Nuestra Historia Juntos 2 [Kookmin Fanfic]

MI VIDA CONTIGO

POV Jungkook

Por fin, vivimos tranquilos, juntos, dándonos calor mutuo cada noche, disfrutando de penas y alegrías, tenemos poco, apenas unas semanas, que sin duda han sido los días más maravillosos de mi existencia, vivir con Jimin es hermoso, ver sus ojitos apunto de cerrarse por el cansancio en la noche antes de dormir y verlo abrirlos uno por uno en la mañana, apreciar como con sus manitos cubre sus ojos de la luz que entra por la ventana no tiene precio.

Es tímido, muy tímido pero eso solo lo hace más adorable a mis ojos, varias veces he entrado a la habitación mientras se está cambiando (obviamente por accidente) el solo trata de cubrirse con sus manitas su pequeño cuerpo, y sus mejillas toman un lindo tomo carmesí "Kookie me estoy cambiando" no saco su linda vocecita de mi cabeza, su linda sonrisa cada que hago algo gracioso deja ver un adorable diente chueco en la parte superior de su dentadura, sus labios gruesos son tan dulces como el caramelo y tan suaves como la seda, el color miel de su cabello, es lo más hermoso de este planeta.

Es muy cariñoso y se preocupa por mi "no salgas sin suter", "duerme temprano" , "come saludablemente" en ocasiones parece mi madre pero de él todo es mejor, sé que lo hace por qué me ama y se preocupa por mi, podría recorrer el mundo entero y no encontrar a mejor persona que mi lindo Mochi.

Para muchos no será el mejor cocinero del mundo, no obstante para mi cada comida que prepara es el manjar más delicioso del universo, por el simple hecho de que lo hace él con sus propias manos, por qué lo hace para mi.

Esas mañanas me levanto cansado y él ya está en la cocina, preparando cualquier platillo, a veces huevo revuelto, a veces avena con fruta, todo es delicioso.

Mientras él está ocupado cocinando a mi me dan unas ganas inmensas de abrazarlo, me acerco a él para tomarlo por la espalda y cada día se sorprende igual que el anterior, tal vez no se a acostumbrado del todo a mi presencia, igual que siempre recargo mi barbilla en su hombro e inhaló el delicioso aroma de la comida que prepara con tanto amor para mí, aprieto más el abrazo al sentir su respiración chocar con la mía, hasta que el aire se mezcla y nuestros labios se reclaman.

Cada mañana es hermosa y las tardes son aún mejor, Jimin merece el mundo entero y si fuera capaz de dárselo lo haría sin lugar a dudas, lamentablemente no puedo hacer eso, mi carrera va en ascenso y vivimos bien, prometo que algún día seré capaz de darle todo lo que se merece, aunque nunca será suficiente, sin embargo por el momento le daré lo que puedo, mi amor, mi apoyo y un pequeño regalo que fue hecho con mis propias manos, sinceramente espero que le guste, lo hice solamente pensando en el....

POV Jimin

— Kookie, ¿A dónde me llevas? ¿Por qué me vendiste los ojos? — no sé por qué pero por alguna razón Jungkook me había dicho que cerrara los ojos y después solo sentí una venda sobre ellos y que tomaba mi mano para guiarme a no sé dónde, no es que tuviera muchos lugares a los cuales podía llevarme, a menos que saliéramos del departamento solo podía entrar en algunas habitaciones, por lo que me llevará de ojos cerrados me llenaba de curiosidad.

— Casi llegamos — Deje escapar un sonido de desaprobación— ¿No confías en mí? — Ante esta pregunta me detuve en seco haciendo que el aflojase un poco su agarre y luego sentí que se giró hacia mí — ¿Qué ocurre? — preguntó.

— ¿A caso eres tontito? — me crucé de brazos. — ¡¿Cómo se te ocurre preguntar si no confío en ti?! Sabes que te confiaría mi vida, Jungkook, solo quiero saber a dónde me llevas.

Percibí un risa, podía dar por hecho que ahora en su rostro había una boba sonrisa —Estás a punto de averiguarlo —  comenzó a dar unos pasos hacia atrás tomándome por la cintura y haciéndome caminar, luego de unos cuantos pasos nos detuvimos — Llegamos — Lleve mis manos detrás de mi cabeza para retirar la venda pero me lo impidió — Yo lo hago — sentir su cálida respiración detrás de mí, su suaves manos rodaban la piel de mi nuca erizando los vellos de la zona, sus simple tacto había temblar cada sentimiento de mi cuerpo, segundos después cayó el nudo que mantenía la tela en su lugar. — Listo, abre los ojos.