Armin, súbete maldita sea.
Madre, por favor.
Una persona de la realeza tiene que aprender montar, ¿o qué crees que los sirvientes te andarán trayendo siempre? Tu padre te ha consentido mucho estos últimos años, pero ya es tiempo, estás creciendo y sigues sin saber hacer nada como corresponde.
—No... madre, por favor... basta...
—¿Majestad?
El chico que yacía sentado al lado de la cama de su majestad se sobresaltó tras escuchar los leves murmullos que soltó de repente. El rubio se movía de un lado a otro, con una expresión de terror, aún sin abrir sus grandes ojos. Su rostro estaba empezando a sudar y la temperatura en su cuerpo aumentaba considerablemente.
—Rey... Armin —lo nombró el moreno, pero este no despertaba de su ensueño—. ¡Armin! —exclamó moviendo su cuerpo con ambas manos.
Los ojos del chico comenzaban a abrirse con pesadez. Su primera expresión al despertar fue un "auch", pues su cabeza ardía y le dolía con demasía— ¿Eren...? Me duele mucho la cabeza —Trató de incorporarse, pero sus intentos fueron en vano, inmediatamente tuvo que volver a la cama tras sentir leves puntadas—. ¿Qué ocurrió?
—No se sobre esfuerce, aún está débil —pidió—. Cuando veníamos de regreso comenzó a sentirse mal, yo no lo noté de inmediato, pero en cuanto John le preguntó usted se desmayó sobre Mabel cayendo al suelo. El golpe que se dio en la cabeza fue brutal. Estaba muy asustado, su cabeza sangraba y no teníamos cómo detener la hemorragia. Finalmente decidimos que traerlo conmigo mientras montaba a Dipper, y a Mabel la tenía amarrada junto a mi caballo.
—¿Cuánto tiempo llevaba inconsciente? —preguntó pasando su mano por su cabeza, sintiendo un pequeño cosquilleo doloroso en esta, además de darse cuenta que tenía puesta una venda.
—Unas cuatro horas. Le puse un suero y algunos calmantes para el dolor mientras estaba inconsciente, dentro de una hora el dolor debería desaparecer —comentó aliviado.
—¿Cómo sabes tanto de medicina? —El rubio volteó su cuerpo para quedar completamente frente a Eren, sin incomodidades.
—Ya se lo dije, me enseñaron muchas cosas allá.
—Estás completamente capacitado...
—Así es.
Luego de que el rey despertara Eren fue por un té con infusiones de hiervas medicinales para que el rubio lo pudiera beber. En su caso prefirió ir él mismo porque Armin estaba indefenso, y en su estado le parecía ridículo que se mantuviese usando las ropas que siempre encubrían su rostro, por lo que le dijo a la demás servidumbre que el rey estaba muy cansado y no quería que nadie lo molestase, así nadie lo encontraría descubierto.
Al rato volvió a aparecer en la habitación con el bebestible caliente en una bandeja, la cual dejó en la mesita de noche de Armin— Tenga, con esto ya debería sentirse mejor —Le ofreció la taza—. Está un poco caliente, tenga cuidado por favor.
—Uhum —asintió el contrario.
—¿Por qué comenzaron los mareos? ¿Es decir, comió algo que le hizo mal? ¿Quizás fue el sol, el viaje...?
—No recuerdo mucho —Bebió un sorbo—. Solo que en algún momento comencé a sentirme mal... pero no creo que haya sido por alguna de las cosas que me nombraste, estoy seguro que fue algo más, pero ya no lo sé...
—No se preocupe —El castaño acercó su diestra al rostro del rubio para acariciar con suavidad sus mejillas—. No importa si no lo recuerda, lo importante es que ya está bien y que yo estuve ahí para usted —El rostro del superior se tornó completo de un color rosa pálido, ahora su rostro estaba mucho más caliente, pero sabía que no era por su dolor de cabeza. Finalmente, sus comisuras se elevaron, formando una agradecida sonrisa.
—Gracias Eren.
—No agradezca, con que haya despertado me siento más que bien. En serio, no se imagina el susto que me hizo pasar ahí afuera —confesó avergonzado.
El rubio bebió todo lo que quedaba del líquido que le proporcionaron, para después dejar escapar una ligera risilla— ¿Lloraste por mí? —bromeó.
—Eh... me tenía bastante histérico —reveló desviando la mirada, sin haber captado que lo que su majestad había dicho era una simple broma.
—¿En serio...?
—¡Claro que sí! No sabía que le había pasado ni por qué le pasó. Iba montando un caballo; yo iba cabalgando y a lo lejos vi como su cuerpo cayó y rodó por el suelo con ferocidad. Tuve que detener a Dipper de un jalón para bajarme e ir corriendo hacia usted, y no reaccionaba. Su cabeza sangraba y manchaba mis manos con tanta contundencia que hasta pesé lo peor.
El de ojos azules se encontraba atónito, no podía creer lo que escuchaba. ¿Realmente fue así? Ahora la culpa hacía presencia en su subconsciente y se arrepentía de haber preocupado a tal grado al chico. No tenía intenciones de hacerlo pasar por un episodio tan cruel, pero ni él mismo sabía por qué había pasado.
—Lo siento... —Al decir esto el castaño estiró su mano hasta hacer un leve contacto con la del rubio.
—Me alegra que esté bien, su majestad.
───╯ °✧° ╰───
Al Este de Erdia se hallaba un príncipe atendiendo sus propios asuntos en su enorme palacio.
—¡Príncipe Jean! Su hermana ha regresado —declaró la escudero de cabello rubio.
—Gracias, Annie. Iré enseguida —El joven de alta estatura y cabello castaño claro se abrió paso en el pasillo en dirección al recibidor. Al llegar pudo divisar como su hermana entraba al palacio con un hombre que apenas podía moverse y una mujer altamente intimidante—. ¡Petra! —Fue corriendo hacia ella—. ¿Quiénes son ellos? ¿Por qué los traes? —interrogó inmediatamente al ver a los dos intrusos.
—Jean... —Comenzó la muchacha de ojos ámbar.
—Mi nombre es Mikasa Ackerman, y él es mi hermano, Levi —contestó enseguida la pelinegra que traía consigo al hombre que parecía ser Levi.
—¿Ackerman?
—Jean, los atacaron. Son de Erdia, el rey Armin los envió a cazar, ellos son los únicos sobrevivientes... quiero que se queden —Los defendió antes de que su hermano pudiera decir cualquier otra cosa.
—¿Por qué deberíamos? —preguntó aún sin estar convencido de las decisiones de su hermana.
—No... importa —habló con dificultad el pelinegro de baja estatura—. No me interesa quedarme... con un codicioso más... nos las podemos arreglar solos...
—Cómo te atreves —Jean se acercó imponente, a punto de desenvainar su espada, sin embargo, su acción quedó en eso, pues Petra se adelantó y volvió a meter su espada en su lugar.
—¡Basta Jean! Ellos se quedarán, es decisión mía y la respetarás porque soy tu hermana mayor —Sus ojos estupefactos no podían creer lo que veían, peor, él no podía creer lo que estaba escuchando.
—¿Por qué me desautorizas de esa manera? —preguntó indefenso.
—Porque odio cuando juegas a ser el rey de Marley cuando ni siquiera te sabes comportar como el príncipe.
˗ˏˋ「continuará」ˎˊ˗
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Flor Del Mal | Eremin
FanfictionArmin es el primogénito y único heredero a la corona de la familia Arlert. La vida que sus padres quieren para él es despiadada y calculadora, pero él solo desea jugar y disfrutar su infancia con su mejor amigo, Eren. Sin embargo, el destino separar...