Capítulo 3☆

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Estoy empapada de pies a cabeza. Mi vestido se pega a mi piel, metiéndose en lugares incomodos y mis zapatillas flotan en la enorme piscina. Pero lo que más me molesta de toda esta situación es que moje mi adorado BlackBerry y contrario a los nuevos smartphones, el pobre no es a prueba de agua. Presionó como loca el botón de encendido pero no responde y todo lo que puedo ver es mi reflejo en la pantalla.

—En mi defensa, tu fuiste la responsable de que tu celular se hundiera como el Titanic— Luke rompe el silencio, ofreciéndome una toalla. Lo fulmino con la mirada y tomó de un tirón la toalla que me ofrece.

—Nada de esto hubiera pasado si no me estuvieras provocando— me coloco la toalla sobre los hombros y colocó los brazos en jarra.

—Mira quien habla de provocar— y sin decir nada más sube su camisa y deja al descubierto su abdomen, que debo admitir no está nada mal.

Tiene la definición justa y necesaria para un chico de su edad y no puedo evitar imaginarlo con una tabla de surf. Tiene el físico de un surfista o quizás sólo es de los pocos afortunados que cuentan con un buen físico sin mucho esfuerzo.

Caigo en cuenta de que estoy mirando sin disimular su torso y apartó la mirada bruscamente.

—¿Te gusta lo que ves?— Luke sube y baja las cejas burlándose claramente de mi

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—¿Te gusta lo que ves?— Luke sube y baja las cejas burlándose claramente de mi.

—No te creas tan especial, he visto mejores— ¡Si claro! Soy la más indicada para hablar de esos temas y espero que se note mi sarcasmo. Porque soy más virgen que la propia virgen María.

En mi vida solo me he besado con dos chicos, de los cuales uno fue mi novio y duramos una larga semana. Me dejo porque me quiso meter mano y como acto reflejo le deje un lindo ojo morado.

—Una chica experimentada. Me gusta— tiene una sonrisa pícara en su cara, lo que extrañamente lo hace ver como un niño que acaba de descubrir algo nuevo.

—No trates de evadir la situación. Mi celular está muerto gracias a que a cierta persona se le ocurrió la brillante idea de meterme con el a la piscina, mojando la única ropa que traje.

—Bueno, para que veas que pienso en todo. Te traje ropa seca "princesa Targaryen"— explica y me lanza una camisa azul celeste y un short de deporte negro los cuales agarro en el aire.

—¿Cómo me llamaste?

—Princesa Targaryen ¿La de game of thrones?— pregunta y me ve como esperando que diga algo. Pero no se de que me esta hablando— ¿En serio no sabes que es got?

—No me gusta ver televisión, tengo asuntos más importantes.

—¡Wow! ¿Qué edad tienes? Porque si no fuera por tu físico diría que eres una anciana.

—Tengo dieciocho. Pero algunas personas no nacimos en cuna de oro y debemos trabajar para poder vivir.

—Justo en mi corazón millonario— dice con un fingido tono de sufrimiento— Que no te engañe tanto lujo. Se lo que es pasar trabajo... y para que veas que soy solidario. Te comprare un celular nuevo.

Fugaz como el veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora