La fresca mañana del trece de enero fue el día en que Mikasa debía partir. El plan que los llevaría a la victoria había sido repasado cientos de veces, y ella tenía más que claro lo que iba a suceder, y cómo debía suceder. Eran pasado las ocho y media de la madrugada. El caballo ya estaba cargado, llevaba una tienda para poder acampar por la noche, ya que el viaje solo a caballo le tomaría aproximadamente 12 días y 11 noches tomando su respectivo descanso.
—¿Estás segura de esto? —le preguntó Levi, mientras terminaba de ensillar al caballo.
—Sí... esta misión me corresponde. Cuando nos volvamos a ver será el día en que la victoria por fin estará en nuestras manos, hasta entonces guiaré a nuestro pueblo hacia la paz y la libertad —confesó con su tan típica mirada fiera. Ahora tendría la oportunidad de triunfar, y no la desaprovecharía, claro que no.
—Confío en tu determinación. Ve ahí afuera y demuestra que los Ackerman ya no son títeres de la tiranía.
—Eso haré.
Levi sentía esas ganas de abrazar a su hermana como nunca. Él jamás había sido de taco físico, y era el miembro más conservador y frío de su familia. Una persona que no hablaba mucho, y que lo poco que decía siempre eran frases sarcásticas o metafóricas que su familia no lograba comprender. Ahora, sabiendo que estaba en una situación en la cual en cualquier momento podrían descubrir a Mikasa y acabar con ella, y a pesar de que él confiaba ciegamente en ella, no podía despedirse de ella sin antes darle un fuerte apretón. Ella se sorprendió cuando su cuerpo se vio rodeado por los fuertes brazos de su hermano. La escena se veía bastante cómica, ya que teniendo tanta cercanía era mucho más notoria la diferencia de estatura, y parecía que en realidad Levi fuera su hermano pequeño. Esto provocó un par de risas en los hermanos Kirstein que permanecían a unos cuantos metros como espectadores.
—Si me entero que has muerto, yo mismo iré en busca de tu cadáver y te traeré de vuelta solo para volver a acabar contigo.
—No lo hará —ambos se separaron para contemplar le presencia de Petra—. Las leyendas nunca mueren —Sonrió.
Mikasa sonrió y fue por un abrazo de la pelirroja. En este último tiempo ella había sido más que una simple salvadora, se había convertido en su compañera, ella había hecho realidad todo lo que estaba sucediendo, incluso lo que estaba por venir.
—Muchas gracias por todo.
—No hay por qué —murmuró la más baja.
—Por favor, cuida de Levi.
Petra contuvo la respiración, la petición que Mikasa le había hecho la tomó por completa sorpresa.
—Sé que lo aprecias... de esa forma —dijo al no saber cómo expresarse de forma correcta—. Eres una mujer valiente y determinante.
—Lo haré, lo prometo.
El momento que tarde o temprano llegaría ya estaba aquí. Mikasa había subido a su caballo lista para partir, dejando atrás a su única familia junto a las personas que la habían ayudado con su cometido, las mismas que hicieron posible su renacimiento.
───╯ °✧° ╰───
Mikasa era la clave para que la misión tuviera éxito, si ella fallaba, todo se iría abajo y tendrían que crear un plan b del cual no se había hablado antes. Impredecible era su futuro, mientras Levi la veía a lo lejos marchar al que algún día fue su hogar. El sol ya se estaba asomando entre las colinas, dejando ver una Marley radiante y unos verdes valles a la lejanía.
—Ella estará bien —comenta Petra apareciendo por detrás de Levi—. Es una guerrera.
—Solo espero que no la descubran —murmuró por lo bajo.
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Flor Del Mal | Eremin
FanfictionArmin es el primogénito y único heredero a la corona de la familia Arlert. La vida que sus padres quieren para él es despiadada y calculadora, pero él solo desea jugar y disfrutar su infancia con su mejor amigo, Eren. Sin embargo, el destino separar...