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En el 2016 me corté el cabello por primera vez.

Si bien, para mis padres fue muy difícil asimilar todo el rollo de que era trans, con el tiempo las cosas fueron un poco mejor; al menos con mi madre. Mi padre, a los pocos meses de yo decirle cómo me sentía, se mudó a otra ciudad y dejó a mamá nuevamente sola, pero para nosotros eso ya no era sorpresa, él se fue con la excusa de que tenía trabajo, pero todos sabemos que se fue porque no podía ver a su hijo trans y bueno, de eso me enteré después.

Cuando mis padres vieron que en realidad no era una etapa y en serio me sentía como un chico, supieron que no había marcha atrás. Mi familia siempre ha sido bastante religiosa, o bueno, al menos mi madre y la familia de mi madre, así que cuando comencé con mi transición lo primero que dijeron fue "esas cosas son del diablo" "estás endemoniado" y cosas así, pero la verdad, me había cansado tanto de hacer lo que los demás quisieran y no lo que yo quería, que no me importó.

Mi madre lloró muchísimas noches y me siento mal por ello, porque ella tenía que lidiar con todo, tenía que lidiar con mantener la casa, mantener la poca familia que teníamos ahora, unida; tenía que lidiar con el pasado de una hija bastante rebelde y que ahora, era un hijo y todo lo hizo sola porque mi padre jamás tuvo los suficientes cojones para ayudarle con algo.

Me volví un hijo de puta en su mayor expresión y la verdad, no me arrepiento de ello porque gracias a eso fue que mi familia comenzó a tomarme en serio. Los comentarios jamás faltaron, cosas como "tenés que acostarte con un hombre de verdad para sentir lo que es la vida y saber que realmente sos una mujer" mis hermanos eran unas de las personas que más me decían eso y la verdad me dolía, yo en serio quería que lo entendieran, pero aunque eso me partía el alma y demás, jamás se los demostré ni les dejé notar que era débil, porque a las personas nos gusta la debilidad ajena.

Así que dije "al diablo con Dios, con la religión, con sus malditos estereotipos de que rosa es niña y azul es niño" y comencé yo solo, desde cero. Un día, así, sin más, cogí toda la ropa de mi closet, camisetas de chica, jeans de chica, faldas, vestidos y demás y simplemente lo tiré al bote de basura, no tenía ropa pero me sentía liberado.

Con el tiempo, mis amigos me ayudaron y cuando a ellos la ropa ya no les quedaba o no les gustaba, me la regalaban y con ello comencé a renovar mi closet, aunque claro, yo les pedí esa ayuda y gracias al cielo, lo entendieron. Me sentí muy solo en ese momento, para ningún chico trans es fácil que su familia le dé la espalda completamente y es muy tedioso que las únicas personas con las que cuentes sean adolescentes de tu misma edad que tampoco saben qué hacer con su vida.

Más de una vez pensé en matarme, no puedo negarlo, para mí también era duro ser trans (creo que para la mayoría de los trans lo es) aún así, no me dejé vencer por el miedo, hubo días en que ni yo mismo sabía como seguía vivo o como seguía viviendo con mi familia cuando ellos eran los que más me juzgaban, pero decidí no estar triste por ellos, me dejó de importar la mayoría de la gente y sólo luché contra viento y marea por mi felicidad, o ellos se cansaban de hacer comentarios o yo me rendía con mi transición y seguramente, sucedería lo primero.

Me volví egoísta, pero tenía que serlo si quería que ser feliz y al mismo tiempo, le regalé días a mi familia para que lo asimilara.

19 de septiembre de 2016.

Exactamente casi 3 meses después de haber salido "del closet" me corté el cabello por primera vez.

Este era yo minutos antes de ir a la barbería, esa fue la última fotografía que me saqué con el cabello largo.

Este era yo minutos antes de ir a la barbería, esa fue la última fotografía que me saqué con el cabello largo

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Después, este fui yo.

No me lo había cortado tanto como quería, la verdad seguía teniendo un poco de miedo por lo que mis papás decían, así que por respeto a ellos y por evitar más problemas de los que ya teníamos, me corté el cabello poco a poco y mi primer corte, fue...

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No me lo había cortado tanto como quería, la verdad seguía teniendo un poco de miedo por lo que mis papás decían, así que por respeto a ellos y por evitar más problemas de los que ya teníamos, me corté el cabello poco a poco y mi primer corte, fue ese.

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