A paso rápido caminaba, en su desesperación no le importó que los enfermeros no estuvieran de acuerdo, incluso ignoró las palabras de sus propios superiores. Todos pensaban que estaba jugando con fuego, pero ellos no tenían idea de que Eren creció quemándose.
Al llegar a su destino finalmente tomó el pomo de la puerta y entró sin golpear, y ahí lo encontró. A su rey, despojado de aquellas prendas que no permitían ver su rostro, frente a la terraza apretando los puños mientras se agarraban de la baranda— Eren, no deberías estar aquí —murmuró apretando los labios. Su cabeza estaba hecha un lío, y sus intentos por calmarse no estaban funcionando.
El castaño no dijo nada. Cerró la puerta detrás de él colocando el seguro, y luego caminó hasta donde se encontraba el rubio. Dejó escapar un pequeño suspiro y acto seguido se posicionó al lado de su majestad con la mirada en el suelo, totalmente desconcertado— Yo... lo de hace un rato... ¿qué está sucediendo? —preguntó en un susurro, tratando de buscar la respuesta en su propia cabeza. Aún no podía creer lo que había visto, ¿realmente ese era el chico que había conocido hace tantos años? ¿El muchacho al cual le había prometido la felicidad?
—Eren, solo márchate —fue lo único que logró salir de los labios del tirano. Su mirada fría se mantenía perdida en un punto cualquiera y su voz tajante penetraba el desconcierto de su querido amigo.
—Ar... majestad, si necesita algo-
—¡Solo déjame en paz! —se volteó enfurecido encarando al ajeno. Eren solo logró rescatar en su actitud una cruel personalidad, una que jamás había visto en el chico, una que simplemente lo tenía paralizado—. Por un demonio, vete de aquí. ¡Es una orden! —volvió a exclamar furioso. Su rostro rojo gracias al descontrol de la ira y la disconformidad aterrorizó por completo al moreno, provocando que se le pusieran los pelos de punta, sin embargo, en aquella expresión despiadada, aún podía sentir la dulce personalidad de su amigo, pero ahora siendo oprimida por un sentimiento en extremo vil. Sin nada más que hacer obedeció sus órdenes, dando media vuelta sobre sus talones y marchándose de la habitación con la mirada perdida, sin poder creerse aún todo lo que había acontecido.
Al cruzar el umbral, cerró la puerta detrás de él recargándose en esta— Nuestra familia decidió separarnos, dividiendo nuestro destino por la codicia. Lamentaré por siempre que haya tenido que ser así, pero sin importar lo que pase, siempre desearé tu felicidad —susurró para si mismo antes de marcharse a sus labores.
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—Tengo asumido que este jardín ha florecido, y que me he quedado atrapado en este castillo rodeado de espinas, pero es mi destino. ¿No es así, Pizi? —el pequeño cuervo jugueteaba sobre los dedos del joven rey, disfrutando con alegría volver a estar cerca de su dueño—. Si realmente voy a hacer esto, voy a hacerlo bien.
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El aire frío y fresco del crudo invierno estaba congelando las manos del nervioso muchacho. Su cuerpo temblaba del frío y al mismo tiempo de la histeria por conocer en carne propia a su legítimo rey.
—Bert, ven aquí.
—Si, padre —El pelinegro caminó hacia su mayor, colocándose a su lado para seguirlo.
—Por favor, dirígete a él con mucho respeto, no querrás perder la lengua, o incluso peor, la cabeza —aquel comentario despiadado le hizo tragar con dificultad. Ambos se hallaban caminando hacia el interior del enorme palacio por petición de su joven majestad. El rostro de cada uno de los soldados que cumplía turno dentro del castillo era de terrible duelo tras la reciente muerte de sus tan preciados soberanos. La nación completa estaba conmocionada, muchos aún estaban indignados, otros con tremendo pánico, ¿y por qué? Porque un pequeño de quince años, a quién jamás se le había visto el rostro estaba a punto de ser coronado como legítimo rey de Erdia.
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Flor Del Mal | Eremin
FanfictionArmin es el primogénito y único heredero a la corona de la familia Arlert. La vida que sus padres quieren para él es despiadada y calculadora, pero él solo desea jugar y disfrutar su infancia con su mejor amigo, Eren. Sin embargo, el destino separar...