo 12 años en ese momento. Bueno, su nombre me lo reservo pero aquí será Lila. Teníamos una relación y era magnífico, aunque era más una relación de distancia, pero sí que habían sentimientos de por medio. La mayoría de mis amigos sabían que era "bisexual" y lo respetaban, aunque yo por dentro creía que era "lesbiana" pero prefería que todos supieran que era bisexual, no iba a ser que porque solo prefería a las chicas me fueran a dejar de lado, ya era lo suficientemente invisible como para perder los pocos amigos que tenía.

Lila y yo teníamos una bonita relación, la quería con locura, pero su madre era más homofóbica que mis padres y eso era una mierda. Un día, la madre de Lila leyó las conversaciones que ésta tenía conmigo en las cuales (por obvias razones) nos tratábamos con mucho cariño, nos decíamos "mi amor" "mi princesa" y cosas así que suelen decirse las parejas; cuando la mamá leyó todo esto se enfureció porque su niña estaba saliendo con otra niña y lo primero que hizo fue llamar a mis padres.

VAYA MIERDA Y VAYA LÍO.

Mis padres hablaron con su madre e hicieron que nos alejáramos por completo, me destrozaron el corazón nuevamente. Ahora había conseguido poder estar con alguien sin pensar en Azul, había conseguido querer a alguien y que me quisieran de vuelta y nuestras familias lo estaban arruinando, no podía ser peor.

Ese día, aparte de que se dieron de cuenta que salía con una chica, también vieron los cortes en mis brazos y fue un lío más grande aún. Recuerdo que me sentaron frente a ellos y comenzaron a hacer preguntas y lo que yo les dije fue "me gustan las chicas, soy lesbiana" y vaya que se lo tomaron re mal.

Temía por mi vida y sólo podía llorar, casi nunca lloraba frente a mis padres, pero ese día sí. Mi padre se enojó demasiado y por poco me pega, pero mi madre lo detuvo y acordamos que iríamos a un psicólogo, ¡Bien! Al menos intentaban entenderlo.

Relatos de un chico trans Donde viven las historias. Descúbrelo ahora