17.

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Cuando recién cumplíamos 4 meses (de hecho, el mismo día) y cuando la relación iba viento en popa, la cosa se jodió, es como que comienzas a ser feliz de verdad y la vida te para en seco y te dice basta, que vos no podés ser feliz, fue así.

Ese día ella se enteró gracias a su actual mejor amiga y una amiga cercana mía, lo que pasó con Rojo, yo no se lo negué en cuanto lo preguntó y en ese momento supe que había perdido a Gris, a mi amor, a mi niña.

Me rompí en mil pedazos porque me dolía demasiado haber hecho lo que hice y haber perdido a la mejor mujer que había tenido hasta el momento en mi vida. Yo tenía 14 años y estaba enamorado perdidamente de una mujer a la que le había roto el corazón, después de eso... Me obsesioné con ella, pasó de ser amor a ser obsesión y eso lo jodió todo.

Me obsesioné con la idea de recuperarla, de arreglar las cosas, de que regresara a mi vida, lo intenté todo... Pero nunca conté con que realmente ella no quería regresar a mi vida. Cuando rompimos era septiembre y en los meses transcurridos de ahí a diciembre, tuve más de 5 intentos de suicidio, me metí más en las drogas y en el alcohol, me volví mierda, la depresión había llegado a mi nuevamente más fuerte que nunca y todo se puso patas arriba, inclusive en ese año, dejé el colegio, no me importó que ya casi finalizara el año y que incluso lo iba ganando, no regresé a clases jamás.

Perder a Gris había sido el empujoncito que necesitaba para destruirme más de lo que ya estaba, me sentía nuevamente solo, Gris era mi escape, mi salida, mi familia siempre había sido una mierda y ella lo sabía y ella se había convertido en mi mundo, en mi todo, sentía que no tenía a nadie más y cuando la perdí, me sentí perdido; y como un mes después de haber roto con ella había abandonado el colegio, lo único que podía hacer por mi en los últimos meses del año era encerrarme en mi habitación a consumir drogas durante todo el día, a jugar a la Xbox o a llorar por Gris, no hacía nada más, no salía de mi habitación, mi madre estaba preocupada y enojada, habían días en que incluso ni siquiera salia a ducharme.

Era un desastre total.

Relatos de un chico trans Donde viven las historias. Descúbrelo ahora