—¿Qué crees que esta tramando tu adorado Luke?— Andy está sentado detrás de mí haciéndome una trenza en el cabello, mientras yo devoró una bolsa de papas fritas. Es domingo y no sabemos como Luke logro que mi mejor amigo pasara la noche en la mansión; teniendo en cuenta lo estrictos que son los Coleman y el incidente de la cena.
Me ahogo con un pedazo de papa y trago con dificultad, recibiendo unos golpes en la espalda por parte de mi amigo; le agradezco y aclaro mi garganta– ¿Cuantas veces te tengo que decir que Luke y yo no tenemos nada?
—Las veces que sean necesarias hasta que reconozcas que te gusta— dice y me hala el cabello.
—¡Oye! ¿Por qué fue eso?— me volteo y lo reto con la mirada.
—Porque colocaste los ojos en blanco, señorita. Sabes que odio eso— yo solo sonrió porque efectivamente así lo hice. Andy me conoce más que nadie.
—Okay, disculpa papá. Pero no lograrás que reconozca nada— le saco la lengua y me volteo para que siga con su labor.
—Como digas cariño, repite eso hasta que te lo creas— ¡Touche!— Hablando en serio ¿Qué estará tramando?
—Ni idea, viniendo de Luke, me esperaría cualquier cosa— desde que se enteró está mañana del posible secreto de Connor, nos dejó con la duda de lo que se traía entre manos. Solo hablo con nosotros, para comunicarnos que Andy se podía quedar y que mañana saldríamos a comprar unas cosas que necesitaba. Pero la gran pregunta era ¿Qué planeaba Luke Coleman? Solo esperaba, no meternos en problemas.
—Bueno…ya me parece bastante raro que logrará que me quedara aquí. Por lo que he escuchado sobre sus padres, se que no fue nada fácil.
—No tienes ni idea. Sobre todo la señora Coleman, es una bruja, literal— Andy termina mi trenza y nos acostamos frente a frente en la cama para seguir hablando.
Le cuento todo lo que paso en la cena, como Luke me defendió de la bruja Marie Coleman y como escapamos de la cena. También le explico, que ella no es su verdadera madre y toda la farsa que monto la madre de Connor, para guardar las apariencias. El motivo de la depresión y los ataques de pánico de Luke, me los guardo para mi; aunque Andy sea mi mejor amigo, siento que ese tema, solo nos pertenece a Luke y a mi.
Luke me tuvo la suficiente confianza para contarme sus problemas y si lo cuento, estaría violando esa confianza. Sentir que es lo suficiente honesto conmigo para contarme sus problemas, hace que valore mucho su amistad. Si, amistad, porque eso es lo que tenemos ahora. Y por mucho que Andy quiera sacarme más información y Luke me atraiga físicamente, por ahora estoy bien con eso. No es posible que sienta algo por alguien tan rápido o ¿si?
Miro al frente y Andy ya se encuentra dormido, con la boca ligeramente abierta y su cabello rubio cubriendo sus ojos. No tengo sueño, así que decido ir a la cocina por un vaso de leche. Me levanto y salgo de la habitación tratando de no despertarlo. Cuando estoy a punto de llegar a mi destino, un ruido proveniente de la cocina hace que detenga mis pasos. Me acerco un poco mas y distingo las voces de los hermanos Coleman.
—Ya te dije que no es asunto tuyo como lo supe— Luke se escucha calmado y con fastidio en su voz.
—¡Claro que es mi asunto, maldita sea Luke!— me sorprende lo alterando que se encuentra Connor.
—Solo te tiene que importar que tu querida madre o nuestro padre no se enteren de tu pequeño secretito— puedo escuchar como uno de los dos camina de un lado a otro. Y por el sonido de los zapatos de vestir, intuyo que es Connor.
—¿Y que ganas tu con todo eso?— Connor hace la pregunta que tiene rato rondando en mi cabeza.
—Muchas cosas…hermanito.
ESTÁS LEYENDO
Fugaz como el verano
RomanceLa alegre Anya nunca imaginó que al aceptar ese empleo en la mansión Coleman estaba dando inicio al verano que cambiaría toda su vida; y la peor parte era que aunque no les gustara para lo cual fue contratada, no había vuelta atrás, necesitaba el d...