05: El sirviente

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Un extravagante olor a té negro inundaba por completo la habitación, haciendo que su vapor calentara las manos de quién lo tomaba de forma templada. Una mesa de madera redonda, sobre esta un mapa del reino con pequeños rasgos de sectores ajenos pero cercanos a Erdia. El jefe general del ejército junto a sus mejores hombres, entre ellos su joven hija de nombre Mikasa, quién ya era un caballero, habían sido citados a una importante reunión por el soberano de ojos azules.

 El jefe general del ejército junto a sus mejores hombres, entre ellos su joven hija de nombre Mikasa, quién ya era un caballero, habían sido citados a una importante reunión por el soberano de ojos azules

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—Mi señor, insisto. No es necesario declararle la guerra a Paradis, podría ser demasiado en vano, y poner en riesgo la vida de mis hombres en una pelea innecesaria es algo que definitivamente no haré —se justificó el Sr. Ackerman, frunciendo su ceño con mucha fuerza.

Armin deleitó su paladar tomando un sorbo más del humeante líquido caliente antes de hablar.

—Es completamente necesario, sir Hajime Ackerman. Últimamente Paradis está haciendo muchos negocios nuevos con Marley, todo el mundo sabe de las hostiles relaciones que existe entre Erdia y ambas naciones. Existe la posibilidad de que ambos países unan sus casa, probablemente la princesa esta se case con el heredero de Marley, si eso pasa ambos se convertirán en una nueva potencia mundial, lo cual podría ser muy peligroso para Erdia. No dejaré que eso pase —habló con decisión.

Los rostros de los demás presentes mostraban completo desacuerdo, pero ninguno hablaba, ya que el Sr. Ackerman era su vocero, ellos estaban ahí solo para presenciar y apretar sus puños, y por supuesto, seguir órdenes.

—¡Me niego a ir a la guerra por un capricho estúpido! —exclamó Ackerman poniéndose de pie—. Y no intente obligarme, porque si es necesario que renuncie a este cargo no dudaré en hacerlo, y bien puede buscar a otra persona —amenazó.

Aquel soberano de intensos cabellos rubios curvó sus labios, levantando una comisura para mostrar una provocadora sonrisa de lado. Su mirada se topó con la hija del jefe general, lo cual lo incomodó de sobremanera, la muchacha de pelo largo azabache miraba al rey con odio y desprecio, eso era más que seguro.

 Su mirada se topó con la hija del jefe general, lo cual lo incomodó de sobremanera, la muchacha de pelo largo azabache miraba al rey con odio y desprecio, eso era más que seguro

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—Bueno, hasta aquí queda la reunión. Estoy algo cansado, así que márchense a sus labores —Armin se levantó, y con eso todos los demás presentes dando por terminada la reunión. Ciertamente el menor no estaba dispuesto a explotarse los sesos en una discusión para que el contrario le diera la razón, no, él tomaría medidas simples.

Flor Del Mal | EreminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora