Como todas las semanas se me da un día o dos de “descanso” de mi trabajo (sí es que a lo que hago se le puede llamar trabajo. Para alguien que solo ve desde la distancia, parecería que solo me divierto con el hijo menor de los Coleman y hasta cierto punto es así. El trabajo consiste en eso exactamente) en las casi tres semanas que llevo en la mansión Coleman, he visto más drama; que en toda mi corta vida, por eso al ver toda la escena con Connor y la chica embarazada, hui como una cobarde hasta mi casa; dejando a Luke confundido y con la simple excusa de que mis abuelos me necesitaban en casa. Pero ¿Por qué hui?
Siento que en este momento tengo demasiada información dentro de mi, muchos dramas familiares y algo me dice que el cofre de mi cabeza no los puede esconder por mucho tiempo. Y no es que no sea buena guardando secretos, solo siento que al guardar el secreto de uno y ocultarlo al otro, estoy engañando a esa persona; no se si me puedo explicar bien, pero al ocultar esta revelación de Connor a Luke, siento que le estoy mintiendo (aunque mi conciencia me diga que no lo estoy haciendo, solo omito la verdad) Si, eso es, tengo que repetirlo muchas veces hasta creerlo.
También decidí que alejarme un par de días de esa casa era lo mejor. Por la simple razón de que no quiero enfrentar a Connor. Sé que antes de que Luke apareciera tenia intensiones de hablar sobre lo que vi y sé que cuando tenga la mínima oportunidad de estar a solas conmigo, lo hará y no podré salvarme de esa situación tan incomoda.
Necesito contar todo esto o mi cabeza explotará, solo que no se a quien contárselo, Luke está descartado por el momento; la relación con su hermano no es la mejor y todavía no se como vaya a utilizar esta información tan delicada. No estoy diciendo que Luke sea un chico desalmado, pero, quizás el odio hacia su familia lo ciegue y haga cosas de las que luego se arrepienta. Así que por ahora decirle no es una opción.
—¿A quien le puedes contar, Anya? —me pregunto, mirando mi reflejo en el único espejo de la habitación. Mi móvil suena en la cama y lo tomo rápidamente; y como si fuera una señal del universo, la respuesta llega a mi. Apenas veo el nombre de contacto en la pantalla, respondo— ¡Andy!
—¡Si, ese soy yo! Oye, pero ¿Por qué estamos gritando? —pregunta mi amigo confundido.
Me siento con las piernas cruzadas en el piso de alfombra y me preparo para soltarlo todo— ¿Necesito contarte un mega secreto? Algo que no puedes contarle ni a tu gato.
—Pero...el señor Bigotes y yo, no nos ocultamos nada— protesta mi amigo el infantil, del otro lado de la línea.
—Bueno, esta bien. Solo se lo puedes contar al señor Bigotes, pero como se lo cuente a los gatos de tu apartamento, lo convierto en comida para perros.
—No me digas que ¿Perdiste tu tarjeta V con Luke “bombón” Coleman? — Me ahogo con saliva al escuchar eso y Andy suelta una molesta carcajada.
Trato de aclarar mi garganta y hablo con voz ronca— Ese tema ya seria secreto de estado, Andrew— utilizo su verdadero nombre para que sepa la magnitud de seriedad de la situación.—Está bien, pero no me vuelvas a llamar así. Siento que hablo con mis padres— suelta un suspiro triste y me arrepiento de llamarlo así— Entonces, rubia ¿Cuál es ese secreto del que me estabas hablando? — vuelve a su tono alegre y le agradezco al cielo.
—¿Qué pensarías, si te dijera que Connor no es gay?
—Que me perdí a un buen partido y que sería algo muy difícil de creer ¿Qué viste? Suelta la sopa, mujer.
—Bueno por ahora son solo suposiciones, pero todo señala a una misma teoría— hago una pausa y ordenó todo lo que diré a continuación— Connor no es gay, su secreto es otro. El día de la fiesta, cuando buscaba unas cosas para la nariz ensangrentada de Luke…
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Fugaz como el verano
RomanceLa alegre Anya nunca imaginó que al aceptar ese empleo en la mansión Coleman estaba dando inicio al verano que cambiaría toda su vida; y la peor parte era que aunque no les gustara para lo cual fue contratada, no había vuelta atrás, necesitaba el d...