A Rainy Night ☔ l JaeYong NCT

Chapter 5

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Las gotas de lluvia rebotaban en el piso, creando caminos de agua los cuales terminaban en los desagues. Mi ropa estaba empapada, mi cabello y todo yo también. Y sin embargo, no sentía frío, estaba extasiado. Amaba con furor los días lluviosos y era lo único que me acogía y apaciguaba en ese momento.

Mis lágrimas estaban camufladas.

Estaba sentado bajo un árbol, y así estuve durante mucho tiempo, quizá horas... no lo sé. Y es que nada salía como quería y eso me frustraba, era tal cual lo había dicho mi madre antes de salir por la puerta sin la certeza de volver.

Todo era oscuro, quizá era de madrugada y agradecía que no hubiese nadie en la calle o al menos en el parque donde me había quedado. No sería buena idea que apareciera un alfa y me viese así, todo indefenso y vulnerable ante cualquier situación, ante cualquier acción, ante cualquier petición.... porque si, estaba tan débil como para renegar cualquier circunstancia, estaba tan abierto a lo que se viniera, me asustaba. No me reconocía a mi mismo, solo quería algo de comprensión, algo de afecto.

¿Cómo podía cambiar de opinion tan rápido?

No estaba lúcido, en mis cabales. Necesitaba un techo, protección, calor humano y no tenía nada de eso a mi favor, ya no tenía nada... nada de nada.

- ¿Te encuentras bien? - su voz me alumbró la noche

No respondí, me quedé observando su lindo rostro, sus finas facciones... cada pequeño detalle. Era tan hermoso.

Se inclinó y me observó con detenimiento - Oh por dios, estás hirviendo - dijo al notar mis pupilas dilatadas, al tomar mi mejilla y sentir el deseo que recorría todo mi cuerpo - Tu ropa está empapada, debes cambiarte o atraparás un resfriado.

Lo seguía observando embobado en todos sus caracteres.

- Alfa

Me miró, sus ojos acaramelados me penetraron hasta el alma y solo eso basto para que con toda la fuerza de voluntad me aferraba a sus brazos y me dejara llevar a quién sabe dónde.

Sentía su calor corporal mezclarse con el mio, sus prendas estaban igual de empapadas que las mias.

- Alfa - lo llamé

- Espera cariño, pronto estaremos en casa

Y así fue, luego de un par de minutos se adentró a una casa. Pasamos algo parecido a un jardín e ingresamos por una puerta grande. No paró el paso, continuó subiendo un par de gradas y pronto estuvimos en una habitación con un ventanal grande.

Me dejó sobre la cama y dió media vuelta. Salió de la habitación y la sensación de abandono recorrió todo mi cuerpo, lágrimas empezaron a caer esta vez sin ser camufladas por la lluvia, dejándome al descubierto. Luego de un par de minutos volvió a entrar, traía una mudada de ropa en manos, una pijama a simple vista. Se percató de la situación y se aproximó inmediatamente.

- ¿Qué sucede? No llores, estás a salvo a mi lado - me abrazó

Apoyé mi cabeza en la curvatura de su cuello. Olía a tierra humeda, a lluvia. Mi corazón se aceleró ante el tacto, su mano estaba dando leves caricias sobre mi espalda en forma de consuelo.

- Vamos, preparé la tina para que tomes un baño - dijo apartándose.

Hice caso omiso y volteé a ver a la ventana.

- Eres terco... aunque ya lo sabía - se burló.

Se acercó y me tomó de los brazos y las piernas, como a princesa. Lo miré frunciendo el ceño y él rió, me llevó hasta el baño y me dejó  sentado sobre la taza (cerrada), tocó el agua asegurandose que esté a una buena temperatura, ni tan caliente ni fría.

- Aquí están las toallas para cuando salgas y aquí está la ropa, tómate tu tiempo y si necesitas algo, no dudes en llamarme - me regaló una hermosa sonrisa antes de irse por la puerta cerrándola a su paso.

Miré al vacío un rato, pensando en la nada y a la vez en todo, luego volví a la tierra y me dispuse a entrar en la bañera una vez desplazado de todas las prendas que llevaba encima. Me relajé tanto que caí dormido.

Sentí que me cargaban pero no le di mayor importancia. No abrí los ojos hasta que sentí su mano sobre mis caderas. Me alarmé

- ¿Q..qué crees que estás h..haciendo?

- Tú.. lo siento y..yo - me miró avergonzado - solo quería ayudar un poco.

No sé a qué rato ni cómo pero el asunto es que estaba vestido. Y el estaba técnicamente sobre mi.

Un tirón fuerte en mi vientre me sacó de mi trance y sentí desprender feromonas. Mi cuerpo volvió a calentarse.

- Oh no... - me miró espantado, se levantó de inmediato y retrocedió - debo irme

Y antes de que lo hiciera ya me encontraba tomando su mano e impidiendo cualquier acción en contra.

- A..alfa - dije entre jadeos

Su mirada estaba llena de deseo, sus ojos estaban de un color carmesí, pero se reusaba a tocarme.

- No... no puedo - dijo con la poca voluntad que tenía

Me alcé a su altura sobre la cama y tomé su rostro entre mis manos. Nos miramos fijamente, nuestras narices se rosaban y nuestros labios se encontraban a un par de milimetros, nuestras respiraciones se mezclaban de la proximidad. Y él dió el primer paso, acortó la distancia y se apoderó de mi, tan deseoso y yo tan abierto.

En un principio el beso fue suave y dulce pero se intensificó a medida que el deseo crecía.

- Oh~

De la nada me apartó, miró en lado contrario y después a mi de nuevo. Me dio un beso en la frente, tan cálido y sin decir nada se fue dejándome allí lleno de confusión.

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No crean que Taeyong es tan fácil jaja solo son las hormonas

Siento la tardanza bellezas ;-;

Gracias por leer

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