Andy Spencer
Me dejo llevar por el ritmo de la música electrónica que suena por toda la discoteca “Blue Bay” (la cual apenas tiene un mes de su apertura y pertenece al hermano mayor de Richie, sí, mi hermoso amigo con esa piel morena que me encanta, pero que sólo es eso: un amigo) las luces de diferentes colores iluminan los cuerpos de todos y hacen que hasta el peor bailarín se vea con mucho estilo al moverse. Bailo tomado de las manos con Natalie, en el centro de nuestro reservado VIP, mientras Richie y Lucas (su mejor amigo y novio de Natalie) nos observan desde sus asientos.
Cualquiera pensaría que es una cita doble, pero... no todo puede ser perfecto y nos acompaña Thomas, el ex Novio de Richie —Los dos tuvieron una breve relación, que no funciono y terminaron en buenos términos; ahora son amigos y espero que no sean más que eso.
No puedo evitar sentir un poco de celos cuando veo como Thomas se acerca y le dice algo al oído a Richie y este suelta una carcajada golpeando ligeramente su brazo. Ambos se me quedan viendo y sonríen con complicidad ¿Qué rayos estarán hablando ese par? ¿Será sobre mi?
Sacudo la cabeza y me concentró en seguir bailando con el único apoyo femenino que tengo está noche. En momentos como éste, extraño tener la compañía de mi mejor amiga; la cual espero este pasando un buen rato en la cena de la estirada familia Coleman. Le hago una seña a Natalie de que tomare un descanso y me siento en el único sillón que no está ocupado. Sacó mi móvil y le mando un rápido mensaje a mi rubia amiga.
Andy:
¿Sobreviviste a la cena en la mansión embrujada?
No recibo respuesta, así que imagino que debe de estar ocupada, y espero que sea con alguno de los guapos hermanos Coleman. Sí yo no puedo tener a ninguno de esos bombones heterosexuales, me haría muy feliz que mi mejor amiga lo lograra.
De repente, mi campo de visión es llenado por una copa y una mano morena que la sostiene. Levanto los ojos y me encuentro con la mirada oscura de Richie.
—Piña colada con mucho alcohol, como te gusta— me ofrece la bebida. Me muestra su hermosa sonrisa blanca y se sienta a mi lado.
—Que considerado eres, todo un príncipe azul— bromeo, agarrando la copa de su mano.
—Solo me falta la corona, porque el encanto lo tengo, Cariño.
—Wow, un príncipe muy seguro de sí mismo— tomo un sorbo de mi bebida y compruebo que esta perfecta.
—¡Eh, si que sabes como moverte! — dice, lo suficiente alto para que sólo yo lo escuché. Lo que hace que me ahogue con mi bebida, por lo que acaba de decirme.
Richie me da unos golpecitos en la espalda, hasta que dejó de toser y deja su brazo sobre mi hombro— Me refería a que bailas muy bien, tontito.
Toso una vez más y mi voz sale un tanto débil— La bebida está un poco fuerte, por eso me ahogue.
—Claro…— De repente se escucha serio y mira a la pista de baile— A alguien de aquí definitivamente le llamas la atención.
Un momento Qué? ¿Me esta insinuando que le gusto? Llamen a una ambulancia, mi corazón no aguantara tanta emoción.
Tomó otro sorbo y volteo a verlo, apreciando mejor sus facciones tan masculinas y sexys. El solo sigue mirando a un punto fijo y muerde uno de sus grandes y gruesos labios. Este hombre me vuelve loco y su sola presencia me enciende por dentro.
—¿Y puedo saber, quien es? — me aventuro en terreno desconocido y recibo una mirada distante de su parte, confundiéndome muchísimo.
—Thomas— dice, y toma un trago de whisky directo de la botella; la cual no me habia fijado que tenia en la mano— Le gustas a mi ex novio… se me acercó y me dijo eso. Y era de esperarse, los rubios son su debilidad.
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Fugaz como el verano
RomanceLa alegre Anya nunca imaginó que al aceptar ese empleo en la mansión Coleman estaba dando inicio al verano que cambiaría toda su vida; y la peor parte era que aunque no les gustara para lo cual fue contratada, no había vuelta atrás, necesitaba el d...