Fugaz como el verano

Capitulo 22☆

Esa canción de Shawn me inspiró a escribir y creo que pega con el capitulo♡ Disfruten la lectura.

Honest- Shawn Mendes
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Luke Coleman

El dolor que siento en el pómulo izquierdo muy cerca del ojo no se compara con el dolor que sentí y que todavía sigue en mi pecho al escuchar las palabras cargadas de rabia que salieron de los labios de Anya; todavía siguen tan frescas en mi memoria como si las acabase de escuchar, estoy seguro de que si cierro los ojos puedo escuchar su voz y como cada palabra se sentía como una cuchillada en el pecho. "Lograste apartar a la única persona que creía en ti". Aunque no fue mi culpa nada de lo que paso y fue un estúpido mal entendido (planeado por Pía para que Anya lo viera). Como el cobarde que soy, no la seguí, aunque mi cuerpo quería correr y arreglar todo, mi mente una vez más hacía de las suyas y me llenaba de pensamientos pesimistas: "Lo arruinaste todo" "No te creerá nada Al fin de cuenta eres un Coleman y como buen heredero del apellido destruyes todo lo que amas".

Aunque quisiera arreglar las cosas con Anya, ya era muy tarde ¿Con que cara me acerco a ella, a explicarle todo, luego de pasar dos días encerrado en mi habitación? Dos días en los que me he sentido el ser más miserable, cobarde y solo del mundo, dos días en los que he querido tomar la medicación que Connor me quiere meter hasta en la sopa, con tal de no sentir nada y volver a ser el robot sin sentimientos de hace meses. Por un momento pensé, que todo sería diferente en mi vida y que el estar en esta mansión, no sería tan malo, sí Anya estaba a mi lado, pero ni en eso soy bueno; todas las personas que de verdad me importan, de alguna manera, Dios, el destino o lo que sea que mueva el universo, se encargaba de alejarlas de mi vida.

Todo era más fácil cuando mamá estaba viva, no me sentía así o quizás, si lo hacía, pero su partida hizo que todas las murallas que construyo a mi alrededor, se derrumbaran y quedara indefenso, ante un mundo que no estaba preparado para enfrentar sin su ayuda. Quede solo y lleno de pensamientos que torturaban mi mente, sentía que no valía nada, que era un error desde que me engendraron y que el mundo estaría mejor sin un inútil como yo, porque ¿Qué sentido tenía la vida, si la única persona que me amaba estaba muerta? Y cuando me di cuenta del error que cometí, ya era muy tarde, estaba tirado en el piso de mi habitación con un frasco de pastillas vacío y todo su contenido en mi estómago, pero al menos había logrado no sentir nada y dejar todo en negro, solo tenía que esperar la muerte, que nunca llego.

Pero luego llego Anya y desde el día que la conocí, lo cambio todo, agradecí el no lograr mi objetivo de suicidarme y volver a tener pensamientos felices y sentir algo tan intenso, que me recordaba lo emocionante que era estar vivo y la suerte que tenia de estarlo. Con Anya era el Luke de antes, el Luke seguro y sin trastornos, cuando estaba con ella no tenía que fingir.

Para mi suerte Anya no estaba muerta y en dos días no se puede borrar, lo que comenzamos a sentir hace tres semanas. Porque sé y estoy seguro, que lo que siento al besarla, ella también lo siente. Todavía no era tarde para arreglar las cosas, seré un hombre, daré la cara y no pondré el punto final a una historia que apenas está comenzando. No lograre nada estando encerrado lamentándome, ya era miércoles y si tenía suerte, Anya estaría en la mansión y podríamos arreglar todo este mal entendido.

Aprovecho mi repentina valentía, antes de que me dé un bajón de inseguridad y caiga en mis enemigas y únicas compañeras: la depresión y la ansiedad. Me levanto de la cama y busco un jean y una camiseta en el armario, me visto en un abrir y cerrar de ojos, me coloco los tenis y salgo de la habitación como un rayo en dirección a las escaleras, las bajo de dos en dos, sin preocuparme en si tropiezo o no. Cuando estoy a punto de llegar al primer lugar en el que la puedo conseguir, tropiezo de frente con una persona y si no me toma del brazo, hubiese terminado de cara al piso.